Sex contract • Yoonmin

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• Dedicado a rauljun y Vkook_Jinsu :3 ♥️ •

Siete llamadas... Siete llamadas perdidas de Yoongi... Jimin no se atrevía a llamarle de vuelta, ¿Qué le diría? ¿Qué excusa pondría? Porque estaba claro que no podía decirle la verdad...
El joven rubio suspiró pasando una mano por su pelo y decidió ser valiente y llamar.
Esperó y esperó hasta que escuchó la voz del peliblanco haciendo que su corazón se acelerase con fuerza.

-Ho-Hola, Yoongi...

-¡Jimin! ¿Estás bien? ¿Por qué no has contestado a mis llamadas? ¿Estás en casa?

-E-Estoy bi-bien... Me quedé... Dormido y no escuché el móvil... Y-Y sí... Estoy... En casa...

-Estaba muy preocupado...

-Lo siento...

-No te preocupes, me alegro de que estés bien. Ahora tengo que irme pero luego te llamaré, ¿De acuerdo?

-Cla-Claro...

-Perfecto, hasta luego entonces, te amo cariño... Te echo de menos...

-Y yo...

Tras esa corta conversación, el rapero colgó y el menor se quedó mirando el móvil sintiendo todavía su corazón muy acelerado y los nervios recorriendo su cuerpo. Y se sentía culpable... Muy culpable... No había sido capaz de decirle un "te amo", solo dijo "y yo", ¿Pero por qué? Debía admitir que no le había echado en falta la noche anterior...

Por otra parte, el mayor ya estaba más tranquilo tras la llamada de Jimin así que junto a Suran, salió del hotel hacia la entrada donde el chófer los esperaba para ir hasta el lugar donde se celebraría el Fanmeeting.
Mientras iban en aquel coche negro mirando por la ventana cada uno perdido en sus pensamientos, Suran decidió romper el hielo.

-¿Nervioso...?

Al escucharla, Yoongi salió de sus pensamientos y dirigió su mirada hasta ella sonriendo levemente.

-Un poco... ¿Y tú...?

-Sí... Mucho...

La conversación estaba siendo un tanto incómoda, por lo tanto, el peliblanco simplemente asintió y volvió su vista a la ventanilla. No podía negar que se moría de ganas de ver a su novio, quería volver a abrazarle y besarle, pero todavía quedaban unos cuantos días así que tendría que conformarse con escuchar su dulce voz y mandarse mensajes. De lo que sí estaba seguro, es de que su menor también le echaba de menos, de que tenía la mismas ganas de verle.