Sex contract • Yoonmin

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La cena transcurrió entre risas, sonrisas, comentarios, besos y caricias. Jimin se sentía realmente bien pues estaba siendo una noche increíble, cada vez tenía más claro que quería estar con Yoongi, pero una parte de su mente y corazón seguían con Jungkook, y dónde hubo fuego, cenizas quedan, ¿verdad?

-Jimin... ¿Qué te está pareciendo esta noche...? -Preguntó el peliblanco mientras le rodeaba los hombros con su brazo y caminaban a paso lento.

-Estoy sin palabras... -Respondió el joven rubio con su brazo rodeando la cintura del mayor. -Está siendo tan increíble...

-Pues creo que llega la hora de la última sorpresa, cariño...

Al escuchar eso, el menor se paró en seco y abrió los ojos como platos pues no se esperaba otra más.
En ese momento, empezaron a escucharse truenos puesto que las nubes que vieron al principio de la noche, iban a comenzar a descargar agua.
El peliblanco, sonrió y miró a su pareja sin dejar de sonreír a pesar de que el corazón le latía con fuerza amenazando con salirse del pecho.

-Verás... No planeaba darte esta última sorpresa aquí... Tampoco quería hacerlo a lo grande, pero me gusta que sea tan espontáneo...

Jimin no entendía nada, miraba al rapero confundido mientras fruncía el ceño ligeramente, así que Yoongi, cogió sus manos mientras le miraba directamente a los ojos.

-Sé que nos conocimos por pura coincidencia, que teníamos nuestros objetivos claros y no pensábamos enamorarnos... Pero me atrapaste por completo, Park Jimin... Y me alegro de que yo también lo consiguiese contigo pudiendo formar nuestra relación poco a poco a pesar de todos los altibajos... Yo siempre he tenido muy claro que no quiero entregarme a nadie, sobretodo porque la fama destroza relaciones... Pero me he dado cuenta que tú has sido la persona que ha estado ahí a pesar de todo, que no me has dejado en ningún momento, que me has sido fiel... La complicidad que tenemos, el hecho de que seas mi Serendipity y yo tu gato calicó es... Es mágico... Ese falso amor del que hablo en mis canciones por fin se ha transformado en verdadero... No quiero perder ni un segundo a tu lado, ni me importa lo más mínimo las críticas que puedan hacernos... Quiero entregarme a ti por completo y estar contigo para apoyarte en lo que sea, eres esa pieza del puzle en el que mi carrera no ha conseguido encajar... Me siento libre cuando estoy contigo, cariño, todo esto nunca podría expresárselo a otra persona... Y por eso, y por muchísimas razones más... ¿Quieres casarte conmigo y demostrarle a la vida que la felicidad nos ha sonreído por fin...?

La lluvia comenzó a caer, pero a pesar de eso, el mayor soltó las manos de su pareja para sacar de su bolsillo una pequeña caja negra de felpa. Lentamente la abrió y en su interior, se podía ver un anillo plateado, simple, pero grabado con la frase "déjame amarte"...

-¿Me dejarás amarte por el resto de mis días, Park Jimin...?