Sex contract • Yoonmin

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Era el día, o mejor dicho la noche, Yoongi ya había llegado de la gira y tras salir del aeropuerto, llegó a casa por fin. Se moría de ganas por ver a su pareja, pero este, no se sentía tan seguro de estar preparado.
Entonces, mientras se encontraba en la habitación, sentado en el borde de la cama y con el contrato en las manos, empezó a pensar en si hizo lo correcto colándose en su camerino aquel día. ¿Qué hubiese pasado si Jungkook no le hubiese dado esa idea? ¿Qué hubiera sido de su vida...?
El rubio dejó escapar un pesado suspiro mientras miraba el contrato y las firmas de ambos.
En ese momento, escuchó la puerta de la entrada y su corazón se aceleró al instante sintiéndose totalmente nervioso. Rápidamente se puso de pie, guardó el contrato en el cajón y rápidamente bajo hacia el recibidor.
A los pocos segundos de que llegase, la puerta se abrió y entró el peliblanco con una enorme sonrisa al ver a su menor.
Enseguida, Yoongi dejó su maleta, cerró la puerta y se acercó a Jimin para abrazarle y después besarle apasionadamente y con desesperación, sin duda, había echado mucho de menos esos gruesos, dulces y suaves labios.
En cambio, Jimin tardó en reaccionar puesto que no sabía lo que hacer, en su mente solo estaba la palabra "infidelidad", pero no se sentía preparado para decírselo al rapero y mucho menos en ese momento así que puso sus manos en los brazos de su novio y siguió el ritmo de los besos notando lo diferentes que eran comparados con los de Jungkook. El sabor a menta de los finos y fríos labios de Yoongi debido al gélido ambiente, hacía que el cuerpo del menor estuviese recorrido por escalofríos ya que sus labios estaban templados a causa del calor que hacía en la casa.
El mayor también podía notar esa combinación de temperaturas y el sabor a fresa en los labios de su pareja.
Estaba de vuelta en casa y nunca se había alegrado tanto de que así fuera.

¿Duraría la felicidad mucho tiempo...? ¿Cuánto tardaría Jimin en desengañar a Yoongi?