Déplier mes Ailes (Boku no Hero Academia)

Un vistazo al pasado.

-Mira mami puedo volar como tú- decía una pequeña niña volando por toda la sala de su casa.

La mujer de cabellos grises dirigió su mirada celeste a su pequeña de cuatro años y medio, no pudo evitar sentirse orgullosa de su hija, pero al mismo tiempo la angustiaba el hecho que ella haya heredado sus alas significaba que su preciada hija tendría que llevar la carga de heredar su apellido y todo lo que conllevaba eso.

Sin duda hubiera preferido que conservara el apellido de su padre y heredara sus habilidades para que no tuviera que asumir una carga tan pesada, de la ella misma había huido cuando se casó con el heredero de la familia Nightray.

-Que bien mi niña ahora pareces más un ángel- alago la mujer recibiendo en brazos a su pequeña.
-Si ahora soy igual que tu mamá- sonreía la pequeña con inocencia sin saber lo que su futuro le deparaba.

En la misma semana aquella niña despertó su segunda habilidad lo cual había desconcertado a sus padres, y no por el hecho de tener dos dones por qué en ambas familias era algo natural, lo que desconcertó a ambos adultos era que su hija había heredado también el don característico de la familia de su padre lo que hacía difícil saber qué pasaría con ella, pues ambas familias luego de la boda de ellos acordaron que sus hijos tendrían que heredad el apellido de cada uno para que de esa forma ninguna de las familias quedara sin herederos, lo decidieron de tal forma que el niño o niña nacido de ambos heredaba la habilidad que caracterizaba a dicha familia esté pertenecería a ellos y tomaría el apellido correspondiente, hasta entonces se le permitiría llevar el apellido del padre para evitar confusiones.

La pequeña niña estaba feliz de poder parecerse a sus dos padres sin saber que ellos estaban preocupados por su futuro, pues una vez que ambas familias se enteraran de ello era seguro que entrarían en disputa por la pequeña ya que ninguna de las dos familias se tenía mucho aprecio, pero el problema no tardo en tener una solución que vino de la manera menos esperada, el despertar de su tercera habilidad el cual era el mismo que su madre, la capacidad de controlar y manipular el aire a su antojo tanto si quería crear aire caliente como frio o hacer grandes ráfagas de viento a su voluntad, aquella nueva habilidad sirvió para aclarar a que familia pertenecería, cuando ellos se enteraron de que la niña que heredaría su apellido y su casa había despertado no solo dos dones si no tres y dos de ellos de la familia materna no pudieron evitar enorgullecerse y con arrogancia propia de ellos difundieron la noticia que la heredera de la casa Baskerville era una prodigio nato por sus habilidades para dominar los tres dones sin problemas, aquellos creo furor por toda Europa sobre todo en Francia donde vivía la niña.

-Mira Bastian, es un tornado en miniatura- decía la niña de ahora cinco años creando con sus manos un pequeño torbellino.
-Increíble Alizee, tienes habilidades sorprendentes- alagaba un niño de diez años con el cabello negro.

-¿Así? A mí me gusta mucho el tuyo, si lo tuviera podría ver detrás de las paredes y leer en la oscuridad- admitía la pequeña- sabes te voy a extrañar mucho cuando te vayas- dijo con un puchero en sus labios.
-Yo también te extrañare pero debo ir a estudiar a Inglaterra si quiero ser un gran medico, así cuando tú seas la heroína más famosa podrás acudir a mi cuando te lastimes - decía acariciando la cabeza de su pequeña amiga.
-Pero vas a volver ¿Verdad?- pregunto levantando la cabeza.
-Claro, no podría dejar a mi pequeño ángel por mucho tiempo, cuando regrese nos casaremos- dijo firme el niño.
-No, yo me casare con mi hermano- negó la peli-gris rechazando a su amigo.
-Ya la escuchaste idiota ella se casara conmigo- dijo burlón un niño de ocho años con cabellos azulado y ojos celeste.