"Vivir como una muñeca de porcelana no es lo mío, yo quiero una verdadera aventura"
Con esas palabras nuestra protagonista se despide de su país natal y de su familia para embarcarse a un viaje donde vivirá nuevas experiencias, conocerás nuevas pers...
La fiesta para ambos estudiantes se termino justo después del pequeño encuentro, para evitar cualquier lucha innecesaria la peli-gris opto por retirarse disculpándose con el anfitrión, quien al momento de despedirse se veía distraído, como si buscara algo o a alguien, acordaron estar en contacto ya que ella planeaba ir a Francia en cuestión de horas, no se quedaría a escuchar los nuevos chismes y menos los regaños de su abuela cuando se enterara de lo que sucedió.
Por esa razón, antes que sol terminara de salir los dos aspirantes a héroes fueron al aeropuerto luego de recoger sus maletas previamente preparadas, como si su escape ya fuera planeado desde antes, el viaje fue corto, extrañamente no hubo reclamos de parte del rubio, quien había reflexionado y era consciente de su comportamiento impulsivo, justificado, pero seguía siendo inapropiado para el lugar, por ello no dijo nada al respecto, en cuanto a ella, realmente no le había molestado su comportamiento, hasta estaba sorprendida de lo mucho que duro su calma y paciencia, sin mencionar que estaba agradecida con él por acompañarla, aun con sus quejas siguió apoyándola en todo lo que hacía.
Al llegar recorrieron la ciudad en busca de un café para recargar sus energías, la peli-gris tenía planeado ir directamente a la agencia de sus padres que se encontraba en esa ciudad, pues su casa estaba un poco más lejos y Bakugo se negaba a ir volando hasta ahí.
-Llegaremos en cuestión de minutos- aseguro la francesa. -Eso dijiste hace media hora- reprocho el rubio con una vena saltando en su frente. -Me ubico mejor cuando vuelo- se defendió ligeramente nerviosa, se había equivocado de camino en más de una ocasión por lo que no estaba segura de su paradero.
Antes que el oji-rojo pudiera reclamar algo más escucharon una alarma sonar, seguido de gritos, en el momento que iban a cruzar la calle vieron a un motociclista acercarse a gran velocidad al verlos comenzó a bocinar y gritarles que se quitaran si no querían morir, aunque Bakugo no entendió lo que decía comprendió la situación por lo que se preparo para atacar pero fue detenido por su novia, él no debía actuar o tendría problemas, dejando a un lado su maleta la joven creó un torbellino que termino atrapando al fugitivo.
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La mochila con la mercancía robada salió volando fuera del remolino de viento por lo que la peli-gris expandió sus alas y fue a atraparlo para evitar que su contenido se esparciera o se perdiera, aun estando en el aire comprimió su torbellino hasta convertirlo en una esfera, en ella se encontraba aturdido el criminal y su motocicleta, al aterrizar varios transeúntes comenzaron a aplaudir y las autoridades no tardaron en llegar.
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