"Vivir como una muñeca de porcelana no es lo mío, yo quiero una verdadera aventura"
Con esas palabras nuestra protagonista se despide de su país natal y de su familia para embarcarse a un viaje donde vivirá nuevas experiencias, conocerás nuevas pers...
-Me alegro que mi abuela no haya venido- decía la francesa desde un balcón. -Bueno, la invitación fue pensada inicialmente para ti y para la Duquesa por lo que solo fue enviada para dos personas- hablo a su lado el segundo hijo de los Murphy. -Si no hubiera venido Katsuki habría tenido que aguantarla toda la noche- dijo apoyando sus codos por el barandal. -Por cierto ¿Crees que estará bien?- cuestiono señalando el patio. -¿Quién? ¿Katsuki?, claro, no estaría con alguien débil- sonrió con arrogancia- yo me preocuparía más por esos idiotas.
Si pensaron que la paciencia del rubio estaba a punto de expirar, felicidades, acertaron, en ese mismo momento él se encontraba peleando contra un grupo de tres personas que lograron sacarlo de quicio.
¿Cómo?
Bueno para que lo entiendan mejor regresamos un poco en el tiempo, específicamente una hora antes del baile…
-No veo la necesidad que vayamos las dos para representar a la casa Baskerville- hablaba la francesa con calma mientras su abuela la veía con severidad- o vas tú o voy yo, personalmente preferiría pasar mi sábado por la noche viendo películas de terror en mi habitación, ve tu si quieres- termino de decir dándose la vuelta con la intención de irse.
La Duquesa se mordió su labio inferior para no perder la compostura y gritar, llevaban media hora hablando sobre lo importante que era la presencia de ellas en la fiesta, pero no podía debatir contra todos los argumentos de su nieta, que, aunque no lo admitiera tenía razón, no había necesidad de que las dos fueran, con que una se presentara bastaba y la presencia de Alizee era más importante que la de ella misma, por ser la próxima sucesora de la familia Baskerville ella debía hacer acto de presencia ahora que fue presentada en sociedad, sería extraño que no fuera y más después del escándalo en su propia fiesta.
-No, tu iras- la menor sonrió, cosa que su abuela no vio por estar ella de espalda- ve a prepararte o llegaras tarde.
La peli-gris borro su sonrisa y volvió a girarse.
-Como desees abuela- hizo una reverencia para después salir de la habitación encontrándose con su novio recostado por la pared- será mejor ir a prepararnos, tenemos una fiesta que asistir- sonrió. -Tch, más te vale que no te atrevas a manipularme de esa manera- bufo siguiéndola. -¿Yo? Jamás lo haría- sonrió divertida- ¿O sí?
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Ambos estudiantes fueron a sus respectivas habitaciones a prepararse para la gran noche, ambos con el mismo animo y fastidio, la francesa no mentía cuando dijo que prefería quedarse a ver películas que ir al baile, no obstante había prometido ir por el bien de su nueva alianza. Al cabo de media hora ella ya estaba casi lista, digo casi porque se negaba a maquillarse ya que el rimen de ojos le picaba.
-¿Porqué esta cosa pica tanto?- se quejaba a la par que volvía a desmaquillarse- al diablo, no me maquillare, de todos modos usare antifaz, bastara con un poco de labial y ya- se levanto de la silla, la cual se encontraba frente a una mesa con un espejo colgado de la pared chocando con la mirada de su pareja que estaba apoyado contra el marco de su puerta ya arreglado, dándole a él la vista de su vestimenta- ¿Hace cuanto estás ahí?
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