Prince Of France | Shawn Mendes

Capítulo 25: Adelante

*habrá algo de francés*

Iman

—¿É-el-el vino a tu casa? —preguntó Maria.

—Por favor dinos que esto es verdad —dijo Juliette cuando salíamos del café.

Era hora de cerrar y habíamos trabajado un turno extra.

—Je ne mens pas les gars (No estoy mintiendo chicas) —dije con una gran sonrisa.

—Espera, ¿entonces vino en tu lugar? —preguntó María específicamente—. ¡Sí!

—¿Y bien, que estás haciendo? ¡Dinos que necesitamos saber! —Juliette se apresuró.

Subimos al coche de María conmigo de acompañante y Juliette poniéndose cómoda en la parte de atrás.

—Muy bien, antes de que viniera, me llamó para ver cómo estaba y me dijo que quería saber un poco más sobre mí, así que empezamos a hacernos preguntas —empecé.

Juliette chilló al igual que María. Supongo que esa era mi señal para continuar.

»—Así que un par de horas más tarde, ya que técnicamente no habíamos terminado con nuestra conversación, vino con una enorme bolsa llena de comida chatarra, bebidas y películas. Al principio pensé que se estaba mudando —me reí.

—Oh mon Dieu (Oh Dios mío) —Juliette se ruborizó.

—Bueno, entonces mientras nos hacíamos preguntas, comíamos dulces. Además, me preguntó si tenía amigos y por supuesto le dije que eran tú y Maria.

—¡Juliette, él sabe que estamos vivas! —María se echó a reír cuando todas nos unimos.

—Después de las preguntas, vimos un par de películas. También nos reímos y bromeamos mucho.

—Suena a que alguien se divirtió —dijo Juliette.

—Sí, ¿y adivina qué? Juliette por favor contrólate y Maria, no sueltes el volante —dije inhalando y exhalando.

Aún podía recordar el beso.

—¿¿¿USTEDES TUVIERON SEXO??? —gritó Juliette.

—¡¿Qué?! —Maria preguntó con incredulidad.

—¡No, no! —me reí—. Nos besamos.

El auto se quedó en silencio pero luego vi que la cara de Juliette se iluminaba.

—¡Estoy tan feliz por ti! ¡¿Sabes cuanto tiempo he estado esperando esto?! —preguntó Juliette.

»—¿Sabes qué significa esto? —volvió a preguntar.

—Besaste a un príncipe. Wow.. —dijo María, haciéndome asimilar lo que acababa de decir.

—¿Y cómo fue el beso? ¿Fue mágico como en las películas? —preguntó ansiosa por saber.

—Ni siquiera puedo explicarlo, Dios mío —dije abanicándome.

De repente estaba haciendo mucho calor.

—Digamos que fue realmente agradable y lento.. —dije haciendo una forma ondulada con mi mano.

—Iman, si no estuviéramos en un vehículo en este momento, habría gritado hasta el tope de mis pulmones —dijo la rubia saltando en su asiento.

—No fue más lejos que eso, ¿verdad? —Maria preguntó.

—Nop. Dios mío, estaba tan débil después de que se fuera —confesé.