Prince Of France | Shawn Mendes

Capítulo 83: Dulces mañanas

Iman

Me desperté en una cama toda acurrucada en un edredón, parpadeé un par de veces para ver a mi alrededor y vi que estaba de vuelta en la habitación del hotel.

Mientras yacía allí, una sonrisa apareció en mis labios mientras recordaba todo lo que pasó anoche. Recordé que Shawn se puso celoso por Harry, me trajo de vuelta aquí y me enseñó una «lección», y recordé lo dominante que fue, y simplemente sexy.

Honestamente, no me importaría cruzar la línea un par de veces si él va a actuar así. Creo que es seguro decir que me gustan las cosas un poco... rudas.

Cuando intenté moverme, me di cuenta de que un brazo musculoso y tatuado estaba envuelto alrededor de mí, sin dejarme ir. Traté de apartarme, pero Shawn me atrajo de vuelta y murmuró algo en mi cuello.

Me volteé y él estaba profundamente dormido. Sus bonitos ojos estaban cerrados, sus labios rosados estaban ligeramente separados, y su cabello, normalmente bien peinado, estaba despeinado pero de una manera tierna.

Se veía tan lindo.

Pasé mis dedos por su cabello mientras lo miraba.

El amor de mi vida... quien lo es todo para mí. Me seguía sorprendiendo lo lejos que hemos llegado.

—Iman... —lo oí murmurar, sus ojos seguían cerrados.

—Oye, despierta —dije tocando su mejilla, pero él se volvió hacia el otro lado.

Pensé que iba a meterme con él esta mañana.

—Sé que estás despierto —dije riendo—. Shawn...

Comencé a besar su clavícula subiendo hasta su cuello, pero él ni siquiera se movió. Puse los ojos en blanco y me levanté para meterme en el baño.

Cuando salí, me puse la ropa interior, un sostén y luego mi bata de seda roja con mis iniciales en la parte delantera.

—Shawn, ¿sigues durmiendo? —le pregunté riendo. Volví a la cama y me acurruqué con él. Tracé mi dedo arriba y abajo de su brazo, besándolo en el proceso.

Froté su hombro y él abrió los ojos, siseando.

—¡Auch! Iman, aún me duelen los hombros.

—¿Y a qué se debe eso?

—¿Recuerdas que estábamos follando y me agarraste fuertemente los hombros hasta el final?

—Por supuesto —admití—. Oye, Shawn, hablando de eso, anoche tuviste un cambio dramático de carácter... me gusta cuando te pones celoso —comencé a molestarlo.

—¿Lo haces?

—Sí, cariño... es tan sexy —sonreí contra su cuello. Me subí encima de él, deslicé mis dedos por su pecho, sus abdominales y terminé envolviendo mi mano alrededor de su miembro endurecido. Lo vi cerrar los ojos y separar sus labios.

Rocé mi pulgar alrededor de la punta antes de frotarlo, mientras que Shawn trataba de contener sus gemidos.

—Ah, j-joder —dijo antes de morderse el labio.

—¿Quieres que continúe, Shawn? —me acerqué a su oído. Él asintió con la cabeza mientras apretaba la mandíbula.

Cuando sentí que estaba cerca le pregunté:

—¿Quieres sentir mis labios a tu alrededor, cariño?

Y empecé a bombear más lento. Me fulminó con la mirada y supe que tuve un gran efecto en él, lo sentí ponerse rígido y solté su miembro. Sonreí y Shawn me miró con una ceja levantada.