Prince Of France | Shawn Mendes

Capítulo 48: De hombre a hombre

Algunos días después

Iman

Me senté en la cama en silencio para no despertar a Shawn.

Acabo de recibir un mensaje de Daniel que dice que acaba de aterrizar, que se bajó del avión y que ahora se dirige a su hotel.

Daniel es mi hermano mayor que se encontraba en Londres para estudiar en la facultad de derecho. Pero terminó hace un tiempo y regresó a los Estados Unidos.

Me llamó anoche y me dijo que volaba para verme. Me sentí realmente feliz porque no he visto a mi querido hermano en mucho tiempo y lo extraño.

Aunque sea un dolor de cabeza muy grande.

Y por alguna razón estaba actuando todo raro. Más raro de lo habitual. Me seguía preguntando si estaba bien y esas cosas.

Me envió un mensaje de texto con la dirección del hotel y el número de su habitación. Chillé silenciosamente e hice un esfuerzo por salir de la cama.

—Nena, ¿qué haces? —preguntó Shawn abriendo lentamente los ojos.

—Ya sabes, solo lo que hace la gente normal cuando se despierta —dije levantandome. Shawn se rió suavemente.

Me sentí aliviada porque no me caí esta vez y no sentí mucho dolor cuando comencé a caminar.

—Ah y, ¿recuerdas que estuve hablando de Daniel ayer? —le pregunté.

—Sí.

—Lo bueno es que acaba de aterrizar. Voy a ir a verlo.

—Oh, ¿puedo ir contigo? —preguntó—. Quiero conocerlo.

Me detuve. —¿Estás seguro?

—Por supuesto. ¿Por qué no? Tú has conocido a mi familia.

Tiene un punto

—De acuerdo entonces.

—Entonces, ¿cómo es tu hermano? —Shawn preguntó mirando en dirección a mi teléfono con una luz roja.

Mierda.

—Pues, él es muy alto... como 6'2 o 6'3. Es muy gracioso y es como si pudiera leerte la mente. Es torpe y debería decir, inteligente. ¿Mencioné manipulador? Y muy molesto, ugh. Pero lo amo.

Shawn se rió.

—Él y Blake podrían ser mejores amigos.

No hay duda de eso.

—Y además, Blake podría salir más de la casa. Estoy preocupado por él —dijo Shawn—. Es un chismoso.

Trataba de ser leal a Blake al no reírme de él.

[...]

—Estamos aquí —dijo.

—Oh, elegante —dije mirando el alto edificio de cristal. Eso es lo que pasa con mi hermano. Hazlo a lo grande o vete a casa.

Caminamos de la mano dentro del hotel y vimos al recepcionista. Parecía alrededor de los veinte años. Tenía el pelo negro, bonitos ojos grises y llevaba un uniforme.

Él sonrió al vernos. Bueno, al verme.

—¿Puedo ayudarla, mademoiselle? —preguntó.

—Estamos juntos —interrumpió Shawn. Supongo que se sintió ofendido porque el hombre no pareció notarlo cuando venía conmigo.