Capítulo 85: Tío Edward

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Algunos días después

Shawn, Iman y el resto estaban esperando a que Edward y su esposa Penélope llegaran.

A pesar de que vivían en el mismo país, Shawn no pudo ver mucho a sus amados tios, quienes tenían su propio negocio que atender. Fuera de los hermanos de su padre, su tío Ed era su favorito. Cuando era pequeño, cada vez que venía, se aseguraba de llevarle a Shawn su dulce favorito en ese momento; una pequeña bolsa de Hershey's Kisses.

Su tío Ed no se lo daba a menos que le diera un abrazo y un beso en la mejilla. Shawn era el niño de cuatro años más tierno que había visto en su vida, con esos grandes ojos color miel que solo lo hacían brillar. Edward adoraba a su sobrino, por eso siempre se aseguraba de traerle al pequeño Shawnian su caramelo favorito.

Él siempre iría corriendo hacia su tío en cuanto entrara por la puerta.

¡Tío, tío, tío!

Edward se arrodilló al nivel de Shawn y lo saludó con los brazos abiertos.

Bonjour mon petit juju.

Metió su mano dentro de su abrigo para tomar los dulces. Sacó los chocolates y la pequeña mano de Shawn intentó alcanzar la bolsa, pero su tío la volvió a guardar en su abrigo. Shawn hizo un puchero con sus pequeños labios, estiró las manos y dijo:

S'il te plait.

Después de que Edward le daba los dulces, esperaba las palabras «Merci oncle» de su parte, y era entonces que corría hacia su tía, Pénélope. Nunca podía decir su nombre correctamente, por lo que decidió llamarla «Pépé». Después de saludar a su tío y tante, salió corriendo para disfrutar de sus dulces.

Iman observó como la pierna de Shawn seguía temblando.

—Shawn, no hay necesidad de estar nervioso, solo son tus tíos —dijo Iman, frotando su rodilla hasta que paró de sacudirla.

—Lo sé, pero no he visto a mi tío desde que tenía diecinueve años. Esa es una gran parte del tiempo que se perdió —expresó Shawn, estaba tan nervioso que comenzó a sudar.

Realmente no ayudaba saber que ahora tenía 24 años.

No había visto a su tío en mucho tiempo. ¿Seguiría siendo el mismo? ¿Se vería igual? ¿Se enojaría con Shawn por no llamarlo? La lista era interminable para él.

—Shawn, mi amor, relájate. Tu tío nunca podría estar enojado contigo, sólo perdieron el contacto, eso es normal. Eras un joven aventurero vibrante de diecinueve años que hacía lo que cualquier joven adulto normal haría, y eso era divertirse. Él... tenía sus propias cosas de las que preocuparse, como la política, su esposa, su familia, ser un conde... —dijo ella consolando a su esposo.

—Iman, ¿qué haría yo sin ti? —dijo Shawn acercándola para que pudiera darle un suave beso en los labios.

—Quién sabe —respondió con una sonrisa arrogante. Ambos se encontraban en la sala común y no escucharon a Edward entrar al palacio.

Fue entonces cuando una doncella trajo a Janice y Jaedon desde afuera.

—Hola, bebé —dijo Shawn, levantando a su hija en su regazo, Iman recogió a Jaedon y ambos continuaron su conversación desde allí.

[...]

—Hermano, hace mucho que no te veía —dijo Edward abrazando a su hermano mayor.

—Ser rey te mantiene demasiado ocupado y lejos de casa —dijo Manuel liberándolo de su abrazo—. Hola, Pénélope. Sigues viéndote tan hermosa como la primera vez que te conocí —caminó hacia su cuñada dándole un abrazo y un beso en la mejilla.

Prince Of France | Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora