Prince Of France | Shawn Mendes

Capítulo 50: El gran anuncio

Iman

—¿Ya lo pensaste? —preguntó Shawn por millonésima vez.

Ha estado preguntando sin parar desde ayer, y no podía culparlo. Él realmente quería que yo dijera que sí, pero estaba como estancada. Estaba muy nerviosa.

¿Por qué sentí que algo horrible estaba por suceder?

—Haré cualquier cosa, pero por favor di que irás —volvió a decir.

—Bien... —dije derrotada. Solo estaba haciendo esto para que se callara.

—Gracias al cielo —dijo con alivio.

Y entonces tuve una idea. —¿Pueden venir Maria y Juliette?

Él estaba confundido. —¿Qué?

—¿Pueden venir, por favor? Son mis mejores amigas y ya no las veo, sería bueno que vinieran conmigo. Me hacen feliz y son confortables.

—Si eso es lo que quieres, entonces está bien —sonrió.

—Gracias, eres el mejor —le besé la mejilla—. Y con respecto a Daniel, él también debería venir.

—No lo sé, Iman... —se encogió. Me reí sabiendo que a Daniel no le agradaba Shawn en lo más mínimo.

—Ohhh, ¿por favor? Tú dijiste cualquier cosa —lo imité.

Él puso juguetonamente los ojos en blanco. —De acuerdo entonces.

Tenía la sensación de que todo lo que estaba planeando obviamente tenía algo que ver conmigo. Y quería que Daniel viera que Shawn realmente me ama y que no tenía nada de qué preocuparse.

Así que marqué su número.

—¿Qué ocurre, hermanita? —preguntó.

—No mucho. Oye, me preguntaba si estás libre mañana por la noche.

—Sé que estoy ardiente pero sigo siendo tu hermano.

—¡No de esa manera, Daniel! Ugh, Shawn está organizando algo especial en el castillo y quiero que vengas con nosotros.

—Con mucho gusto. Alguien tiene que vigilarlo —dijo resoplando.

—Sí como sea. Te contaré todo lo demás mañana —dije y colgué.

Ahora a llamar a mis dolores de cabeza.

—¡Hey, Iman! —gritó Juliette en el teléfono. Ella siempre es tan ruidosa.

—Holaaa —habló Maria.

—Hola hermosas. Iré directo al grano, ¿les gustaría ir a algún lugar con Shawn y conmigo?

—¿Realmente estás preguntando esto? —preguntó Juliette.

—¡Nos encantaría ir! ¿Pero dónde y cuándo? —esta vez preguntó Maria divertida.

—Al palacio, mañana a la noche.

—Creo que estoy a punto de morir —dijo la rubia en un llanto fingido.

—Ya estoy hiperventilando —jadeó Maria.

Me reí. —¿Entonces, vienen o no? Tal vez no sea una buena idea porque se desmayarán...

—¡Espera, espera! ¡Queremos ir! —dijo Maria rápidamente—. ¡Juliette, probablemente puedas ver al Príncipe Blake!

—Sip. Definitivamente vamos a ir.