Capítulo 74: Ceder

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Iman

—Janice, por favor, deja de llorar —habló Shawn preocupado cuando la puso sobre su hombro y le dio unas palmaditas en la espalda. Acosté suavemente a Jaedon en su cuna después de que se durmiera y besé su mejilla.

Seguía escuchando el suave llanto de Janice.

—No se detendrá, ya lo intenté todo —dijo Shawn dándome a la pequeña.

—¿Estás bien, bebé? —arrullé en la orejita de Janice.

Me miró con sus preciosos ojos color avellana que heredó de Shawn y su llanto se apagó.

—Eso es, cariño —dije frotándole la espalda y caminando con ella sobre mi hombro.

—Le agradas mucho más que yo —Shawn sonrió.

—Eso no es cierto. La única vez que le agrado es cuando está llorando y tengo que acostarla, solo soy buena en eso. Además, ella es una total bebé de papá —dije honestamente.

A veces Janice llora si no ve a su padre por ninguna parte.

Después de acostar a nuestra hija, Shawn vino por detrás y envolvió sus brazos alrededor de mí, luego me dio un beso en la mejilla.

—Eres realmente buena con los niños.

—Sí, lo soy —me reí entre dientes.

—¿Sabes? He estado pensando... ¿no quisieras hacer algunos más? —preguntó. Levanté una ceja y me di la vuelta.

—¿Qué está insinuando, señor Mendes?

Él se rió antes de sonreír y me acercó más por el borde de mis pantalones cortos.

—Tú sabes de que estoy hablando, Iman.

Miré hacia abajo y noté el bulto creciente en sus pantalones. Sonreí y coloqué un suave beso debajo de su oreja, y Shawn se mordió el labio.

—Lo siento, pero voy a decir que estoy bien por ahora. Y una vez más, tendrás que ocuparte de eso, cariño —dije saliendo de la habitación y lo escuché suspirar con frustración.

—Vuelve aquí, Iman.

—Nop —sonreí, cerrando la puerta.

Me reí ante el pensamiento de Shawn teniendo que volar solo, pero también me sentí culpable por rechazarlo tantas veces.

Una de las razones por las que Iman realmente lo ha estado haciendo era porque aún estaba insegura con su cuerpo, pero por otro lado, Shawn estaba muy contento con su forma, y ella se dio cuenta de que solo debía confiar en el juicio de su esposo.

[...]

—No, Blake, no volveré a salir contigo.

—¿Ni siquiera para comprar helado?

—No, ni siquiera. Y además, ya tenemos helado aquí —me estaba haciendo reír.

—Pero no es lo mismo...

—¿Y qué le pasó a Daniel? ¿Ustedes dos no son como mejores amigos?

—En realidad, el término correcto es familiares —me corrigió.

No importa, tienen que dejar de salir juntos.

—Él está con Maria en este momento, y Aaliyah salió con mamá.

—Que desafortunado.

—Eres realmente injusta. Estoy a punto de morir de aburrimiento y ni siquiera te importa.

Prince Of France | Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora