Prince Of France | Shawn Mendes

Capítulo 52: Te echo de menos

Iman

Estaba viendo una de mis películas favoritas de todos los tiempos, y me encontraba sola ya que Daniel había salido.

Cuando regresamos a Estados Unidos, me sentí como en casa. Pero no era lo mismo que estar en Francia, me había acostumbrado más a mi vida allí.

Era muy difícil concentrarme en la película cuando mi mente estaba en todas partes.

Recuerdo cuando Shawn y yo solíamos hacer pequeñas cosas como acurrucarnos en el sofá con mi cabeza apoyada en su pecho mientras uno de sus brazos me envolvía protectoramente. También recordé lo hablador que era y cómo le tiraba almohadas para callarlo.

Estaba deseando que estuviera aquí, justo al lado mío.

Habían pasado un par de semanas desde que lo había visto y, aunque me he estado obligando a olvidarme de él, no pude. Shawn seguía invadiendo mi mente de vez en cuando y a menudo me distraía.

En el fondo sabía que lo extrañaba, no podía discutir con eso. Realmente lo hacía.

Las cosas no eran lo mismo sin él alrededor, y a veces me pregunto por lo que estaría pasando. Vi la forma en que se veía cuando se topó conmigo en el aeropuerto. Me perseguía todos los días y siempre intentaba sacar esa imagen de mi cabeza.

Alcancé el control remoto para subir el volumen y sacarme de mis pensamientos cuando me di cuenta de algo.

Todavía llevaba el anillo de compromiso.

Lentamente llevé mi mano hacia atrás para examinarlo en mi dedo. Qué hermoso se veía envuelto firmemente alrededor de mi piel.

Le di una pequeña sonrisa mientras lo miraba un poco más. Me pregunté qué increíble hubiera sido si Shawn y yo pudiéramos casarnos y establecernos. Pero sabiendo que era muy poco probable sin la bendición de su padre, fruncí el ceño.

También recuerdo la vez en que me propuso matrimonio, y esa misma noche, tomó mi virginidad. Sonreí ante el pensamiento.

Pero de nuevo estaba molesta. Tenía a Shawn, algo tan precioso para mí solo para que nos separemos al final.

Lo amaba entonces, y ciertamente lo amo ahora. Solo necesitaba reunir mi cabeza y resolver la situación.

—Iman, te conseguí algo de Chick fil A —Daniel dijo cerrando la puerta detrás de él y entregándome la bolsa que contenía la comida.

Aunque era un poco ligero. Miré dentro y vi un bocadillo medio mordido.

—¿Por qué hay un sándwich medio comido aquí?

—Tienes razón —dijo tomándolo de vuelta.

—Eres demasiado amable —puse los ojos en blanco haciéndolo reír.

—Solo estoy jugando, aquí está el tuyo —dijo dándome una bolsa diferente.

Cuando tomé la bolsa, vi a Daniel mirarme la mano. Sabía que estaba mirando el anillo, pero él no dijo nada.

—Como sea, ¿cómo está tu amiga, Maria? —preguntó.

—¿Por qué de repente estás preguntando por ella? —me burlé de él.

—Ella es... ¿bonita? —dijo en tono de duda.

Puedo imaginarla dando saltos ahora mismo.

—En realidad no he hablado con ella o con Juliette todavía. Lo que me recuerda, ahora vuelvo.

Él asintió con la cabeza.

Fui a mi habitación y marqué el número de Juliette, agregando también a Maria como siempre lo hago. Me gusta hablar con ambas al mismo tiempo.