Nadie
—¡¿Quieres decir que lo dejaste entrar al palacio?! —el Rey Manuel le preguntó a su esposa en voz alta.
Estaba más que furioso de que incluso invitara a Shawn a cenar sin notificarse primero. Lo peor fue que se había enterado por los guardias o los miembros del personal de la casa.
Y por último pero no menos importante, estaba enojado porque Shawn trajo a Iman. ¿No le advirtió que mantuviera la distancia?
—¡Por supuesto que lo hice! Él es mi hijo después de todo. No sé por qué debería prohibirle que entrara en su propia casa —dijo Karen cruzándose de brazos y mirando hacia otro lado.
El Rey levantó una ceja. —¿Tu hijo? ¿Te refieres al próximo rey? —preguntó con las manos entrelazadas detrás de la espalda.
La Reina no respondió.
—¡Ha renunciado a su título de ser el heredero! En todo caso, es un total desconocido —gritó frunciendo las cejas.
La Reina se sorprendió. Ella no lo sabía, así que eso es lo que Shawn había hecho. Fue entonces cuando sintió que su corazón se rompía lentamente.
—Y además, él tiene su propio lugar. No creo que vaya a venir pronto —dijo el Rey saliendo de la habitación.
—¡Eso es por ti! ¿Cómo puedes quedarte parado y verlo irse? —le gritó ella.
Se detuvo en seco. —No me escuchará, Karen —dijo—. Literalmente, renunciaría a todo lo que tiene por esa mujer —negó con la cabeza.
—Eres realmente increíble —dijo Karen.
—¡Mujer! ¡Incluso tú sabes que lo que está haciendo es despreciable!
—Querido, ¿podrías simplemente renunciar? Si solo vieras la forma en que la mira, sabrías que está profundamente enamorado y que no cambiará de opinión —le suplicó Karen—. ¡Es tu hijo! Debes respetar sus decisiones. ¡Él sabe lo que está haciendo!
—Solo tengo un hijo. Él mismo ha dicho que no quiere tener nada que ver conmigo.
El Rey no dijo una palabra más, solo desapareció por el pasillo.
Él no quería escuchar nada de eso.
La Reina se quedó allí de pie con el corazón roto, y no podía creer una palabra de lo que acababa de decir.
Iman
—Déjame en paz —me reí suavemente empujando la cabeza de Shawn lejos de mí.
Estaba en mi habitación leyendo un libro y Shawn no me dejaba estar en paz.
—Pero estoy muy aburrido y no sé qué hacer —suspiró.
—De acuerdo, entonces ve a hacer lo que sea que hagan los príncipes.
Él no respondió.
Pasé la página y mantuve mis ojos pegados a la escena.
Esta chica llamada Ann, estaba a punto de tomar la decisión más dramática. ¿Ella iba a elegir a Marcus, el chico malo y rebelde? ¿O Jaxon, el dulce y romántico?
Personalmente elegiría a Jaxon porque me gustan los chicos buenos, humildes y dulces.
Como..
Blake.
Haha es broma. Shawn es mi único amor.
—Te ves tan interesada en el libr-
—Shh.. —cerré sus labios con mi dedo índice y el pulgar. Él puso los ojos en blanco y entonces sacó la lengua.
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Prince Of France | Shawn Mendes
Romansa«-Quiero que seas mi reina -susurró Shawn mientras me acorralaba entre su cuerpo y la fría pared. No hay palabras que pudieran salir de mi boca. Lo único que podía hacer era mirar sus suplicantes ojos color avellana. -Cariño, por favor.. -dijo besan...