Prince Of France | Shawn Mendes

Capítulo 57: ¿Dónde estás?

Narrador

Shawn sintió el sol a través de sus párpados y se despertó.

—Bebé... —murmuró en la almohada.

Lentamente abrió los ojos y vio que Iman ya no estaba a su lado.

Comenzó a entrar en pánico. Sus ojos se movieron frenéticamente por la habitación tratando de detectar a su amor. Saltó de la cama en busca de Iman y se resbaló en sus boxers.

Se dirigió al baño y vio que ella no estaba ahí. Irrumpió en la sala de estar y cuando vio que Iman estaba en la cocina preparando el desayuno, su corazón se desaceleró a un ritmo constante cuando se dio cuenta de que ella no se había ido de su lado.

Después de que desayunaron y tuvieron una agradable conversación, fue cuando Iman comenzó a preocuparse porque su mamá y Daniel seguían esperándola.

Y para su suerte, su teléfono comenzó a sonar. Se excusó y fue a la sala a contestar.

Shawn vio que estaba preocupada y la siguió. Él envolvió sus brazos alrededor de su cintura desde atrás y hundió su cara en el hueco de su cuello.

Esta acción ciertamente calmó un poco a Iman.

—¿Sí, hola? —preguntó.

Era su madre.

—Um, ¿dónde estás? No viniste a casa anoche —le preguntó. Iman podía descifrar que estaba arrugando las cejas—. ¿No has visto mis llamadas y las de Daniel?

Las llamadas perdidas de mamá no son buenas.

Su corazón se aceleró cuando Shawn comenzó a depositar suaves besos desde detrás de su oreja hasta su clavícula.

—Yo-um... mamá, estoy en camino ahora mismo. Lo siento, no quise preocuparte. Te lo explicaré más tarde.

Iman también le dice que perdió la noción del tiempo con un amigo y terminó quedándose en su casa.

Su madre quería preguntar más, pero sentía que aún no era el momento debido a cómo se sentía su hija. Iman le dijo a su mamá que estaría en casa en poco tiempo.

Daniel escuchó a su madre hablar con Iman por teléfono. Él también estaba preocupado, pero a diferencia de ella, él sabía a dónde había ido. Fue a ver a Shawn.

Es decir, es algo que tenía que pasar. Él estaba aquí en el mismo estado que ellos.

A Daniel no le gustó que su hermana estuviera tan dispuesta a darle otra oportunidad. Si se salía con la suya, Iman nunca lo volvería a ver, pero sabía que eso solo la lastimaría y haría que ella lo odiara, y no podía tener eso, así que simplemente lo dejó.

—Cariño, ¿estás bien? —le preguntó Shawn.

—Sí, e-estoy bien. Pero me tengo que ir ahora —respondió caminando a su lado.

—Espera, yo puedo llevarte —dice esperanzado.

—Uhm no, eso no será necesario. Conduje hasta aquí —Iman le dio una pequeña sonrisa.

—¿Nos mantendremos en contacto? —Shawn le preguntó antes de guiñarle un ojo.

Ella se rió entre dientes.

—Por supuesto.

[...]

Iman estaba cojeando un poco cuando llegó a casa, pero sabía que no podía dejar claro lo que ocurrió la noche anterior.