Prince Of France | Shawn Mendes

Capítulo 81

Narrador

—Shawn, ¿qué pasa? No te he visto en todo el día —preguntó Iman, cerrando la puerta de la oficina detrás de ella.

Desde que Shawn regresó de Alemania, había estado un poco distante. Está más callado que de costumbre, que es decir algo. Sigue hablando normalmente con todos, pero su comportamiento es distinto, se ha vuelto más serio y no tiene mucho tiempo libre.

Iman sabía que el estrés de convertirse en rey le estaba afectando, lo que ella entendía por completo. Simplemente extrañaba a Shawn, eso es todo.

—Oh, Iman, solo estaba aquí... —dijo mirando de nuevo hacia abajo en unas pilas de papeles, los estaba leyendo atentamente.

Le permitió sentarse en su regazo y ella puso uno de sus brazos alrededor de sus hombros. Después de un par de minutos, Shawn suspiró y se recostó en la silla con las manos en el rostro.

Iman se sentía tan mal por él.

—¿Shawn?

—Simplemente estoy estresado —murmuró.

—Yo también lo estaría si estuviera en tu posición, has estado así desde que regresaste de tu viaje.

—Lo sé, es solo que... nunca antes había estado tan nervioso y estresado. Ahora que es el momento de que tome mi lugar, soy un desastre —puso los ojos en blanco. Iman sonrió.

—Todo va a estar bien, vas a ser un gran rey —ella le besó la mejilla.

—No lo sé...

—No dudes de ti mismo, al menos no ahora. Tienes todas las cualidades para ser un buen rey; eres fuerte, humilde, atento, y no tienes miedo de decir lo que piensas. Eres maravilloso, Shawn.

—¿Eso crees? —le preguntó de frente.

—Claro que sí, tienes tantos planes y todos nosotros te apoyamos, no te rindas. Recuerdo cuando solías decirme todo el tiempo que no podías esperar a ser rey, no déjes que el estrés te carcoma ahora —lo alentó Iman, odiaba verlo tan molesto.

Shawn sacudió la cabeza y la miró a los ojos.

—Te amo tanto, maldición.

Ella lo besó en respuesta.

—Iman, olvidé decirte que iré volando al Reino Unido, ¿quieres venir? —le preguntó.

—Seguro, pero ¿pueden venir también Jaedon y Janice?

—Dudo que quieran estrechar manos con personas mayores —dijo Shawn riendo entre dientes—. Además, a mis padres no les importará cuidarlos.

—Entonces está bien.

[...]

—¿Y hablaste con él? —preguntó Karen mientras caminaban por el pasillo.

—Sí, todo lo que necesitaba era unas pocas palabras de aliento.

—Oh, eso me recuerda cuando Manuel estaba en la misma posición que Shawn.

—¿Ah sí?

—Por supuesto, y Manuel estaba en una crisis aún mayor. Construir un país no es algo ligero, y él casi no tenía tiempo para nada. Pero de todos modos, tú eres maravillosa por darle algo de espacio a Shawn.

—Eso es todo lo que necesita en este momento —Iman sonrió.

—¿Sabes, Iman? Siempre supe que eras la mujer perfecta para mi hijo, lo supe en el momento en que te trajo a esa reunión que planeé —confesó la reina.