La magia va de tu mano ❤️

302 36 10
                                    


La noche las había vuelto a reunir…
Eran dos cuerpos unidos en aquella cama que alumbrada por el resplandor de la luna en una noche de verano era testigo de algo puro, noble nada más y nada menos que amor.
Ambas volvieron a fundirse la una en la otra.
Desnudas enfrente de la otra mirándose de nuevo una y otra vez buscando en sus miradas la confianza la paz que al conectarse encontraban.
Flor quiso amar a Jazmín de la misma forma en que lo hizo con ella sin esperar absolutamente nada a cambio.
La pelirroja le aseguró que no necesitaba que le devolviese nada que era suma y completamente feliz con ella pero la de rulos no sentía que debiera devolverle solo por agradecer tanto amor, Flor también quería tener la oportunidad de demostrarle a aquella mujer que había llegado a su vida cuanto había generado en ella cuantos sentimientos hoy se alborotaban en su interior cuantas mariposas la recorrían de pies a cabezas cuan fuerte latía su corazón si la tenía en frente con ella mirándola como solía mirarla y así desarmar a una Florencia que no tenía idea de cómo alguien podía tener el don de desarmarte y armarte en un segundo formando una mejor versión de sí misma eso y tanto más quería hacerle sentir a ella porque como dicen las cosas más esenciales de la vida no se ven se sienten.
Flor moría de miedo, si miedo de no saber por dónde arrancar por nunca haber estado en esta situación con una mujer de tener ella el mando, miedo que comenzó a alivianarse a desvanecerse cuando entendió en los ojos de Jazmín en sus gestos en el cuerpo de la pelirroja que también le hablaban con su propio lenguaje corporal que ella estaba ahí para guiarla que no estaba sola que no había mejor plan que aprender juntas porque si, porque a pesar de que la alta supiera de la materia podría aprender innumerables cosas de ella en su rol de enfrentar algo por primera vez y así iba sucediendo, la alta fue paciente cosa que casi siempre fue en su vida, pero que el tener paciencia le costó menos que menos en ese momento porque el amar a Florencia la hacía amar cada segundo en el que, la de cabello castaño la exploraba recordando un poco de cómo Jazmín lo hizo y la otra mitad por su instinto, su sentido común y por lo que le hacía sentir la pelirroja lo pasional podía jugar en contra para la de ojos verdes creyendo que la lentitud con que Flor se detuvo a recorrer sus curvas cada rincón que era toda ella podía ser una tortura lejos de eso lo disfruto entre gemidos entre amor, sobretodo mucho amor porque tenía todo el tiempo del mundo para amar y dejarse amar por esos ojos cafés que aterrizaban en cada zona nueva que descubría y allí poso entonces sus labios al principio dubitativos mientras la miró para tener su aprobación, la colorada creyó desarmarse ante la pasión que sentía y la ternura que le provocó sentirse amada y dejándose descubrir porque no quería hacer otra cosa que no fuera dejarse leer completa ante ella.
Ella que aterrizó llena de besos para darle y  que le iban dando a la de pelo largo la data mientras mantenía sus ojos cerrados que esos besos iban tomando confianza en el recorrido a medida que conquisto lugares que arrancó con ellos miles de suspiros de gemidos de placer a la pelirroja que sintió que estaba conociendo el cielo de muy cerca que podía tocarlo y es que en la inexperiencia de Flor había ingenuidad, dulzura, valentía por lanzarse a amar con el corazón a pesar de morirse de miedo.
Jazmín le prestó sus ojos para decirle que todo iba bien que nada podía salir mal porque era ella, era la mujer que la hacía estremecer desde la punta del pelo hasta la punta de los pies por la que exhalaba puro e infinito amor por cada poro de su piel, la conexión era fundamental sus almas se entendieron, se cuidaron, Flor afrontó quizás lo que más la atemorizaba, el no hacerle sentir lo que ella le hizo sentir la noche anterior el no poder brindarle un paseo por las estrellas y detestó aún más el no poder dejar de pensar para dejarse llevar en un momento culmine, entonces respiró profundo y otra vez estuvo su mirada ahí, justo ahí abrigándola, conteniéndola, amándola cada minuto en silencio mientras se sintieron, respiró y se entregó al momento, la pelirroja esperó paciente más que nunca sabía que ella estaba a punto de enfrentarse a un desafío, quiso que comprendiera que no había forma de fallar porque simplemente ella tenía la fórmula exacta para llevarla a la gloria con solo detenerse en sus ojos verdes.
Ambas apretaron sus ojos con sensaciones diferentes una recibiendo y la otra entregando todo lo que tenía para dar pero con un mismo sentimiento amor.
Sus corazones se enloquecieron, el ritmo de sus latidos ascendieron, se elevaron juntas al paraíso, la alta sintió desvanecerse cuando ella exploró su parte baja más íntima, era más de lo que había imaginado más allá de recibir placer era el placer puro de sentirse amada y de entregarse a la persona que tanto amaba, ese placer estaba por encima del pasional se estremeció todo su ser, no hubo espacio en su interior que no le avisará que estaba flotando en una nube.
La más bajita se guardó cada sensación de haberla navegado en sus profundos mares y si lo hizo perfecto o no dejo de importar aunque Jazmín le hizo entender con su cuerpo que si había podido ser capaz de estar a la altura, solo importó el sentimiento de haberlo dejado todo, se dejó guiar por el sentimiento profundo hacia la pelirroja, hacia su ser y eso le bastó para amarla con toda la pureza de su corazón.
Sus cuerpos estaban unidos ayudándose entre respiraciones agitadas a volver a la tierra sus labios no quisieron despegarse, sus brazos, sus piernas quisieron estar en contacto a cada minuto.
La alta con sus dedos entre el cabello ondulado de Flor jugo dando masajes en su cabeza.
Jaz- Gracias por llevarme hasta el cielo con tanto amor sos lo más hermoso que vi en mi vida, te amo.
Flor que rozó sus labios en el hombro izquierdo de ella mientras sintió en su pelo las manos dulces de Jaz.
F-Lo hicimos juntas vos me acompañaste me guiaste para llegar a él, te amo (los besos quisieron estar presentes, cada segundo, sus labios jugaron a rozarse a atraparse entre dientes, se amaron en cuerpo y alma, encontraron en los labios húmedos de la otra paz esa paz que se siente cuando se ama de verdad.

La magia de encontrarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora