Una de las infinitas maneras

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La lluvia caía sobre toda la ciudad los edificios brilloso se veían desde el apartamento de Souphi donde Flor se estaba quedando en la noche acompañada por su amiga, la pelirroja tuvo que trabajar de noche en el bar-café.
Jazmín aprovechó que tenían unos minutos tranquilos en la cocina para llamarla.
Cuando agarro el cel para ir a llamadas vio que Flor le había mandado un mensaje.

Mensaje de Flor: Voy a dormir muero de sueño, linda jornada pelirroja bella, Te amo.

Jaz leía el mensaje con los labios unidos y con curva por su sonrisa, a causa de esa misma sonrisa con la que veía el mensaje, en efecto su cachete que sostenía con su mano se volvia redondito.

Souphi iba a llevar a Flor a su casa antes de irse a trabajar.

La pelirroja no fue a buscarla cuando salió, como habían quedado porque la bajita se durmió antes y no quería  quebrar su sueño.

Estaba agotada pero aunque fuera demasiado cursi dormir sin la de rulos no le gustaba.

Era su día libre y el despertador sonaba una hora y media antes de que Souphi y Florencia llegaran, hacer las cosas a las corridas no le daba muy bonitos resultados, la mayoría del tiempo le gustaba hacer las cosas con calma, la de ojos marrones ya había desayunado.

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Iba haciéndose el desayuno para ella, el tocadiscos hoy estaba despierto temprano como ella, el disco giraba y como cada vez que lo ponía en funcionamiento, se quedaba unos segundos viéndolo arrancar y girar, puso música suave porque la bajita amaba ese tipo de melodías para la mañana, eligió el sartén más pequeñito, lo agarró del mango verde y lo coloco sobre la hornalla, coloco un toque de aceite en una pequeña espiral y lo giro para que éste cubriera las partes vacías.

Agarro un cucharon y destapo la licuadora donde tenia la mezcla para su hot cake de banana y avena, se volvia infantil cuando llegaba la parte de dejar caer la mezcla y ver el rápido proceso en el que se convertía en esponjoso y marroncito.

Mientras pasaba el último del sartén al plato, sintió dos voces y vio una panzoncita aparecer.

El olorcito del desayuno y la música suave le ofrecían a Flor una entrada llena de energía linda.

Souphi se fue a su trabajo, y Jaz no desayuno sola, eran las siete y media y las ganas de volver a desayunar de la más bajita hizo que la pelirroja tuviera compañia. 

Flor se había levantado hoy con ganas de abrazar, la de ojos verdes se rió y le dijo que talvez no todos los antojos se relacionaban con la comida, quizás existían los antojos de demostraciones.

El abrazo de la de rulos tenia el sonido de su risa al escuchar a la pelirroja reflexionando sobre antojos, entonces ahí con sus brazos rodeando sus espaldas la alta le recordó a ella la segunda cita en la que conoció su risa, ella no se separó, la iba escuchando desde el hombro de la de pelo largo, juntando un poquito más sus brazos.

Segunda cita, después de andar con la bicicleta por las calles, en el parque Florencia presentó una carcajadas que podia hacer reir a cualquiera.

No importó que el sol ya estuviera bajando su manera de reír era iluminadora.

Jazmín le dijo que ese dia reconfirmó la existencia de la magia, y que cuando se reían juntas eso le parecía una de las maneras de explicar el amor, y como aquella vez y cada día hoy volvió a sentir la magia de cerca.







La magia de encontrarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora