Si estás conmigo ❤
Ambas estaban en sus puestos de trabajo pero sus cabezas no estaban precisamente en el.
Flor por su parte se sentía emocionada, contenta, feliz porque era la primera vez en su vida que tenía novia y se sentía tan bien con eso, su familia aún no sabía, las personas de su alrededor estaban acostumbrados a verla con chicos y sin duda ésta sería una sorpresa para su entorno y por otro lado tenía nervios porque hoy la llevaría a conocer de quién tanto le habló, su abuela Dulce una de las personas más importante y especiales para Jaz.
Sacudió su cabeza en el escritorio y observó el panorama la salita bajo control los niños estaban tranquilos haciendo la tarea que les había mandado entonces sonrió porque verlos la calmaba un poco.
Jazmín iba y venía por el café con una sonrisa extra grande era un montón de emociones juntas, ese cosquilleo en su panza, permanente desde que ella estaba en su vida, nervios y ansiedad por ver la cara de su abuela cuando la conociera.
Pensar en ese momento le dio energía y nervios, a la vez que casualmente le dio un shot de dinamismo para trabajar más del que siempre tuvo.
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Flor tenía su clase de zumba que casi olvidó de modo que salió de la escuela volando entre bolso, carpetas, cuadernos su túnica en el brazo, tenía poco tiempo por haberse entretenido con Lorena, su colega de primer año.
En estos momentos es que deseo con todo su corazón haber venido en la moto asique troto como pudo llena de cosas y tomó un taxi.
El día estaba húmedo, el cielo nublado pero no hacía frío.
Una Flor transpirada agarró del banco de madera largo contra la pared del gimnasio su toallita azul y se la paso por la frente mientras tomaba agua de la botella que la acompañaba en cada clase y hablaba con el grupo de compañeras que entusiasmadas organizaban una comida entre ellas para este viernes.
Jazmín iba en su auto lista para pasar por ella y llevarla a conocer a Dulce, sus ojos no podían esconder la emoción que le daba en pensar juntas a dos personas tan importantes, movió ansiosa sus dedos haciendo sonar las uñas bien arregladas contra el volante mientras tarareo la suave melodía de la emisora que llevaba puesta en la radio.
Eligió dejar su larga cabellera pelirroja y lacia en una cola tirante que resaltó sus achinados ojos verdes, se puso un jean verde oliva
y una camiseta a rayas en tono rojo y verde.
Estacionó su auto a una cuadra más abajo de la casa de Flor ya que la ciudad hoy estaba repleta de autos y encontrar un lugar para estacionar no fue tarea fácil se tardó unos cinco minutos para dejar el auto y caminó a paso acelerado preocupada por no hacer esperar a su novia, la palabra novia en su mente la hizo sonreír achinando sus ojos mientras todos sus dientes se dejaron ver en una alegre risa, en el día había repetido miles de veces esa palabra en su cabeza, aún no se lo creía.
Espero paciente a que bajara a la calle.
Su sonrisa aumento cuando vio aparecer a la de ojos marrones que vestía casual cómoda pero linda, llevaba una remera básica color bordo con esa chaqueta blanca de algodón que amaba usar, un jean color negro y botas del mismo color de la remera, un moño perfectamente armado dejando caer un mechón a cada lado de su cerquillo.
Cerquillo que a Jazmín la volvió loca de amor y en su mano llevaba un budín de limón glaseado que preparó en apuros y rogó al cielo que haya quedado como su madre le había enseñado.
La pelirroja que se mordía el labio inferior mientras sus cachetes se pusieron gorditos por su sonrisa, estiró sus brazos hacia ella que avanzó de la misma forma, sonriendo.
Sus miradas se hablaron por si solas la noche anterior había sido perfecta para ellas y era su primera salida siendo pareja.
La alta la fundió en un abrazo lleno de amor y se besaron entre sonrisas y cachetes colorados.
Ya enfrente de la casa de su abuela…
Florencia se escondió en el cuello de la pelirroja que se rio acariciándole la espalda.
Jaz- ¿Qué pasa?
F- ¿Mira si no le gusto a tu abuela? ¿Mira si piensa que no soy suficiente para estar con su nieta?
Encima ella es re especial para vos y su opinión tiene un gran peso.
Ella la miró enternecida mientras la separó de su cuerpo para mirarla y peinándole el cerquillo…
Jaz- Le vas a encantar a mi abuela ella te va a adorar te lo prometo.
Ella la miró con sus ojos grandes llenos de miedo mientras jugó con los dedos de la de ojos verdes, detalle que a la colorada le generó ternura y tuvo ganas de abrazarla y no soltarla.
F-¿Y cómo estás tan segura de eso?
Jaz- Porque sos hermosa y me refiero a tu interior porque por afuera está demás decirlo (Flor largo una pequeña risa mientras se mordió una uña).
Y mi abuela capta en un abrir y cerrar de ojos a las personas buenas, vos sos buena, especial y hermosa (mientras habló fue dando besos por toda su cara, sus labios chocaron en su cara por cada piropo que le dijo y terminó cubriéndola entre sus brazos para quitarle los miedos y así entraron abrazadas, aunque la de rulos aún moría de nervios pero ella la había calmado.
Dulce horneó un pastel de frambuesas que dejó su aroma en toda la casa que tenía ese espíritu jovial en el aire, música brasileña y su voz que transmitía paz, ellas la veían de espaldas, esa imagen tan distendida la energía que se respiraba en aquella colorida y alegre casa le dieron algo más de confianza, aquella mujer todavía no se había dado vuelta y ya percibía que tenía tanto de Jazmín o Jazmín de ella y sonrió pegándose a la pelirroja que la tenía de la mano.
Jaz- ¡Abuela!
Dulce rápidamente se dio vuelta al escuchar la voz de su nieta, su amada Jazmín.
Con esa sonrisa que era capaz de aliviar cualquier cosa se acercó alegre hacia ambas observando a la enrulada, con su mirada le recorrió el rostro a ella que estaba quietita observando cada gesto que se fue plasmando en la cara de Dulce.
Después de mirarla…
D- ¿Ella debe ser Florencia verdad? Miró a su nieta acariciándole la mejilla.
Jaz- Es ella y su sonrisa se volvió gigante mientras miró a su abuela y la miró a Flor y agarró la mano de la más pequeña para quitarle el nerviosismo dándole suaves caricias con su dedo pulgar en la mano.
D- ¡Al fin te conozco!
Su sonrisa le transmitió paz, confianza.
F- Mucho gusto soy Florencia (sonrió tímidamente).
Dulce le agarró la mano al tiempo que le acarició el rostro y la vio con ternura.
Jazmín me hablo muy bien de vos, de verdad sos una hermosa jovencita,
Tu mirada me gusta (le dijo haciéndolas pasar a la mesa que había preparado con suma paciencia y amor, las tacitas de té que jamás faltaban, unas roscas pequeñas que olían riquísimo).
La de cuerpo menudo ya respiró tranquila, definitivamente resultó mejor de lo que la imagino a través de las descripciones que le dio su novia, el tiempo pasaba pero ellas no tomaron en cuenta eso, Dulce se encargó de hacer sentir como en casa una Florencia que se enamoró cada vez más de la personalidad tan bella de Dulce, de sus recetas, de sus historias, se rieron a más no poder, no pudo creer la chispa y energía que conservaba aquella señora de ojos bonitos y sinceros.
Después de haber pasado unas horas hermosas juntas…
Las chicas se despidieron de la mujer mayor en la puerta.
Jaz- Abuela gracias por todo (le dijo abrazándola).
D- Gracias a ustedes por venir.
Flor sos preciosa me gustas para mí nieta en verdad que sí (y la abrazó dejándole un dulce beso en el cachete a ella que se dejó fundir en el abrazo calientito y amoroso.
F- Gracias en verdad por hacerme sentir como en casa.
D- Es tu casa también pueden venir cuando quieran.
Y así se despidieron…
Sonrientes y abrazadas, el auto de la colorada estaba a tres cuadras asique les tocó caminar.
Jazmín se junto a ella dándole un beso en la frente.
Jaz- ¿Viste hermosa? te dije, no había forma de que saliera de otra forma la conozco y créeme que te amo.
A ella se le iluminaron los ojos.
F- Jaz tu abuela es mejor de lo que me la imaginé, es increíble su vitalidad su manera de ver la vida ahora entiendo de dónde viene tanta hermosura tuya (le dijo guiñándole un ojo).
La de cabello pelirrojo se rio mientras caminaron por la ciudad que ya comenzaba a anochecer, fueron charlando, la bajita no paró de hablar de lo feliz que estaba y ella sonrió con cada gesto que hizo, verla así de feliz por conocer a su abuela, caminar de su mano poder mirarla a los ojos a paso lento, ella era un terremoto de palabras al tiempo que casi se cae por tropezar con una piedra camuflada en el camino, la colorada tuvo buen reflejo y no la dejo caer, quedó abrazada a Jazmín mientras se reía a carcajadas contagiándola de risa pegando su frente a la de Flor.
Jaz- Jaja estás a salvo princesita.
F- Estoy a salvo bella dama, gracias por rescatarme (le dijo haciendo reverencia como si estuviera delante de una princesa).
Jaz- Rescatarla a valido la pena tan solo por poder ver de cerca tan hermosos ojos (ambas se miraron y cómplices se rieron).
Mientras la de cara más chica miró sus ojos verdes la alta sintió la necesidad de largar lo que hace rato tenía en el pecho.
Atrajo a Florencia que tenía la cara roja de risa y la miró queriendo transmitirle que necesitaba de su atención, la de rulos se detuvo en ella y nada más.
Jaz- Yo te amo Flor.
No dio crédito a lo que escuchó sus ojos brillaron, su boca se tenso y se quedó ahí en los ojos verdes de su novia que no sabía qué hacer con los latidos de su corazón, creyó que la de cabello castaño podía escucharlos perfectamente, cada latido y gotas que comenzaron a caer del cielo y rápidamente se convirtió en lluvia, el tiempo pareció haberse detenido ahí mismo, eran solo ellas dos sus miradas y sus corazones unidos, la de pelo pelirrojo la miró con paciencia a ella que reaccionó estrellando sus labios contra los labios más gruesos de la pelirroja, posando sus manos en los cachetes de Jazmín que la apretaba contra ella sintiendo la ropa mojada de la bajita sobre ella, creando muchas cosquillas en su interior, subió sus manos entrelazándolas entre el moño húmedo de Flor y la besó con una mezcla de ternura y pasión, jugó con su labio inferior, dándole pequeños besos en el y volver a envolver la boca de ella en sus labios, la enrulada dio suspiros en medio de aquel beso que las dejó sin aire, separándose para volverse a besar, la alta le dio tres besos seguidos con ruido y ella se sintió frágil y fuerte a la vez, entonces le susurró entre besos…
F- Te amo, te amo.
Jazmín no quiso hacer más nada que no fuera comerla a besos y así sin poder resistirse volvió a detener el tiempo perdiéndose en cada beso, cada suspiro y narices que se rozaron bajo la lluvia de aquella ciudad.
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La magia de encontrarte
RomansDos chicas llenas de vida e ilusiones que tienen que encontrarse para descubrir cosas que no conocían y hacer de sus vidas la mejor aventura