Simple y sencillamente vos ❤️

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Había pasado una semana desde que flor llevó por primera vez a jazmín a casa de sus padres, todo había salido de maravillas.

Aquel miedo que cargo jazmín toda la mañana, toda la tarde y la noche hasta que no puso ambos pies en aquella casa no se le quitó.

Volvió a respirar y se sintió ella otra vez cuando los conoció a ambos padres y a miranda, con miranda surgió una simpatía especial, la rubia al mirar a la pelirroja había sonreído de oreja a oreja justo esa sonrisa que también hizo sonreír a florencia, porque sabía que cuando su hermana sonreía de aquel modo era porque entendía todo, y había comprendido el porqué flor la había elegido, sus padres la aprobaron sin jazmín tener que hacer gran esfuerzo.

Con su manera de ser con su manera de mirar a una flor que se derretía viéndola relacionarse con sus personas de siempre.
Ellos captaron su nobleza, tan solo le pidieron por favor que la cuidara y que la amara sanamente y ya con eso ellos eran felices, entonces le dieron la bienvenida a la familia y jazmín sintió un derroche de felicidad, no paró de sonreír luciendo sus dientes, estaba encantada, ahora conocía algo más de flor lo más importante y pudo respirar tranquila lo que quedará de la noche.

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Domingo totalmente caluroso en la ciudad, ambas amaban el verano y lo habían deseado con muchas ganas, pero la temperatura no daba tregua, el aire era caliente no corría brisa fresca, y a ambas se les daba bien eso de improvisar así que prepararon mochilas con cosas básicas, sombrillas, protectores solares, capelinas algún extra de prendas... short, remera por si acaso.

Cargaron todo en la valija de la parte trasera del auto de jaz .

La más alta encendió la radio, la emisora tenía temas movidos, de esos temas que están en sintonía con el verano, ambas iban cantando y moviéndose en sus asientos.

Las dos llevaban lentes de sol, que se bajaban hacia la punta de la nariz para mirarse de costado y sonreirse mientras guiñadas iban y más sonrisas venían.

Así fueron todo el camino contentas, enamoradas, a decir verdad el calor era más soportable y hasta casi ni se acordaban de él si estaban juntas. 

Una vez que jaz logró estacionarlo, entre los muchísimos vehículos que había, la pelirroja abrió la puerta y cuando flor iba a bajar esta le hizo seña de que no se preocupara que ella le abriria, y si! florencia una vez más quedaba asombrada de lo atenta que era su novia, incluso hasta en los detalles que cualquiera podría pasar por alto, ella volvió a sorprenderla una y otra vez y flor se preguntaba mientras esperaba que la más alta diera la vuelta por detrás del auto, mientras movía sus piernas ansiosa en el asiento con sus cachetes rojos entre miles de suspiros, como podia ser tan hermosa. 

La de cabello largo abrió la puerta del lado de flor y le tendió la mano para que la más bajita comenzará a quitar los pies para apoyarlos en el piso, flor rebotó despacio bajándose la falda blanca que llevaba, mientras se agarraba de la mano izquierda de jazmín que la esperaba sonriente, lista para atraparla en sus brazos y darle un beso bonito, frente al sol que les iluminaba los perfiles que se juntaban en un enredo de labios y frente al mar que las esperaba.

Así la más bajita ayudó a la pelirroja a bajar lo necesario, repartiéndose las cosas entre las dos en su mano izquierda en el caso de jazmin y derecha en el caso de flor de modo que pudieran entrelazar sus manos libres y así caminar en la arena suavecita para encontrar un buen lugar en el que el sol no les diera tan de frente, flor era sensible en cuanto a piel se trataba y esa era la preocupación de la pelirroja por encontrar el lugar con más sombra posible.
Flor llevaba una malla de dos piezas de color azul marino y la pelirroja lucía una de color bordo a tono con su cabello.
Flor disfrutaba de la cara de jazmín cuando pícaramente le pedía que le esparciera el protector solar en la espalda que ella no llegaba a ponerse.
A la otra se le sonrojaba la cara entera, y hacia bailar sus manos dulcemente por aquella espalda llena de lunares que tanto amaba.
La playa estaba repleta casi no entraba más nadie, pero aún así estaban copadas tiradas en la arena bajo la sombrilla, jazmín que estaba sentada le hacía espacio entre sus piernas para que flor se recostara en ella y así mimarla mientras tarareaban canciones que se les ocurrieran.  
Jazmín volvía a ponerle protector a flor para que su piel estuviera cuidada y flor la ayudaba a ella también a ponerse un poco más, antes de ir a disfrutar del agua.
No estaban tan cercanas al mar ya que se fueron hacia atrás donde habían algunos árboles, entonces les tocaba caminar entre la gente reunida allí, habían grupos de chicos tocando la guitarra y cantando, otros disfrutaban de una bebida bien fría mientras charlaban con alguna amiga hermana etc.
Parejitas besándose.
Jazmín reía con flor que la apuraba ansiosa porque llegarán a la orilla.
La más alta apuraba entonces su paso, la de cabello ondulado metía primero la puntita de los dedos del pie para ver la temperatura del agua, era una costumbre que tenía Florencia cada vez que iba a zambullirse por más calor que hiciera primero iban sus pies, cosa que a la pelirroja le dio tentación de risa al tiempo que amagaba con tirarla al agua de cuerpo entero y flor reía alejándose.
Jaz- te agarró y te mojo toda gorda!
F- jajaja no Jaz no seas así detesto que me tire alguien más, prefiero meterme de a poco.
Jaz- no mi princesita no te tiro entonces, atrapandola en un abrazo, un abrazo que le daba enfrente de aquella inmensidad de agua y aquellas muchas personas.
La alzó al aire y flor rodeo sus piernas en la cintura de la más alta que la llevaba poco a poco entre risas un poco más de la orilla pero no tanto, lo exacto para poder disfrutar.
Flor desenrredo sus piernas y se deslizó hacia abajo quedando sus piernas cubierta por el agua, llegando a su cintura.
F- mira Jaz mira la lancha esa!
Jaz- que lancha gorda?
F- esa para allá le decía señalando hacia la dirección donde el mar era más profundo, en cuanto jazmín busco la lancha flor aprovechó y con rapidez se mordió el labio inferior divertida y salpicó llenando de agua a la pelirroja que la miraba con la boca abierta.
Jaz- ahhhh Florencia sos una tramposa!
F- jajajajaajaj se alejaba cada vez más de su novia que avanzaba con sus ojos chinos mientras reía y corría para atraparla.
Jaz- naaa listo ahora si fuiste!!!
Flor entre tanta risa no lograba ser más rápida que jazmín
Jaz- te tengo, la levantó en el aire la lleno de besos y la tiró despacito.
Flor sacudia sus rulos mojados con sus ojos cerrados, para luego abrirlos y hacerse la ofendida a una Jaz que enseguida se sumergió en el agua, al encuentro de la bajita y rodeándola con sus brazos bajo el agua salada.
El sol les apuntaba directo a la cara, jazmín le daba millones de besos riendo y flor le corría la cara divertida para que no le diera besos. La más alta estaba hipnotizada mirando a flor mientras la tomaba de la cintura y saltaban cada ola que venía, la veía reírse fuerte y abrazarse a ella del cuello haciéndole cosquillas con su pelo mojado y enrrulado en el hombro cuando el oleaje era alto.
No paraban de reír juntas cada vez que la fuerza del mar las tiraba, separandolas de aquel apretujoso y mojado abrazo, entonces flor volvia a mojar sus rizos y sacudir su pelo, y la más alta sonreía porque le parecía lo más hermoso,porque sus rulos la mataban de ternura sus pestañas mojadas, sus mejillas coloradas de tanto reírse, su piel siendo iluminada por el sol las gotitas de agua que hacían carrera en su cuerpo, entonces la tomó en brazos, la giró acariciándole el pelo y haciendo el intento por besarla antes de que otra ola las tirara y si nuevamente terminaron en la orilla boca arriba con sus sonoras carcajadas mezclándose entre sí, flor se le trepó arriba y jazmín moría lentamente de amor besándola entre el agua, y la arena que se les pegaba, y rodaban juntas y se besaban y entrelazaban sus dedos en el pelo mojado de la otra y se miraban a los ojos, jazmín pensaba que no habían ojos cafés iluminados por el sol mas bonitos que los de Florencia y esta última sentía que cada ves que la pelirroja le achinaba los ojos al sonreírle nacían nuevos mundos, se creaban nuevas galaxias y era esa forma de achinarse tan hermosa tan magica, incluso más que la naturaleza que las rodeaba.

La magia de encontrarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora