Construir con y desde el amor ❤️

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El sol comenzaba a atravesar el ventanal, iluminando sutilmente la habitación, jazmín comenzaba a abrir los ojos achinados y adormecidos, no podía moverse mucho ya que a su costado tenía a una flor completamente dormida, pero ella casi siempre despertaba primero que la de ojos cafes, está vez no fueron las alarmas el motivo del abrir de sus verdes ojos, hoy aquel molestoso ruido tempranero no tenía la misión de despertarlas por las mañanas, era domingo y  jazmín libraba en el bar-café.
Sin embargo su intención para nada era levantarse, nada amaba más que tener la posibilidad por muy mínima que fuera, de mimosear con flor, la más bajita no se movía de su posición estaba pegada a la pelirroja tal y cómo se había dormido, jazmín apenas se desperezó con sus brazos muy de a poco para no despertarla, así dormida daba la imágen más pacífica que vería en la vida, entonces jazmín sonrió y se volvió a abrazar a ella suspirando mientras dejaba un beso en la frente de ella.
No pudo volver a dormirse aunque fuera media hora, se quedó así dándole calorcito a la de ojos cafés, que suspiraba entre vaya a saber que sueños.
Se moría por qué flor abriera sus ojos y recordarle por si quizás, tal vez se hubiese olvidado que hoy era la primer mañana, el primer amanecer donde tenían la certeza de que vivirían juntas, hoy comenzaba un nuevo día en el que había mucho por hacer, habían detalles por decidir, y ella se moría por vivir cada mínimo detalle con ella.
Como pudo fue moviéndose despacio, casi como haciendo malabares trató de ponerse en frente de flor, no podía perdersela así dormida, no podía ni quería perdersela en su cama entonces una vez que logró posicionarse ahí se quedó quietita y con miles de cosas pasándole por el interior.
Mil cosas hermosas, sus manos querían acariciar su rostro profundamente dormido dudaba si posar su mano derecha en su mejilla izquierda, luego de unos segundos de observarla se decidió y la acarició lo más despacito que pudo, mientras recorría su perfil suavecito de arriba hacia abajo, miraba en detallé cada milímetro de su cara.
Sus párpados cerrados, sus pestañas rizadas y negras no se contuvo y las delineó con la yema de su dedo, sus cejas finas y peinaditas, las mejillas rosaditas su mano comprobaba que estaban calentitas, y sonrió de tanta ternura que sentía.
Salió de su momento de observación para subirle un poco más la sábana, si bien era verano aquella mañana estaba algo fresca de esos días que se cuelan en una nueva estación que comienza como si tuviera pereza de retirarse, la tapó y flor comenzó a moverse dormida moviendo sus labios y dejándolos en forma de pomponcito, aquello fue sencillamente perfecto pensó la pelirroja mientras la miraba casi sin pestañear, aquel simple gestó que la más bajita solía hacer dormida cuando se acurrucaba y acomodaba en la cama de ese gestó la más alta no iba a cansarse nunca.
Acarició uno a uno cada rulo que estaba a su alcance lo peinaba o lo acariciaba entrelazandolo en sus dedos, sus rulos eran tan suavecitos que le daban paz y le hacían cerrar los ojos de vez en cuando.
Después de casi media hora los ojos de Florencia comenzaban a abrirse moviéndose, mientras se llevaba una mano al cerquillo despeinado por el roce con la almohada, jazmín había caído rendida sin darse cuenta, pero bastó un pequeño roce de flor para abrir deprisa sus ojos y encontrarse con los cafés sonrieron al mismo tiempo.
Jaz- buen día, buen día hermosa de mi vida.
F- con vos suavecita, buen día pelirroja hermosa.
Después de aquel pelirroja que salio de los labios de la de cabello enrrulado se lanzó a llenarla de besos quedando sobre ella sin hacerle demasiado peso apoyando sus rodillas dobladas a ambos lados de esta.
F- ay este sin dudas es el mejor desayuno que tuve en mi vida.
Jazmín detuvo la guerra interminable de besos.
Jaz- ay noo!!! Gorda qué tonta el desayuno te quería sorprender y traertelo a la cama y me quedé dormida mirándote, cuando fue consciente de sus palabras y al ver los ojos grandes de flor mirándola divertida, sus mejillas se pusieron coloradas.
F- awww me estabas mirando?
Jaz- bueno si es qué, me desperté antes y no pude evitarlo, te molesta? Le preguntó dudosa.
F- nooo, como me va a molestar me muero de amor Jaz, y ni me importa el desayuno tus besos le ganan a cualquier cosa.
Y se besaron, iban rodando en las sábanas entre besos.
Jaz- mmm... Flor, le decía en sus labios
Gorda vamos a vivir juntas entendés, le dijo con tanto entusiasmo y con sus ojos brillando que la más bajita vibro de risa arriba de ella.
F- jajajajajaja si mi amor lo sé y estoy inmensamente feliz feliz feliz, comenzaba a hacerle cosquillas por sus costillas y la pelirroja reía mientras hacía lo posible por robarle más besos pero le era casi imposible.

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