Caminemos el proceso

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Uno de esos días que perfumaban la casa a verano y el sol iluminaba la casa dándole un tono que renovaba espacios, que le daba la oportunidad de pensar calmadamente.

A Flor le encantaba cuando la casa se veia asi, y miro fascinada desde el sillon con sus pies entrelazados, testeando fotocopias y ejercicios para los pequeños, y entonces fue imposible no pensar en lo que le había propuesto a Jazmín, acarició la hoja que tenía en sus manos, miro las paredes brillantes de sol .

Jazmin trabajaba cuatro horas hoy, los ojos marrones se pararon hacia adelante  y se acordó de la dulce reacción de ella.

Recuerdo de un instante pasado:

F- Te gustaria tener un bebe conmigo?

Jaz- Quiero desde un principio, le dijo con esos verdes que querian llorar.

Flor amaba como se veían los ojos emocionados de su esposa. 

Traer una vida más contigo, de tu mano, si. 

Y que se nos multiplique el amor por infinito.

Flor se rió y movió sus rodillas apenas un poquito más y la abrazo, el cuerpo de la alta se involucró con el calor de la bajita que percibió a la de cabello naranja mover la cabeza de un lado a otro, y sintió de su voz un te amo.

Jaz- Te amo Flor! 

Flor- Desde el alma!

Se pegó un poquito más a ella.

Con quién iba a querer tener un bebé que no fuera con la pelirroja que hacía honor al amor en sus abrazos?

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Respiro, sus ojos se cerraron dejándose llevar por la misma sensación que sintió ese día. 

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Estiro el pie derecho para salir del auto, cerró la puerta y esperó a la alta para que bajara.

Mastico su chicle y miró a Jazmín que le sonrió acariciando su perfil derecho, porque sabía que estaba nerviosa y pico! como ella.

Esperar un poco a que las llamarán, ahora que estaban sentadas ahí todo tomaba otra forma, y era lindo. 

Apoyó su cabeza en el hombro de Jaz y su pelo atado se corrió hacia un costado.

Los labios de ella acariciaron su frente y los dejo ahí.

La doctora pronunció sus dos nombres, la frente de Flor y los labios de la alta se separaron para que ambas se pusieran de pie y entraran al consultorio.

.

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Ya estaba la información en sus manos, ahora la bajita tenía idea de lo que no sabía antes, incluso también la de pelo largo que sabía por la mitad.

Pero lo más importante ya estaba la decisión y una nueva fecha para arrancar un proceso nuevo.

Se subieron al auto, lo dejó estacionado recostaron sus perfiles sobre los acientos y ocurria lo que ocurria sin vocabulario.

Como el vehiculo se quedaron estacionadas en la otra.

No sabían de sus intenciones ninguno en sus familias antes de que fuera real.

Llegaban a casa en una noche especial, la puerta de la casa fue abierta por dos chicas que no sabían cómo administrar tanta felicidad, tenían tanta y circulaba entre ambas, tenian la suya y la de la otra que era la misma compartida.

Había otras decisiones más,  pero ahora querian solo sentir.

Cenaron y hablaron más que lo que comieron.

La magia de encontrarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora