Tu voz

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Flor puso a sonar el tocadiscos, cortaba algunas frutillas y rodajas de manzanas, preparó la licuadora, la destapó y fueron cayendo los trozos de ambas frutas, Jazmín cortaba de manera detallada los cuadrados de pan casero para colocarlos en la tostadora.
Jaz debía esperar a que el pan pegará un salto hacia arriba, entonces fue hacia el rincón de la bajita, y abrazo su espalda.
La de rulos sonrió y bailó lento, moviendo también a la pelirroja.
Puso dos vasos al mismo tiempo sobre la mesada, vertió el jugó la alta sacaba las tostadas.
La de ojos marrones se encargaba de una parte del desayuno, con sus infaltables medias.
A la pelirroja el desayuno no era lo que más le gustaba, eran las medias de ella yendo de un lado para el otro.
Cuántas pedaleadas en bici habían dado en la mañana por la ciudad?
Ambas habían aprovechado esos dos par de ruedas para ejercitarse un poco.
Caminaban de lado a sus bicicletas.
Jaz- Gorda que pasó con tus clases de zumba? Le decía mientras alargaba el cuello hacia atrás disfrutando del calorcito que generaba el sol.
F- Está en pausa! Pero voy a volver.
Jaz- Gorda si agendas clase yo quiero probar ir una vez!
F- Me encanta!!! En la tarde llamo a las chicas que me han preguntado porque no he ido y agendamos, te vas a divertir jajaja.
Jazmín tenía cara de gracia tan sólo de imaginarse en esa clase.
Jaz- Bueno si va a ser como la clase de yoga ya veo que nos vamos a reír más de lo que vamos a bailar!
Flor movió la cabeza, sólo movió la cabeza apretando los labios y abriendo los ojos mirándola, dándole la razón, la pelirroja tenía razón iban a terminar igual o peor.
Jaz- Pero igual no me pierdo de compartir una clase con vos aunque sea!
Las ruedas de las bicis seguían rodando despacio.
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Jaz- Si pensas que alguna vez voy a desgastarte de tanto mirarte me lo decís eh, le decía sonriendo y doblando una hoja finita y alargada de pasto en el parque donde tenían recostadas las bicicletas.
F- Entonces nos iremos desgastando las dos, déjame decirte.
La pelirroja suspiro, que hacía mirarla un poco más?
La pedaleadas trajo consecuencias porque la cadena de Flor se salió casi completa.
La bajita quizo intentar arreglarla ella, entonces volvieron al parque las tiraron sobre el pasto, y metió mano a la cadena.
La pelirroja que quiso ayudar a su esposa y ninguna de las dos le daba con la solución, quien de las dos tenía las manos más negras, la de rulos cerro los ojos después de ver sus manos, riéndose internamente, y explotó en risa cuándo observó una vez más las manos de Jazmín, después de abrir otra vez los ojos.
F- jajaja está cadena otra vez se la viene a agarrar conmigo.
La de ojos verdes estaba tentada pero como pudo le dijo!
Jaz- Y siempre tu bici, porque mira que le dimos pedal las dos! Ahjajajaja.
Tenían que volverse caminando con la bici en buen estado y la descompuesta de Florencia.
Eran las carcajadas y el traqueteo tras traqueteo de la cadena caída.
F- Te juro que no te puedo mirar las manos boluda!
Jaz- jajajaja Que se yo intentamos!
El rulo de la más baja molestaba, miro haber que pedazito de piel estaba sin grasa y lo  corrió, porque soplar hacia arriba no había funcionado.
Después de conseguir que le arreglaran la bici, tocó mangeraso para la de ella y la de su esposa.
Los manillares habían quedado igual de negros que sus manos, y pequeñas huellas habían quedado marcada por las manos del chico que colocó la cadena otra vez.
F- Mira gorda ahí está sucia!
la pelirroja se movía con la manguera larga hacia donde le mostraba ella.
Jaz- Donde gorda, achicaba sus ojos y se acercaba para notar la mancha!
F- ahí, cuando le termino de mostrar sintió el chorrete de agua caerle en todo el costado izquierdo de su cuerpo.
Jaz- Ahhh ahí no te la puedo creer! Jajaja Florencia la gran siete!
F- jajaja En casa es tradición, verano si se lava algo sale manguerazo.
Jaz- En tu casa, no en la nuestra jajaja
Pero bueno si es así, vamos arriba entonces.
F- Vamos arriba! Le afirmo, sos valiente eh!
Jaz- Muuuy!
Charco en toda la vereda.
La pelirroja no dejaba de reírse mientras hacia resoplaba con sus labios las gotitas que caían por ellos, contorneaba y apretaba  el largo pelo.
Jaz- Y bueno nos teníamos que bañar igual!
F- Quedamos prontas ya.
Jaz ay las cosas que haces Florencia de mi corazón!
La bajita se acercó a ella colocando las palmas de sus manos entre su cabello y lo sacudía.
F- manguereadas más seguido porfavor!
Jaz- Todas las veces que quieras, cosa hermosa, soy muy feliz te amo.
Flor le dio un beso chiquito de esos que mataban a la alta, Jazmín siguio con otro.
La abrazó por la cintura, cuando sus manos tocaron la tela mojada, se trasladó enseguida a la esquina, a la llovizna que las había empapado, a el primer te amo que le dijo.
Sonrío, un te amo bajo aquella noche, hoy un te amo bajo el sol.
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Florencia tenía que leer un par de cosas para  su trabajo, y a la de pelo naranja se le ocurrió  ir al aire libre buscando brisa fresca en lugar de estar adentro con el calor que apretaba.
Que momento! En el que la de ojos marrones  descruzaba la patilla de sus lentes de descanso de armazón finita como si fuese un delicado alambre sosteniendo los cristales.
Se los puso, y agarró las fotocopias que apoyo en el suelo.
Arrugó la nariz, y sus cejas se movieron junto con esta esa pestañeada que hacía leyendo para ella las primeras palabras.
Ya la había visto varias veces con lentes, pero nunca le encontraba la explicación de cómo podía verse tan hermosa con ellos, y cuando subía la mirada y leía algo en voz alta para que Jazmín debatirá junto a ella cuando algo de lo que leía le generaba confusión, y hasta cara de confundida y concentración mientras buscaban juntas un análisis.
Ahí le daban unas ganas de abrazarla, moría despacio de ternura.
Ese lado intelectual cuando leía o estudiaba le parecía desmedidamente sensual.
Pero Jazmín nos era la única que se enamoraba mirandola, porque la bajita tambien la miraba en esos momentos en que no se daba cuenta, la Jazmín distraída en algún punto del parque y su pelo que había recogido todo hacia su lado izquierdo, le encantaba y más le encantaba cuando ese punto dejaba rápidamente de ser de su atención y volvía a mirar algún detalle de ella, que seguía atentamente leyendo y de todos modos sentía su mirada y no podía esconder ni reducir la sonrisa que le salía con la mirada en las hojas, pero sus ojos no querían permanecer en las letras querían ver a los ojos de su esposa, que sonreía pícaramente como lo hacían cuando se descubrían las miradas traviesas.
A la bajita le gustaba ver que ella se interesaba de verdad por las cosas que debía estudiar.
Le gustaba descubrir cómo pensaba cuando le pedía opinión sobre algún tema distinto.
Porque ese tema distinto, del que no hubieran hablado antes, le permitía conocer otras cosas de ella.
Y sentía que se llenaba de paz, se sentía tranquila sólo escuchando lo que tenía para decir.
Le parecía increíble porque hasta su tono, el color que tenía su tono de voz, le había indicado desde un principio que estaba con la persona correcta, su particular tono sonaba perfecto en su oído.
No sabía explicarlo bien pero con su voz se sentía cuidada.
Se regresaban caminando, la de pelo enrrulado balanceaba las fotocopias enrrolladas en la mano, y Jaz la agarraba de la otra.
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Miranda salía de lisencia, y se iba de vacaciones por 8 días, las dos muchachas fueron a hacerle el aguante al aeropuerto, Miranda estaba cagada porque nunca había puesto un pie en un avión, la intentaban tranquilizar, Flor salió disparando al baño que tenía cerca del segundo piso donde se encontraban, mientras la de ojos verdes le hablaba sentada al lado de ella.
Una niña bastante inquieta tranco la manijita del lado de afuera justo cuando su madre se terminaba de secar las manos para salir.
Flor se acomodó el jean y destranco del lado de adentro, pero como la tranca estaba por fuera no iba a poder salir, intentó una vez más, dos tres,a la cuarta saco una puteada, suspiro con ganas y grito con más ganas pero el baño estaba vacío, asique le tocaba esperar a que alguien más entrara, porque había dejado su celular en la cartera con las otras dos.
Los minutos pasaban y ya les parecía raro.
M- Justo hoy decide irse por el caño mi hermana?
Jaz- Que raro, teneme miru voy a buscarla!
Flor?
F- acá Jaz en.... En que puerta? Si ni siquiera las había contado antes de entrar.
Jaz fíjate la que está trancada debe ser la cuarta puerta por ahí
Jaz- Voy, fue buscando la que tuviera la llave puesta! Era un baño grande.
Flor tuvo que golpear la puerta para que así la pelirroja tuviera noción.

Que pasó? Flor tocaba su frente suspirando, la alta le tomaba los  codos con sus manos.
F- No se boluda alguien gracioso tranco!
Cada vez que algo la desesperaba, se despeinaba los rulos, y como no había sido nada grave, Jaz se permitió reírse del cabello de ella, la castaña no tuvo que preguntarse de que se reía, porque mientras la alta se mostraba alegre movía sus manos por un costado de su cabello y por el otro, hasta bajar sus tirabuzones y dejarlos como estaban.
Le dejó un beso en la frente y salieron del baño.
F- Todo?
M- Todo, pero si no te hubieses quedado en el baño me hubieses ayudado a corroborar que no me olvidará de nada le dijo, a un paso de reírse de nuevo.
La bajita le subió la ceja derecha a Miranda, la abrazó porque ya le tocaba subirse.
M- Las quiero! Que cagaso!
F- Ey tranquila, si querés distraerte, en cuanto puedas encender el celu me llamas y hablamos!
M- Te amo!
La de rulos le tiro un beso, y le gritó te amo, la rubia carcajeaba de risa mirando para todos lados, porque el grito de su hermana se había escuchado fuerte.
La pelirroja se juntaba de costado al cuerpo de Flor besando su cachete.























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