Construyamos pequeños momentos

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Tres horas iban del vuelo y Florencia ya sentía más confianza, se encontraba mirando por la ventana las nubes sus formas, disfrutaba de esa sensación de poder verlas en lo alto y crecía en ella aquél loco deseo de poder verlas aun más de cerca, aquellas de textura algodonadas suavecitas.

Jazmín estaba más que involucrada viendo aquél mismo panorama, sintiendo el entusiasmo de Flor que se sentía una niña otra vez.

Entre charlas y charlas surgían breves siestas en las que la pelirroja arrimaba a la de ojos cafés y está se recostaba tranquila en su pecho.

Cuatro horas y media de vuelo, y al fin el avión hacia su aterrizaje.

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Sus maletas les fueron entregadas y se disponían a ir al hotel donde se alojarían el fin de semana.

Tomaron un taxi que las dejaría allí.

Una vez llegaron el taxista las ayudó con sus valijas, y las chicas fueron recibidas en la puerta del hotel Milán, un lugar cálido, al entrar a su izquierda se encontraba recepción que era alumbrada por un juego de luces desparramadas en el techo.

Rápidamente el muchacho les entregó la llave de la habitación qué se encontraba en el segundo piso.

Y otro de los muchachos las acompaño insistiendo en ser él quien cargara con sus valijas.

La llave que giraba dos veces la puerta de madera barnizada se abría, dejaron los equipajes cerca de la mesada dónde se encontraba la televisión, la bajita sin pensarlo dos veces corrió para tirarse a la cama de dos plazas con una sonrisa por aquella travesura de su niña interna.

No hizo falta que la de rulos invitara a la pelirroja porqué está se fue hacía la cama de forma más que rápida, sólo bastó con oírla tan feliz para morir de ganas de estar en aquél colchón dónde Flor dejaba su cuerpo brincar como un resorte.

Jaz- Que suavecito, le decía acurrucándose toda, paro de golpe cuando se vio venir a una pelirroja que se abrazó a ella pasándole un brazo por el cuello a Flor, la bajita inclinó su cabeza para mirarle la cara, y encontrársela con los ojos cerrados.

F- Jaja ey! Ya querés dormir? Esperando a que le contestara quitó la colita que llevaba la más alta en su cabello recogido y este se desparramo.

Jaz- Es que amo dormir arrolladita con vos, además vos empezaste, y encima me vas a peinar el pelo? Listo! adiós Bariloche hola cama!!! Le dijo pegándose más a ella mientras subió la cabeza para apoyar suavecito su mentón en el hombro de la bajita.

F- Ay pero ni se te ocurra dormirte!!! Jazmín dio un salto en la cama cuando Florencia comenzó a mover sus dedos a toda velocidad sobre su pansa para hacerle cosquillas.

Jaz- No no jajaja para! mírame estoy despierta le decía abriendo sus ojos exageradamente con ayuda de sus dedos, pero la de rizos no tenía mucha intención de parar.

Flor logró treparse arriba de ella dejando ambas rodillas hundidas en la cama a ambos lados de la cadera de la pelirroja que ya no podía respirar de tanto reírse.

Jaz - ay Flor me hago pis.

F- No te creo jaja.

Jaz- jaja enserio que vergüenza que me haga encima del colchón ya estoy grande ahjajaja.

F- Ok ok pensándolo bien paro no! Qué horror.

Entonces la bajita se detuvo y en un segundo la pelirroja agarró de la cintura a la de ojos marrones que pataleaba y la sujetó sobre su cuerpo.

Jaz- Te engañeee jaja no me estaba haciendo, asique no intentes nada porque ya te tengo chiquita!!!

La cara de Flor estaba a nada de la de ojos verdes, y con las puntitas de sus narices tocándose siguieron dejándose llevar por las risas.

Jaz- Te amo!!! Aunque te hayas aprovechado de mí.

F-mmm ya quisieras!!!

Jaz- Aprovéchate, te doy todo el permiso del mundo!

F- Te amo bomboncito.

Estaban en Bariloche pero ellas se tomaban su tiempo para compartir un simple momento adentradas en la habitación, llenando todo de buen humor.

Se cambiaron poniéndose algo ligerito sin poder evitar comerse a besos en el medio, y así salir a comer algo, ya mañana tendrían el sábado entero para disfrutar del día.

Les recomendaron la cervecería Manush, una de las más lindas de Bariloche.

Al llegar se sorprendieron de lo hermosa que era, la imágen de aquélla cervecería era preciosa con un farol en cada columna de la entrada, con un jardín Floreado, y el logo grande en la entrada que se dejaba ver de lejos.

Cenaron y se deleitaron con aquéllas cervezas, se tomaron su tiempo y decidieron arrancar a caminar por las calles, las casas con aquellos techos triangulares, delicadas que al mirarlas generaban tanta calidez que podían transportarse a la temporada invernal y su encanto.
La mañana las agarraba desperezadose, amanecieron en posición cucharita tal cuál se habían dormido, salían sonidos perezosos de sus bocas mientras aprovechaban a hacerse mimos aunque les costará abrir los ojos, eran las siete de la mañana el desayuno en el hotel comenzaba a las ocho.
Jaz- vamos gordita así desayunamos y aprovechamos todo el día, le dijo dándole muchos besitos en los labios de trompita que hacía Flor en las mañanas y que a Jazmín tanto la enamoraba.
Fue sentir desayuno y se le fue todo el sueño, rápido se dio vuelta terminando de estirarse y quedando frente a Jaz que aún estaba recostada de costado, le dió un abrazo amoroso.
F- Buen día mi amor!
Jaz- veo que la palabra desayuno es mágica!
F- Deberías de saber que el desayuno es mi debilidad.
Jaz- jaja sos tan tan hermosa.
Siempre había espacio para un abrazo matutino más.
Iban bajando las escaleras hacia el primer piso, para llegar al salón donde sería el desayuno, y sus narizes ya se inundaban con ese olorcito a café y tostadas y tantas cosas ricas.
Algunos ya desayunaban en las mesas con manteles de varios colores, otros elegían entusiasmados a lo largo de las mesadas, se escuchaban los ruidos de los platitos y las pinzas agarradoras.
En los ventanales comenzaba a fundirse el sol mañanero, aromas mezclados, murmullos de las conversaciones, se convidaban con lo que la otra había elegido, sus manos que se buscaban  se sorprendían en la mesa para entrelazar sus dedos, que linda era la mañana pudiéndose mirar a los ojos, ojos que aún llevaban algo de sueño pero que ya desde temprano lucían tanto brillo.


La magia de encontrarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora