Noa ❤️

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El invierno traía lluvia en el primer día de las tres en casa, el sonido del agua sonaba a armonía.

Flor en el sillon sostenía a la bebe mientras la alimentaba, Jaz que terminaba de lavar los platos se sentó con ellas, coloco su codo derecho sobre el respaldo del sillon, acariciaba el pelo de la de ojos marroncitos, que le sonreía, la pelirroja no se contuvo y le acaricio delicadamente la manito.

Flor camino hacia el living sacándose la toalla, Jazmín tenia a la beba dormida sobre ella, la bajita acariciaba la toalla naranja sin darle mucha atención a eso que hacia, no podia dejar de mirar como la alta manejaba su mano derecha con tanta sutileza para acariciar a la beba y que esta no se despertara.

Sorpresa no era, sabia como iba a ser ella con la niña, pero aunque no fuera sorpresa por otro lado seguía asombrandola lo que era como persona, era dulce en donde estuviera.

Camino hasta el sillon, se sentó con ellas, subió las piernas y las enrollo sentándose de costado, después de estar un rato juntitas las tres, la de pelo largo dejo a la bebé en el cochesito que estaba frente a ellas para que pudiera descansar mejor sobre la almohadita.

La alta vio los ojos de Flor mirando a la pequeñita, y sus ojos verdes la miraban con el mismo amor con el que ella observaba a su hija, entonces la casa se llenaba de miradas bonitas, de esas miradas que aman y cuidan.

Jaz- Es hermosa! le dijo moviendo la cabeza, y no me sorprende todo lo que formo junto con vos me parece hermoso.

Creo que van a pasar los años y yo me voy a seguir emocionando como boluda si las miro así como ahora a las dos.

F- Cómo boluda? le pregunto con los ojos grandes, es la boludes mas preciosa de todas.

Ella va a tener todo ese amor que vos acostumbras a darnos, y no solo ami, a todos, esta niña tiene mas que oro, te tiene a vos.

Y si nos fuéramos al sector donde se ubicaba el alma de Jazmín, se vería algo radiante, lleno de luz, ella en su propio cuerpo sentía como su corazón latía con las palabras que ella decía.

Sensibles y con miradas bonitas, podia ser lunes jueves martes o fin de semana cualquier día estaba habilitado para decir cosas bonitas, para decirse lo que pensaban.

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Los días corrían, ellas tenían pocas horas dormidas, la cuidaban a ella y se cuidaban ellas, habian abrazos mas apurados cuando de repente la beba lloraba.

El primer pañal lo cambiaron de a dos, una mano para acá y otra para allá, la niña no entendía nada solo movía sus manitos y piernitas mientras ellas pegaban las solapitas a cada costado.

Se guiñaron un ojo, atraves de los días le habian concedido cambiarle el pañal a ......... por ejemplo a Dulce en su casa, a su tía Miranda, a su amiga Souphi.

Los momentos en que aprovechaban a dormir si ella dormía, y se enredaban cuchareando pero con el sueño liviano. 
Los primeros controles de Noa, su cabello que eran pelusitas castañas, el formato de las cejas eran como las de Jazmín, el color de sus ojos como los de Flor y la forma china de Jaz, cuando se reía en los brazos de la pelirroja eran dos achinadas y Florencia necesitaba uno de los baberos de Noa para ella.
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Un mundo infantil y un mundo adulto dentro de la casa, a ellas los días se le habían vuelto muchas cosas, y ese mundo infantil las envolvía, los muñecos volvían a sus vidas, la música de niños que ya tenían lejos sonaban en la casa, una que jugaba con ella y le hablaba como bebé, la otra que volvía del cuarto se agachaba  y hacia lo mismo, Noa se reía y eran dos sentadas en el piso enamoradas de ella.
Jazmín se iba aprendiendo las canciones de niños que Noa escuchaba y se las cantaba acompañándolas con el particular y fresco sonido del instrumento, la bebé movía sus manitos en la sillita y la miraba persiviendo los sonidos de su voz y del ukulele, Florencia se reía y movía la cabeza sin entender cómo la pelirroja convertía aquellas canciones a una versión tan distinta y tan hermosa, hacia que sintiera ganas de escucharle hasta ese tipo de canciones si quisiera cantarselas a ella, y sin interrumpir volvió a la cocina sonriendo.



















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