La magia de encontrarte

Para vos!

Un pie fuera del teatro y la noche estaba más fresca, sacaron sus abrigos para ponerselos.

Florencia ayudó a que Jazmín embocara el brazo dentro de la manga de jean, una vez que se arreglo los bordes de la campera, sonrió y le dio un beso en la frente.

Apenas comenzaron a caminar la bajita hizo lo que siempre hacía,  entrelazar su mano a la de la pelirroja, a la más alta le parecía hermoso.

Podían caminar sueltas con el mismo amor que si iban de la mano.

No era estrictamente necesario pero así les salia del corazón.

Después del teatro, habían decidido ir a un pub, caminaron las dos cuadras a partir de donde estacionaron.

Jaz levantó la mano que no tenía agarrada a la castaña y peino el mechon naranja y lo mando para atrás pero no lo puso detrás de su oreja, lo dejo asi bailando un poco con la apenas brisa.

Se sentaron en una de las mesas.

El escenario donde los músicos iban a tocar estaba al centro y las mesas lo rodeaban, de modo que todos tenían buena vista.

Los mozos comenzaban a recorrer las mesas, ellas pidieron un refresco, Flor unas papas en rodajas al horno condimentadas,una ensalada y carne.

Jaz quizo arrollados primavera acompañados de puré de zanahorias. 

Las baladas tomaban el primer sitio, y les permitió comer con calma y coreando frases mientras unían los vasos, y Flor largaba una carcajada que se sentía incluso con la música alta, la alta se divertía tremendamente con eso. 

Pudieron bailar dos o tres lentos, hasta que las bandas de música movida coparon el escenario.

Ya a las últimas las bailaban a paso más lento porque los pobres pies necesitaban un pare.

Aun así la pelirroja sonreía al ver a su esposa que le costaba abandonar la pista.

Flor trajo las sábanas hacia atrás  y se deslizó al costado de la alta que la miraba con ojos chinos con su cara sobre la almohada.

La bajita se pegó a su cachete izquierdo y jugó sobre él con la nariz, la pelirroja suspiro, podia quedarse dormida enseguida cuando la enrulada la envolvía en tanta ternura.

La castaña volvió hacia el costado con sueño, le peino suavecito la ceja clarita y el brazo derecho de la de ojos verdes le sostuvo la espalda.

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Ambas ya habían llegado a casa después del trabajo, y en un rato tenían cena con los padres de la pelirroja y Dulce.

El dia de ambas había sido acelerado, pero la castaña observó que de las dos Jazmín era la más cansada hoy!

La alta elegía su ropa en el cuarto, asique la bajita decidió preparar ese mate de te que Miranda le enseño.

Corto una tira gruesa de limón, otro trocito de cáscara de naranja, corto unos cubitos de manzana.

Sacó un platito rojo del placard y coloco los cuadraditos, abrió el frasco de vidrio que estaba atrás, en el lado derecho de la cocina con un grupo de otros recipientes del mismo material, con su mano derecha sacó un montoncito de hojitas de cedrón, amaba el olor de aquellas hojas.

Un mate de te no era lo mismo sin ellas, puso unas seis.

La caldera hizo presente su chiflido, eligió la pequeña que le daba perfecto para el ratito que tenían, apago la llave.

Volvió a las cáscaras rebanadas, enjuago el mate lo seco, coloco apenas un poco de te en el fondo y arriba las cáscaras y las hojitas.

Sacó el recipiente de azúcar.

Coloco el mantel con los colores mas lindos, el tarrito floreados con azúcar, la caldera de daba el vapor en la cara al colocarla en la mesa.

Como Jaz aun no venía,  le puso agua al mate cubriendo un poco todo lo que tenía dentro, se llevó el azucarero y abrió la puerta despacito.

La pelirroja estaba concentrada en el espejo llevando el cepillo a todo el largo de su pelo suelto, que iba a dejárselo al natural.

Nunca había hecho un mate de ese estilo para ella, la sorprendió. 

Parecía que ese mate estuviese esperando a aparecer en momentos así.

Flor descubrió una nueva cara sorpresiva de la de cabello largo.

Estaba sorprendida e ilusionada, verla aparecer con aquel mate en la mano, le pareció amoroso, y sintió un sentimiento lindo de estar en casa a punto de probar lo que ella sabía era uno de los mejores mates, porque sabia con el amor y cuidado que lo había preparado aunque no la hubiese visto, se lo imagino cuando la de ojos marrones se aparecio ahi.

Le tendió el mate haciendo muequita con su cachete izquierdo.

F- Cuantas cucharitas de azúcar queres?

Jaz- Dos está bien, le dijo con su corazón latiendo.

F- Mi hermana preparaba uno cada vez que estaba cansada.

Y tal vez, te funciona, dijo arreglando algunos cabellos que le caían cerca de los ojos.

F- Ojos verdes despejados, ahora si! le dijo mirándola tranquilamente.

Jaz- mmm esta buenisimo!!! y miro lo que tenía adentro, le gusto la mezcla de cáscaras y sus colores.

Flor quiso regalarle un momento de armonía y pudo ver en su cara que así estaba siendo.

Jaz- Gracias gorda, esto! dijo subiendo el mate y llevando sus ojos a él, y esto! abrió los brazos, la de rulos fue a ese espacio especial que había formado la pelirroja, las manos de Flor se unieron al pelo frio por el agua en la espalda de ella.

F- Seguis muy cansada? le pregunto con la pera sobre el hombro de la otra.

Jaz hizo un sonidito que daba la respuesta de un no! 

Tu abrazo y unos sorbitos me pusieron todas las pilas, te amo princesa.

L a bajita le contestó con un te amo que traía de acompañante un beso.