Necesito tu calor ❤️

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Jazmín llegó a su casa envuelta en un mar de lagrimas, era incontrolable no pudo parar y a decir verdad quizo llorar hasta desahogarse, sintió el nudo en su garganta aquel mismo que nació cuando comprendió lo que ella estaba por decir cuando aquellas palabras escapaban por la boca de la mas bajita, abrió la puerta de su apartamento como pudo no tuvo ánimos ni ganas y se tiró en su cama sin consuelo, desarmó la cama para quitar una de sus almohadas  y se abrazó a ella las gotitas de sus lagrimas fueron cayendo dejando un charco en ella, cerró sus ojos para esconderse en su dolor las palabras de Flor le dieron vueltas en su cabeza la entendió la entendió a la perfección y el hecho de saber que la de rulos la amaba tanto como ella eso resto un poco de sufrimiento pero a pesar de saberlo y entenderla fue inevitable no sentirse desarmada así se sintió en ese momento en su cama aferrada a aquella almohada rosada, se sintió pequeña, vulnerable no pudo imaginarse no poder verla por los días que su novia decidiera tomarse aquel tiempo necesario para pensar las cosas con más claridad con calma, aunque fueran pocos días no había nada que le costará más que no mirar esos ojos que la llevaban al mismísimo paraíso que la invitaban a vivir, no poder ver su sonrisa esa que cuando le dedicaba la dejaba de cabeza, toda ella, su calor sus abrazos y aunque su llanto no paró comprendió que era mejor aguantar, apoyarla en su decisión si así su novia  iba a poder entender que el amor que sentía por ella no tenía ni debía estar mal y cuando ella lo entendiera entonces nada iba a poder separarlas, estuvo dispuesta a darle su tiempo si eso iba a significar compartir el resto de su vida a esa mujer que le había enamorado el alma y cada espacio de su vida.
Flor estuvo en las mismas se preparó un té de naranja para calmarse un poco antes de irse a dormir, era una noche calurosa pero necesitó algo calentito para su interior confundido, se sentó en la cama con su taza de té, la rodeó con ambas manos, su nariz colorada sus cachetes también del mismo color sus pestañas mojadas por las lágrimas, pensó en dos de las personas que más amaba en su abuela y en Jaz su pelirroja favorita aquella hermosa mujer que le dio tanto en tan poco tiempo, sonrió triste haciendo un paseo breve por cada momento que le regaló, por cada instante que le dijo que la amaba, siempre le dio lo mejor de ella, la cuidó, la hizo sentir la mujer más amada y visualizó su carita llorando, mirándola a los ojos y se rompió un poco más su corazón, la lastimó con sus palabras aunque ella también supo que su novia la entendió pero recordar a la pelirroja llorando, sus ojos verdes colorados, haciendo puchero como una nena, la mató el pensar en haber hecho llorar a la mujer que le regaló tanta magia, tantas noches de carcajadas, refregó suave su ojo derecho con los dedos y suspiró con la mirada perdida, no supo que pensar no dudó ni por un instante de su amor por ella, eso jamás, era sólo que tenía miedo de perder a su abuela ¿y si necesitaba más que unos días para acomodar su cabeza sus pensamientos para derribar los prejuicios y si Jazmín se cansaba de esperarla? ¿y si por más amor que le tuviera descubría que no merecía estar esperando por alguien que estaba confundida? ese temor la abrazó, su respiración se aceleró y su angustia aquella que logró calmar aunque sea un poquitito volvió.
La pelirroja se pudo calmar un poco al descubrir que su almohada aún conservaba el perfume de Florencia entonces fundió su rostro en la tela y respiró hondo, suspiró con los ojos cerrados y se abrazó más a aquel perfume, era lo único que tuvo para sentirse más cerca de ella, así con su nariz que pegó a la funda se quedó dormida, se rindió de tanto llorar,
fue la primer noche que pasaron separadas y no pudieron extrañarse más.
Llovía la ciudad estaba impregnada de aquel aroma a tierra mojada era uno de los olores preferidos de la alta pero en ese momento en que la extrañó tanto, no pudo disfrutar de aquel perfume.
En una mesita de una cafetería de la ciudad se encontró con Javo tomando un café, él la llevó a aquel sitio después de salir del bar-café los grandes ventanales dejaron ver la lluvia caer, aquel día qué tal pareció se puso de acuerdo con el ánimo de ella, el lugar además de servir los cafés más ricos, tenía una pastelería increíblemente deliciosa, la de ojos verdes solo pidió un café no tuvo ganas de probar nada.
Javo respetó los silencios de su amiga que de vez en cuando revolvió con la cucharita que el mozo colocó sobre la servilleta blanca sin decir ninguna palabra.
J- Cachito yo estoy acá con vos, todo va a estar bien Colo.
Jaz- Ay amigo no hay nada que desee más que eso, no sólo me lastima estar lejos de ella sino que también se le suma el hecho de no poder abrazarla, contenerla en este momento ¿entendés? Igual tiene a sus amigas a Miranda no está sola (una lágrima se le escapó otra vez, hoy en la cocina del bar-café faltó la energía y la luz, en realidad ella era de esas personas que brillan aún tristes pero faltó esa chispa que llevaba consigo cada día y sus compañeros lo notaron y les afecto).
Los amigos siguieron en la cafetería…
J- Jaz ella también te necesita a vos, te ama no la conozco más de lo que la trate en el bar pero lo sé, lo siento a kilómetros de distancia quédate tranquila que solo necesita tiempo y ya va a darse cuenta que no tiene sentido alejarse de vos porque aunque su abuela sea importante también tiene que ver su felicidad.
Jaz - Si lo sé pero es que tenés que conocerla Javo, es una mina tan sensible con chispa, alegría pero muy sensible y no dudaría ni un segundo en ver primero por la felicidad de su abuela (una pequeña sonrisa se le escapó mientras le habló de ella, por un momento a pesar de estar triste pudo sonreír, hablar de Florencia le hizo tanto bien porque cada vez caía más en la cuenta de que era todo lo que soñó.
Javo percató esa sonrisa, sonrió también y la miró a los ojos.
J - Es hermoso ver cómo hablas de ella ¿confías en mí?
Jaz - Siempre amigo.
J - Entonces te voy a decir esto…
Ella y vos van a estar juntas yo voy a ser el tío postizo más genial del mundo (y demás le dijo con gracia y la hizo reír por fin a su amiga, no se lo hubiese dicho no la habría ilusionado si no lo sintiera de verdad).
Jazmín lo escuchó y se rio con sus ojos que contuvieron un brillo intenso, se imaginó lo que le dijo, lo deseo, deseo formar todo con Flor desde que la vio.
Jaz - Yo la vi ese día y supe que era el amor de mi vida (le dijo y hizo gestos de total seguridad a Javo que la observó atentamente mientras tomó el café que le quedo.
… ¿Entendés? Uno no encuentra al amor de su vida todos los días y yo amigo no voy a renunciar, voy a respetar su tiempo porque si ella está bien entonces yo también estoy bien pero no pienso rendirme.
J - Esa es mi amiga carajo, esa es la Jaz que adoro la que va para adelante la que no se detiene, vos me enseñaste a no rendirme nunca ¡a llorar si! porque sirve para limpiar el interior pero después levantarse y seguir y yo te apoyo cien por ciento, es solo cuestión de tiempo y paciencia porque cuando dos personas están destinadas no importa que tomen rumbos distintos en algún momento se vuelven a encontrar confía amiga hoy más que nunca confía ( él se paró para darle un abrazo y rodeo a la pelirroja que suspiró entre sus brazos).
Una noche más en que dio vueltas en la cama, dormir no fue una opción aunque intentó, no logró más que moverse de un lado al otro de la cama desordenando las sábanas no encontró acomodo, decidió levantarse por un vaso de agua y llevó con ella su celular.
En la cocina apoyó sus codos en la pileta de la cocina y escribió un mensaje…
De: Jazmín
Para: Flor
Sé que prometí que te iba a dejar pensar sola pero no puedo dormir te extraño y solo necesito decirte que te amo con mi alma, descansa bonita.
Flor leyó ese mensaje con sus ojos cafés cristalinos y una sonrisa, sonrió porque ni en la distancia dejó de sorprenderla y sintió unas ganas terribles de ir corriendo a sus brazos sin importar la hora, pensó en no responderle pero eso no era justo quería que supiera que a pesar de todo la amaba y eso no iba a cambiar.

De: Flor
Para: Jazmín
Te extraño y te amo.
Perdóname mi amor.


Ese mensaje le dio ánimos a la pelirroja que se acostó boca arriba con mezcla de una mini sonrisa e incertidumbre y preocupación.
Con el mensaje de la bajita en la mente cerró los ojos.
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Jaz entre platos y cubiertos lavados y brillantes para emplatar, entre ollas que hirvieron las verduras entre idas y vueltas, entre el aroma de las salsas que inundaron la cocina, los muchachos que hoy intentaron mantenerla alegre, Javo que la animó, entre todas esas cosas se dio lugar para pensar en un plan a y por si acaso un plan b, c, d, e..... El espacio iba a respetarlo como prometió pero de un modo u otro iba a estar presente y ya algo se le iba a ocurrir.














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