Entregadas 💓

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En el recorrido hasta el cuarto de flor, fueron cayendo alguna que otra prenda que se ayudaban a quitar entre las dos, jazmín ayudo a la más bajita a desprender los botones de la blusa mientras la otra reía y contagiaba a la pelirroja con un intento algo torpe y fallido de desprender el botón de su jean negro, fueron así lentamente adentrándose en aquel calor que las envolvía, afuera llovía fuerte se podía sentir el ruido de la lluvia caer y chocar contra los ventanales del departamento, lo cual le daba un toque sencillamente bonito al momento del encuentro de dos cuerpos que se volvían a enfrentar el uno al otro.
Jazmín iba quitando la prenda más íntima de Florencia que observaba lentamente la línea imaginaria que trazaban los dedos de la más alta, por la pierna de ella mientras deslizaba la prenda, la mirada de la de pelo ondulado iban de los ojos de jazmín que le producían tantas cosquillas, hasta sus dedos acariciando cada parte de su piernas.
La de cabello naranja iba bajando sus manos sin ningún apuro totalmente contrario a la urgencia con que se deshicieron de las demás, cada encuentro con flor entre las sábanas llevaba esa magia en la que el tiempo parecía relentizarse, donde no existía la prisa donde parecía que el reloj les regalaba minutos eternos para vivirse, flor dejó caer con sus pies finalmente aquella que se desplomó en el piso y que hizo que la pelirroja sintiera su boca seca, la recorría con sus ojos verdes desde la punta de sus pies hasta sus caderas sin pestañear si quiera un momento, y trago en seco.
Florencia podía ver a través de los ojos que la hacían sentir deseada aquella mirada que la recorría y desataba un mundo de emociones que le analizaba cada detalle de su piel, como si analizará la textura de un nuevo lienzo que la invitaba a plasmar su obra de arte.
Entonces ánimo a sus manos suaves a tocarla, ya había recorrido aquella piel y sin embargo cada vez que se encontraba frente a flor, así completamente desnuda la dejaba sin aliento le desacomodaba las ideas, no era capaz de razonar enteramente.
Siempre se sentía como un volver a la primera vez, se fue inclinando dejando estrellados besos mientras la más bajita se movía entusiasmada con cada contacto que realizaba los labios de Jaz en ella, subía cada vez más.
  La de ojos verdes amaba sentir el aroma que destilaba cada poro de ella, su nariz la disfrutaba tanto como su boca, y su corazón no paraba de desbordarla por dentro, con jazmín ningún segundo era igual al otro no podía dar nada por sentado su forma de amarla la sorprendía, sus manos se aferraban con intensidad al cuerpo de la de cabello moreno que dejaba sus brazos tensos a sus costados pero sin ser abruptas, siempre delicadas los besos de la mujer que la llevaban a perderse y volverse a encontrar. La pelirroja se mordia el labio inferior y levantaba su cabeza para mirarla y encontrarse con ese par de cafés que la miraban con tanto amor, intentando mantenerse un poco a flote si es que podía porque la forma en que la recorría en que trazaba hilo de besos, la forma en que gemía y suspiraba contra su cuerpo la tenían perdiendo la poca cordura que se sentía capaz aún de mantener, sus respiraciones competían haber cuál iba más de prisa, todo en jazmín eran caricias hasta su pelo parecido a un atardecer que caía por su costado izquierdo la rozaban caía sobre flor que ya no se sentía capaz de resistir tantas cosquillas por todos lados, la más alta nunca abandonaba la ternura cuando se trataba de amarla pero la pasión de hacerle sentir lo que llevaba por dentro era inmanejable, quería demostrarle en ese momento lo que Florencia significaba para ella que no imaginaba el resto de su vida con nadie más que no fuera ella, su labio inferior grueso se arrastraba por su abdomen. Florencia con los ojos cerrados y los puños apretados se preguntaba cómo podía ser posible que aquella boca fuera tan experta tan ingeniosa y tan exacta para hacerla volar.
Con sus dientes iba mordiendo suavecito, la de ojos marrones gemía, cada acción tenía su efecto la otra se esmeraba como jamás en despertarle cada rincón, el sonido de la lluvia se mezclaba con gemidos, suspiros con el sonido de los besos que se desinhibian más y más que eran ruidosos y ambrientos, armoniosos y cálidos.
Jaz llegó hasta el mentón de ella y lo beso entre suspiros le susurró
Jaz- te amo te amo mi amor
Flor respondió primero con su sonrisa enorme abriendo sus ojos te amo tanto tanto! Su voz salió dentro de todo bastante clara.
Jazmín tomó dulce cada mano de Florencia las entrelazó con seguridad entre las suyas y las llevó a la altura por arriba de su cabeza aferrandolas contra las sábanas, sus ojos achinados la miraron con tanta intensidad que perdió la razón su mente dejó de funcionar correctamente y decidió que lo mejor que podía hacer era cerrar sus ojos y sentir solo sentir, Jaz aferrada a las manos de flor, se aferró para hacerle sentir que en todo momento estaban la una para la otra se aferró a sus manos lista para que su amor estallara en la piel de flor entonces agarrada de ellas comenzó a moverse lentamente provocando que los labios de la de cabello moreno se abrieran, jazmín acompaño sus movimientos que aceleraba más de besos, beso su cuello al tiempo que gemía por aquel contacto glorioso, beso su boca su cara su nariz su frente, beso sus ojos que querían mantenerse abiertos para conectarse con los de la pelirroja que le había pedido por favor que no dejará ni un segundo de mirarla y por momentos se cerraban y no tenía fuerzas para luchar contra ellos, sus frentes brillosas de sudor se pegaron sus narizes estaban rosandose y fundiéndose en una especie de beso al igual que sus bocas que hacían lo que podían por darse besos correctos sin que fueran interrumpidos por sus labios que se abrían de placer, sin soltarse de las manos iban acelerando el ritmo sus nombres salían unas incontables veces susurrandose una a la otra.
jazmín se fundían en flor con una mezcla de sutileza e intensidad, se pegaba por completo a aquella zona que le tenía la cabeza dando vueltas se rozaba contra ella haciendo que las piernas de flor se aferraran más a su cintura entre tantos gemidos aquello aumentaba el incendio que estaban sintiendo por dentro, dejaron de escuchar la lluvia sus oídos estaban ensordecidos sólo eran conscientes de sus respiraciones experimentando deseo, flor soltó las manos de las de jazmín y las llevó hasta su espalda abrazándose a ella para unirse más aún. Jazmín hizo una recorrida con sus manos libres recorrió su silueta por los costados y las dejo en el cabello de la más bajita,
Ahhh ahhh, de quién era cada sonido no se sabía ya y no les importaba, lo único importante era que se sentían poderosas amadas.
Flor se impulso para ser ella quien quedará en un giro sobre jazmin, la pelirroja sonrió con sus ojos chinitos mientras acomodaba los mechones sueltos de la otra detrás de su oreja y le llenaba la boca de besos, sentir a la mas baja sobre ella sentir su cuerpo pegado al de ella era algo que no dejaba de sorprenderla la sobrepasaba de amor.
Flor recorrió todo el territorio que estaba disponible solo y todo para ella, jazmín se entregaba por completo aquellas manos la debilitaban la encendían la transformaban y quería más y más, quería que las manos suavecitas de flor la tocaran toda la vida.
La de rulos podía sentir en su espalda las infinitas y apasionantes caricias de aquella mujer que se inquietaba debajo, que gemía fuerte al sentir los dedos curiosos pero ya con más seguridad que antes, que se apoderaban de su interior, abrir su ojos cafés y ver su pelo desordenado en la cama, sus mejillas coloradas y sudadas su frente brillosa esos ojos chinos que cerraba con fuerza su boca entreabierta dejando escapar el nombre de flor, su mentón que iba hacia atrás al mismo tiempo que su cabeza se inclinaba de deseo, que más podía pedir tenia la imagen más bonita, la del amor de su vida totalmente entregada a ella.
Jazmín por su parte sentía, sentía con cada fibra la sensibilidad de sentir su cuerpo pegado al de flor era estallante, resplandeciente y jodidamente abrumador, atrapar la espalda de flor para sentirla lo más que pudiera la elevaba y por momentos ni eso parecía suficiente para saciar sus ganas de amarla, sentir el olor de su piel de su cabello de tirabuzón, no quería que la noche acabará nunca, jazmin con sus ojos abiertos apoyo su mano izquierda en la parte de atrás de la cabeza de flor sosteniéndola con su palma abierta y así besarla profundamente mezclando su lengua con la de flor ,que no sabía ya que de esa mujer le fascinaba más entonces posicionó su mano derecha en la cola de flor haciéndola gemir en su boca y presionó el centro de esta contra el suyo para seguir haciéndole el amor hasta quedar sin aliento , colisionaban estallaban en la otra, se sentían fuertes, y afortunadas de tenerse

La magia de encontrarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora