La magia de encontrarte

Riamonos toda la vida 😍

Eran las siete a.m la alarma despertaba a jazmín que a penas podía desperezarse por tener a flor que dormía plácidamente de costado, la tenía abrazada y su cabeza llena de rulos descansaba despreocupada sobre su pecho y no quería despertarla la pelirroja no le dio demasiada bola, al despertador sólo podía prestar toda su atención a la más bajita y pensó que jamás veria una mujer que dormida fuera como un ángel caído del mismísimo cielo, sonreía sin parar dejando caricias muy suavecitas en su pelo y su rostro, no podía hacer nada de ruido o sacaría a su novia del sueño en el que se encontraba quería despedirse, comérsela a besos  antes de irse a trabajar  sin embargo tuvo que guardarse las ganas, porqué le daba pena molestarla, entonces mejor optó por dejarle un dulce beso el la frente otro pequeñito en su nariz y por último uno muy suave, más suave aún en sus labios calentitos, flor sonrió pequeñito dormida y eso hizo que jazmín se muriera de amor y ternura, probablemente haya sonreído dormida como si aquel beso que la más alta dejó en sus labios lo estuviera soñando, de otro modo se hubiese despertado para despedirla antes de que esta se marchara.

A la pelirroja se le hacía terriblemente imposible irse, se moría de ganas por volver a la cama y envolverla en un abrazo de cucharita como a florencia tanto le gustaba, así que sin más remedio fue a bañarse, alistarse y desayunar algo rápido y a trabajar.

Cuando ya estaba lista para arrancar habiendo tomado sus llaves y su cartera le dejó una nota bastante notoria sobre la mesa de luz, del lado derecho en el que flor dormía en el que escribió de prisa pero con mucho amor.

¨No quería interrumpir tu sueño, si te vieras dormías como un bebé, igual te deje muchos besitos antes de ir a trabajar y además te deje alistadas las cosas para desayunar menos el café para que no se enfriara , te paso a buscar cuando salga del café te amo con todo mi corazón princesa¨

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Una hora después flor empezaba a moverse estirándose en la cama y haciendo ruiditos con su voz entre dormida, luego de caer en la realidad de estar despierta pero aún con sus ojos cafés algo entrecerrados, dio manoteos en el colchón sonriendo del lado en que jazmín había dormido junto a ella, mientras recordaba la noche que habían pasado y al no encontrarla abrió sus ojos y su sonrisa se transformó en un puchero, cayó entonces en la cuenta de que a su novia hoy le tocaba trabajar y que estaría desayunando, se sentó en la cama para estirarse un poco antes de ponerse en pie y miro la hora en su celular, sus ojos se abrieron sorpresivamente al ver que ya eran las nueve, dejó caer sus hombros en forma de desilusión la pelirroja a esta hora ya estaba tomando pedidos y cocinando, y ella se quedó con las ganas de despedirla de verla antes que se fuera, hizo un gesto de resignación y se revolvió un poco el cerquillo en eso noto que había una nota en la mesa, pero ella medio dormida no la había registrado.

La agarro y ahí estaba otra vez con esa brillante sonrisa que iluminaba la habitación, ya le parecía raro que la más alta no le hubiese dejado un aviso nada.

Suspiro el hecho de que no la hubiese querido despertar para que pudiera descansar la mato esos detalles que la pelirroja tenía era algo que la volvían loca y aunque hubiese preferido que la molestara no podía enojarse era muy dulce de su parte, se colocó las chancletas que estaban al costado de la cama, suspiró volviendo a estirarse con la nota de jaz en su mano y se levantó poniéndose en marcha hacia el baño.

Ahora sí jazmin volvía a irradiar la luz a la que todos en el bar estaban acostumbrados y a decir verdad más muchísimo mas que antes, sus compañeros y amigos contentos de volver a verla tan feliz, ella se movía de un lado hacia el otro llevando desayunos y tazas calentitas de té y café, al mismo tiempo que tarareaba sus canciones favoritas, los clientes hoy la elogiaban más que nunca y ella les agradecía sonriendo y dando los buenos días a las personas que comenzaban su mañana allí.