Vos. 💕

204 27 13
                                    

Vos y yo, vos y tus formas.
Vos y tus locas ideas, yo y un millón de sentimientos que bailan dentro de lo que soy.
Yo y ese brillo que no abandona mis ojos, vos y tu mirada despertando más cosas todavia y cuándo yo creía que no se podía sentir más y con tanta fuerza me miras.
Me miras y te volvés al paisaje qué tenemos enfrente, tus rulos bailan cómo quieren y miéntras observó tu pelo rebelde pienso qué quizás para algunos debe ser delito ignorar ese espectáculo de naturaleza y es qué para mí el espectáculo mayor y más lindo sos vos, es tu perfil son tus pestañas oscuras y delicadas, ése pomponcito rosado qué es tu boca, la forma en que el sol ilumina tus detalles, esa mirada profunda alerta los movimientos y a los sonidos musicales de los artistas callejeros.
tus hoyuelos cuándo algo de está escena en la que nos encontramos te hace sonreír y yo muero de ganas de qué ése mismo hoyuelo se haga eterno, y lo disfrutó antes que desaparezca del costado de tus labios.
Te descubro otra y otra vez en esos breves segundos o minutos en qué te perdes en la ciudad, y a mi esos segundos me bastan y no quiero romper este silencio sincero dulce cómodo en el que aún sin palabras entré las dos nos mantenemos igual o más unidas que cuando casi nos olvidamos de respirar por hablar tanto, cuándo el silencio se nos rompe por algún comentario de las dos que se hace inevitable y lanzas tu voz, entiendo que sí con vos puedo amar el silencio también puedo amar en cuestión de un pestañear el sonido, el sonido de tu voz tiene el tono perfecto para qué quiera escucharte sin parar, es sútil por momentos y escandaloso por otros, cuándo tu sonrisa se junta con tus ojos negros mirándome de forma curiosa y risueña sonríes y yo también por qué si, sin explicación.
Tus gestos cuándo me relatas alguna situación y yo me acomodo en aquél banco de plaza cruzandome de piernas, buscando quedar enfrente de vos, tus manos estrechandose con las mías y jugando con mi pulsera en la muñeca, ése gesto tan pequeñito y sutil provocan un cosquilleo más de lo normal y yo sonrío mientras te miró y te escuchó, y vos no sabés que mi sonrisa se debe a qué minuto a minuto voy descubriendo las nuevas sensaciones qué provoca tu presencia y todo lo que conlleva lo que sos, entonces me sonreís y tal vez tu sonrisa también esconda algo aparte de la charla que estamos teniendo ahora.
Ese artista callejero uno de los tantos qué alegran la ciudad, esos qué imprimen su magia nos regala un poco de su arte, y me miras rápido dándome a entender qué te parece un bonito momento y yo le agradezco internamente por haber hecho qué destiles esa alegría cuándo tus ojos presencian algo que te provoca entusiasmó, ilusión él con su arte y vos con el tuyo, el de reír achicando tus ojos, y tu risa me haga conocer la felicidad verdadera una vez más.
Le repartimos las monedas que llevamos encima dentro de su sombrero negro, le dedicas unas palabras amorosas y alentadoras y yo muero con tus maneras. Muero con tu sensibilidad.
Te abrazo todo lo qué puedo y me dedicó a mirar el mundo rodeando tu cuerpo, me río con tus repentinas ganas de pasear de mi mano por las calles, y apenas me paró me prendo a la tuya y emprendemos entre los rostros entre los que apurados van sin mirar mucho y los que tienen sus miradas en las de otros, ambas amamos mirar lo que nos rodea pero ya no hago mucho esfuerzo cuándo mis ojos verdes no pueden separarse de los tuyos, y otra vez ese conjunto de sonrisas y miradas traviesas, te adaptas a mi ritmo apresurado y yo trató de adaptarme y acoplarme al tuyo qué va sin prisa, vas a absorbiendo lo mejor de cada cosa que ves, no vas con apuros en el medio de tu paciencia y la gran virtud de saborear los momentos me haces suspirar y ya caminó más lento porqué yo nos quiero disfrutar y vos me decís que mi apuro se debe a mi espíritu aventurero, yo rió a carcajadas con esa manera tan acertada de leerme entonces de vez en cuando también alijeras tus pasos para acompañarme.
y finalmente le digo que al fin y al cabo no quiero apurarme porque mi mayor aventura va de su mano, esa que me da seguridad cuándo entrelaza sus dedos entre los míos, y me emociona y mis ojos se achinan cuándo los muevo para sentir los suyos y el cuerpo se me llena de paz, con ella vivir el momento se hace indispensable me hace vivir el presente me deja llena de ganas por saber con qué va a sorprenderme mañana.
Ella me acostumbro a sorprenderme cada día y a no vivir tan pendiente del reloj, descubro que si pasa por pisos de baldosas se conecta con su infancia y las camina pisando algunas si y otras no y me invita a intentarlo mientras reímos como locas, y si mis piernas se enredan sus brazos van a mi  rescate pero no deja de reírse y menos mal porque si ríe junto a mí es una real fortuna.
Descansamos en una vereda cualquiera de la ciudad, choca su lata fría de refresco contra la mía y brindamos una tarde soleada, le preguntó las razones de ése choque y ella reduce los mil motivos en la palabra amor! y le doy un sorbo con mi nariz pegada a la lata y mis ojos amandola.
Nuestros labios recién mojados por los refrescos se sienten unos a otros, esa húmedad que se desvanece enseguida en ellos por el calor, y su sabor y mis ganas de permanecer en esa vereda y besarla hasta qué se nos oculte el sol.


La magia de encontrarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora