After The Rain "El Amor Es La Existencia De Nosotros Mismos" (Completa)

Capítulo 53

~Marinette~

Estaba completamente paralizada ante aquella voz tan potente y suave a la vez, una sensación extraña recorrió cada parte de mi cuerpo y una luz brillante me cegó un momento dejando a la vista una silueta de una chica con un vestido blanco, de cabello castaño y piel pálida, estaba parada delante del gran árbol frente a mi.

-He preguntado que deseas.- habló con una voz completamente distinta a la anterior y tragué con dificultad sin moverme ni un centímetro.

-¿Q-quien eres?.- pregunté lo más firme que pude y sonrió acercándose lentamente hacia mi.

-Creo que eso ya deberías saberlo, Marinette.- abrí un poco mas mis ojos al oír mi nombre salir de sus labios.- te preguntas que como se tu nombre y déjame decirte que... se lo que quieres, se lo que deseas y se cada respiro que estas dando ahora porque yo soy la existencia e inexistencia misma con una forma que te haga sentir cómoda.

-¿Eres dios?

-Se podría decir que si... en palabras mundanas, soy dios, el creador, el omnipresente y todas esas maneras en las que los humanos me han llamado desde su nacimiento. Eso soy yo.- la chica posó su mirada en la mía y luego se giró comenzando a pasear alrededor del árbol.- aún no me dices lo que deseas, Marinette.- soltó en tono afable.

-P-pero tu ya lo sabes, ¿no?.- la seguí y se detuvo de golpe.

-Que lo sepa no quiere decir que no quiera oírte y que no quiera que tengas un debate interno en ti misma, de por si no tendría nada de divertido sólo saberlo sin una conversación previa. Podría conceder cualquier deseo tuyo o de cualquiera, pero mis reglas las hago por algo y si no se rigen como lo quiero... se pierde el sentido de todo.- miró hacia arriba atentamente a las luces de aquel árbol.- no me importaría responder a tus preguntas, después de todo... desde que Creación y Destrucción viven entre los humanos esto es bastante aburrido.- avancé lentamente, me puse al lado de ella y miré hacia arriba también.

-¿Qué son esas luces?. -pregunté en un hilo de voz.

-Esas luces son tus antepasados... son las almas puras desde el inicio, que descansan infinitamente en las ramas de este árbol. Y respecto a tu duda... si, ellos están muertos en lo terrenal y respecto a tu otra duda, pues... no, no estas muerta, puedes estar aquí porque este lugar te pertenece, digamos que es tu hogar del otro lado.- sonrió y se giró sentándose en el pasto.

-Eres un poco petulante.

-Lo sé, pero es divertido.- sonrió levemente encogiéndose de hombros.

-Me recuerdas a...

-A Adrien Agreste, tu otra mitad. Es un buen muchacho para serte sincera.- cerró sus ojos y me senté frente a ella.- noble como casi ningún alma antes existente y de un corazón tan puro como Destrucción.- fruncí levemente el ceño y soltó una risa aún sin abrir sus ojos.- no deberías estar celosa de un dios, ¿lo sabes?... Los celos.- suspiró.- ese sentimiento tan lleno de emoción mezclado con enfado, amor, posesión, miedo...

-N-no estoy celosa.- miré hacia otro lado y abrió sus ojos buscando mi mirada.

-Está bien, por ahora podemos fingir que no se nada sobre lo que estás pensado, sintiendo o anhelando.- la miré de reojo y asentí levemente.- aún no me respondes.