Capítulo nueve: Ayudando a un amigo traidor

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Narra Camicazi

Creí que ayudar a Hiccup seria lo mejor para él ya que la a pasado mal en su propia isla con su gente, pero también aprovecharía como agradecimiento por mostrarme la verdad sobre los dragones y también para disculparme por como lo ataque al principio. Ya había llegado a mi aldea y no había nadie afuera lo que significa que todas ya estaban en su casa, eso no era bueno para mí. Si ya no hay nadie afuera significa que todos terminaron con sus labores y si todos terminaron sus labores significa que ya deben de estar en sus casas, y entre ellos mi madre también notando que no estaba en casa.

Siento que estoy en problema--dije a mí mismo estando al frente de mi casa y al entrar encontrarme con la expresión de mi madre de enojo en frente de mi esperándome--sip, estoy en problema.

¿dónde estabas, Camicazi?--dijo mi madre con su potente voz.

Estaba en el bosque--dije mirando hacia arriba para ver por lo menos su cara, ya que no le decían la Grandisima Bertha por nada, y no me refería a lo alta que es, si es que me comprenden--no me di cuenta que ya era de noche.

Dime la verdad--dijo cruzada de brazos--o te volveré a cas....

Castigar otra vez--dije cansada de lo mismo--consiguete otra mejor amenaza, madre.

¿Qué te parece si te dejo aquí encerrada hasta que me digas dónde estabas y porqué tardaste tanto?--ok debo de admitir que esa si es buena, y no me podría escapar ya que siempre deja al mismo grupo que vigile para evitar escaparme, ya que no es la primera vez que lo hago--¿y bien?

Ok, te contaré--dije dándome por vencida--estuve en el bosque practicando con mi espada hasta que aparecieron cuatro dragones y como pude para salir con vida los ahuyente, pero por poco mato a un Nadder, pero no fue nada fácil y me llevo todo el dia.

Ok te creeré--dijo dudosa de mi palabra--en otras circunstancia otra guerrera más fuerte que tú se hubiera tardado por traer los cuerpos sin vida de esos dragones.

Soy lo suficientemente fuerte como para sobrevivir y atacar a cuatro dragones ¿acaso no te impresiona eso?--dije molesta ya que mi madre siempre dice lo mismo sobre mí y mi fuerza en los combates, pero ella sabe que soy la más fuerte de aquí.

¿pero eres lo suficientemente fuerte como para matarlos?--no respondí--algún día seras jefa y todas estas mujeres esperan que seas una gran líder como lo soy yo, y se lo tendrás que demostrar por lo menos matando a esos dragones.

Matando a unos dragones no me convertirá en jefa, madre--dije seria y aun molesta, después de lo que me mostró Hiccup no podría levantar mi espada contra otro dragón mas.

Eso tendrás que decirle a Sigririan, ella insiste que no estas capacitada para ser jefa porque no has mostrado ninguna buena imagen de heredera--dijo sentándose y poniendo su mano en su cabeza--y eso me causo un dolor de cabeza enorme, seguiremos mañana esta charla, ahora ve a tu habitación.

Maldita Sigririan, no es la primera vez que le dice eso a mi madre, ella cree que si no tomo mi deber como futura jefa podría ella gobernar siendo la líder de las fuerzas armadas de la isla. Al llegar a mi habitación me lance a mi cama boca arriba, me quede pensando lo que me dijo mi madre hacia un momento, usualmente yo nunca le hago caso a eso, ella sonaba muy preocupada ha cerca del tema y me hice una promesa a mi misma, que después de ayudar a Hiccup con lo de la cola de su dragón, me empezaría a comportar bien y le pediría a mi madre que me diera clase para ser una buena jefa, aunque tendría que hacer todas esas cosas aburrida que siempre hace.

Ya es hora--dije escuchando como mi madre entraba a su habitación y cerraba la puerta, me levante y observe como ya todas las luces estaban apagadas--aquí vamos.

Cómo Entrenar A Tu Dragón: Elección DecisivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora