Capitulo once: Cómo entrenar a tu dragón

4.7K 304 70
                                    

Camicazi me guió hasta una especie de celdas donde casi todas estaban vacías hasta que llegamos a una de las ultimas celdas de la habitación.

Al parecer no hay muchos dragones por la isla--dije mirando las celdas vacías.

No, hace mucho que no han venido ningún dragón por la Isla--me respondió Cami tranquila.

Y si vinieran algunos no pasarían la noche ni en la aldea ni en el estas prisiones--dijo Sigririan con su espada en mano y imaginando degollar algo--si sabes a lo que me refiero.

Aquí esta--dijo Bertha a la única jaula donde al parecer estaba el dragón, pero en el fondo en la oscuridad.

¿Qué clase de dragón es?--pregunté asomandome a la celda.

Es un Nadder Mortal--dijo la jefa que al momento de mención de este apareció amenazando con su cola mostrando las espinas--y es  una hembra.

El Nadder era igual al mío, sólo que su color azul era más profundo, su amarillo un poco mas claro y en la parte de la cola no tenia amarillo sino un rojo oscuro brillante.

Se parece al tuyo--dijo Cami detrás de mí para ver mejor de su futuro dragón.

Si, lo note--dije mirando la similitud de ambos dragones.

Y bien ¿qué esperas? Ve a entrenarlo--dijo Sigririan cansada de esperar.

Ok, ¿alguien tiene pescado?--pregunté y como Camicazi se acercaba a un barril y sacaba un pez--ten lo contigo Camicazi. Abran la celda.

Bajaron una palanca y se abrió la puerta, el dragón salió con ferocidad y estaba dispuesta a atacar ya que estaban todas las Guerreras que aun quedaban del juicio y apuntando con sus armas.

Retrocedan todas--ordené y poco a poco todas retrocedieron, menos Camicazi y yo--ahora te guiaré para que hagas lo mismo que hice con Chimuelo.

Empieza ya antes que decida comerme--dijo un poco asustada y entrando en posición de combate.

Quitate la espada y tienes que lanzarlo lo más lejos que puedas--dije y ella volvió a mirarme incrédula por lo que dije, pero le dedique una mirada tranquila y ella se quito su funda y la lanzo lejos.

La dragona miro confundida a Camicazi y bajo un poco la guardia mirando esta vez al pescado que traía ella.

Debe tener hambre--le dije y ella miro el pescado que tenia en su mano derecha--tienes que dárselo con cuidado y lento.

Se lo iba a dar de todos modos, ya me empieza a apestar el brazo--dijo asqueada por su olor--muy bien dragoncita, te daré este pescado a cambio de que no me comas el brazo.

Poco a poco le acercó el pescado hasta que la Nadder se lo quito con cuidado y se lo comió en menos de un segundo, pero de pronto se acerco a Camicazi y empezó a acurrucarse sobre ella.

¿Qué esta haciendo?. Hiccup, ayudame--dijo asustada pero luego se puso a reír un poco--me esta haciendo cosquillas jejeje.

Le agradas--dije viendo el progreso que tenían--ahora pon le un nombre que a ambos les guste.

¿enserio? ¿a tu dragón le gusto que lo nombraras Chimuelo?--preguntó divertida mientras empezaba a acariciar al Nadder.

Hey, a Chimuelo le gusta su nombre--dije confiado que a él le gusto su nombre, pero luego me di cuenta de algo--¿y en dónde está él y los demás dragones?.

Están en una arena en donde entrenamos y hay un grupo de guerreras que los tienen resguardados--dijo Bertha mirando asombrada como su hija acariciaba a un dragón.

Cómo Entrenar A Tu Dragón: Elección DecisivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora