Capitulo cincuenta y cinco: Ataque a Bog Burglars

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En Bog Burglars la noticia sobre el ataque, escape y robo de dragón por parte de Sigririan no tardo en llegar a toda la isla, las heridas fueron llevabas hacia las curanderas y al despertar estando mejor pudieron explicarle con calma a Bertha sobre la situación. Su reacción, con esperarse, fue alarmante que puso a todas las vigilantes, desde la más joven y novata hasta la mas mayor y veterana a no abandonar sus puestos y estar armadas con ballestas, arcos y flechas, espadas y hachas con el acompañamiento de sus dragones para hacer trizas y cenizas a todo aquel que sea un enemigo hostil.

Los días pasaban y la tensión se sentía por toda la isla, una de las suyas las había traicionado y escapado posiblemente con su enemigo más mortal de todos. La desconfianza se sentía en el ambiente, solo las personas más cercana entre sí se tenían confianza, e incluso con Bertha algunas les tenían desconfianza.

Bertha hablaba con Aera en el comedor después de haber terminado el desayuno.

¿Crees que deberíamos alertarles a Hiccup y a Camicazi?--le preguntó Aera a la jefa.

Lo pensé muchas veces y lo mejor seria no interponer en su misión en Berk--le respondió con negación--se han tardado, lo más probable es que esos chicos sean difíciles de entrenar, espero que el plan de Hiccup funcione.

Funcionara. Esos niños deben de saber que matar a los dragones esta mal y entrenarlos para que se encariñen con ellos y al final ponerlos en una dura decisión haber si serian capaces de matarlos, ¿que es lo peor que podría pasar?--dijo Aera a una intranquila Bertha.

Sí, tienes razón--dijo intentando tranquilizarse.

Durante una pausa para pensar de parte de las mujeres en la mesa, las puertas se abrieron dejando entrar a Elsbeth que estaba cansada.

Jefa Bertha--dijo saludándola con respeto de manera cansada a lo que Bertha le devolvió el saludo.

¿Hay noticias nuevas?--preguntó la jefa tribal a la mujer responsable de su ejercito y armada.

No, aun nada--dijo dijo sentándose rendida al lado de Aera--hemos montado guardia las veinticuatro horas al día, hasta he puesto a las nuevas jinetes a cubrir terrenos algo alejado, pero es cuestión de tiempo que todas tengamos cansancio de montar una guardia que no a tenido ningún fruto.

Erobere debe de aparecer en cualquier momento y ya que la maldita de Sigririan nos traiciono puede utilizar cualquier escondite y atacarnos cuando menos lo esperemos--dijo Bertha azotando su tarro con fuerza a la mesa.

Lo más probable es que ese monstruo hará lo mismo que hizo con la joven Alicia,--dijo Aera manteniendo la mirada en frente de Bertha--utilizarla para sus planes y cuando menos se lo espere la matara.

Eso nos ahorraría la molestia--dijo Elsbeth seria--cuando Camicazi se entere de lo que hizo quera su cabeza.

No será la única, contara con todas nosotras para hacerlo--dijo Aera haciendo sonar su cuello y estirar sus dedos para hacerlos sonar también--es más, ya quiero que venga y yo misma la...

JEFAAA!!!--gritó la joven Meghan haciendo una gran entrada empujando las puertas con Ráfaga que con sus alas las abrió y seguir volando hasta posarse en la mesa en donde estaban las mujeres mientras Meghan recuperaba el aire de una forma alterada.

¿Qué sucede?--preguntó Bertha al verla tan alterada y un poco sudorosa.

ATACAN!!!--gritó a pulmón sorprendiendo a las mujeres, tomo otra bocanada de aire--UNA ENORME FLOTA SE APROXIMA!!!.

¡¿Cuánto tiempo nos queda para prepararnos!?--preguntó Elsbeth a la joven que terminaba de calmarse y llevarse de aire.

C-como unas dos horas--dijo algo temerosa--es una enorme flota, más de lo que alcance a contar, pero por extraña razón no me atacaron cuando nos vieron.

Cómo Entrenar A Tu Dragón: Elección DecisivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora