Capitulo veintiocho: Un abrazo entre conocidos

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Narra Hiccup

Me encontraba saliendo de la casa después de haberme levantado, sin despertar a Cami, y desayunado dejando lo suficiente para que Camicazi también comiera.

Chicos a levantarse todos--dije despertando a los dragones hasta que estuvieran todos despierto--sus barriles están llenos de sus comidas, están detrás de la casa porque son muy pesados para traerselos. Gronckle, tus rocas están en la arena así que tendrás que ir a desayunar allá y esperarnos aquí ya que tenemos un largo día.

Si se lo preguntan aun, no, no les puse nombre a los demás dragones, a excepción de Chimuelo, ya que vi que se acostumbraron que los llamara por las especies que pertenecen.

No se vayan a tardar. Encuentreme en la herrería--dije a lo que todos afirmaron con sus gruñidos de afirmación mientras que comenzaban a desayunar.

Tenía que ir a la herrería para terminar unas hachas que me quedaron de encargo por parte de Aera como ayuda, pero al llegar me lleve la sorpresa de que ya estaban terminadas.

Qué extraño, se suponían que todas estaban incompleta--me dije a mí mismo a sostener una de las hachas terminadas y pasar mi dedo por el filo--esta muy bien afilada, a Aera nunca le quedan tan afilada, ¿quién lo habrá hecho?.

Mi culpable jejeje no me pude resistir--dijo una voz que reconocí al instante dejandome frío cual hielo--es un gusto verte de nuevo Hiccup.

Bocón...--dije volteandome y mirar a quien una vez fue mi maestro y amigo.

No tuve la oportunidad de decirlo cuando llegamos pero, me alegra verte--dijo a lo que corrí a abrazarlo, lo tome por sorpresa por un segundo, pero también me devolvió su abrazo--veo que también me extrañaste niño.

Si, claro que te extrañe--dije y me miro de arriba a abajo.

Veo que has crecido, no había notado lo alto y fuerte que te volviste--dije a lo que me reí de eso.

Si, el entrenamiento que me pusieron me hizo lo que soy ahora--dije un tanto nervioso rascandome la nuca--¿cómo terminaste las hachas? Están echas con hierro de Gronckle y es un tanto delicada al momento de darle forma.

Ahh fue Aera, me enseño como hacer el hierro que ya tenía y cuando le tome el ritmo empecé a practicarlo con cualquier cosa, y me tope con lo tuyo--dijo a lo que sostuvo una hacha que tenía consigo--Aera me dio ésta, los demás estarán tan celosos por esto. Es muy delgada, pero muy muy fuerte.

Lo sé, yo también tengo una--dije desenfundado mi espada Inferno dejándolo sorprendido--no solo es fuerte, sino que también es muy absorbente, como lo puedes ver a través de las llamas el metal no se a carbonizado por el calor, aun mantiene su plateado y resistente poder.

Wow, Se nota que has mejorado mucho-dijo impresionado mirando de cerca mi espada mientras la apagaba--ohh y con un compartimiento en donde imaginó que guardas su gas.

Si, sosténla--dije dándole mi espada mientras que el observaba cada detalle--pero cuidado, hay otro compartimiento en donde el gas se libera con una chispa Soltando una pequeña ráfaga de fuego.

En ese caso te la devuelvo--dijo devolviendome el mango de mi arma--es preferible que un profesional lo tenga.

Gracias--dije guardado el mango en su funda--me costo algo de tiempo más las nuevas ideas que me llegaban a la mente no podía evitar hacerles mejoras en cada detalle.

Dio sus frutos tanto trabajo, es un arma digna de admirar--dijo halagando a mi creación--ahora soy yo quien tiene celos jejeje ¿qué harás ahora?.

Buena pregunta, iré a la casa de mi estudiante estrella, Meghan, y le pediré que tome el control por hoy de las clases de entrenamiento para dragones mientras que voy con Camicazi a hacer un perímetro para asegurarnos que no estén cerca de aquí--le hable de mis actividades pendientes para hoy--con suerte regresaremos a la noche, estaremos listos si esos romanos piensan atacar.

Cómo Entrenar A Tu Dragón: Elección DecisivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora