Capitulo treinta cinco: El resurgimiento de un sentimiento del pasado

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Narra Astrid

Al momento que Patapez y Camicazi se fueron, Heather y yo comenzamos a hablar para no pensar mucho en el tema hasta que Heather comenzó a darme "consejos" de cómo actuar cuando Hiccup llegue.

Lo que tienes que hacer es estar tranquila, serena, actúa como si fuera pura causalidad que ambos se vean--me dijo sentada en un tronco que encontró dejandome a mí parada--toma tu hacha y practica con el árbol.

Eso es lo que hago,--dije recogiendo mi hacha que había dejando en el suelo para lanzarla y clavarla en un árbol con en que tenia rato usando mostrando lo golpeado que estaba--pero aún así es difícil sacarme esto de la cabeza, ¿qué le diré?.

Fácil. Caminarás hacia él y le dirás: "hola Hiccup, no sabes cuanta falta me has hecho sentir por ti, no dejo de soñar contigo y solo deseo que me des un beso"--dijo de forma seductora y burlona sonrojandome por como lo dijo--¿qué te pareció, ¿perfecto, no?.

¡NO!--dije casi gritando enfadada golpeándola con fuerza su brazo--¿cómo crees que le voy a decir eso? ¡Hiccup tiene novia!.

Lo sé, y eso me recuerda, cómo harás para, ya sabes, ocultar lo que sientes por Hiccup--me dijo con preocupación, tuve que ser realista con todo esto.

Lo ocultare, Hiccup nunca debe de saber que.. que lo amo ya teniendo una larga relación con Camicazi--dije con algo de dolor en mi interior--pero si todo sale bien, al menos podre ser su amiga.

Ese es el espíritu--dijo con una sonrisa de ánimos.

Pero Patapez y tu tienes más posibilidad--dije sonrojandola al tope de no más.

¿¡C-cómo lo supiste!?--preguntó sorpredida intentando ocultar su enorme sonrojo.

Es simple. Son muy obvios, se nota que ambos se gustan, además, Patapez no es un mal sujecto--dije de forma coqueta, el sonrojo de Heather creció que lo tuvo que ocultar con su capucha--¡ajajaja! Te gusta eso, ¿verdad?.

No, ya entendí--dijo jalando más de su capucha para cubrirse más.

Oímos como alguien se acercaba corriendo rompiendo varias ramas, creíamos que era un animal o dragón salvaje, pero era Patapez que cayo cansando respirando con pesadez.

Odín, Patapez nos asustaste--le regañe bajando mi hacha, Heather fue a ayudarlo y darle agua de la cantimplora que traía.

¿estás bien?--dijo preocupada esperando que Patapez terminara de tomar agua.

Si. Gracias--dijo dándole una sonrisa y respirando de forma normal, se quedaron mirando por unos segundo ignorando que estaba ahí parada mirándolos.

Patapez, qué sucede que llegaste corriendo--le pregunte a lo que dejaron de mirarse para levantarse.

Hiccup viene,--dijo menos cansado y dejando de jadear, Heather abrió los ojos como platos y los nervios volvían hacia mí--Camicazi cumplió con su parte.

Y ahora nosotros ya cumplimos con lo nuestro--dijo Heather--Astrid, te deseo toda la suerte del mundo, pero ahora Patapez y yo nos tenemos que ir, estaremos cerca para verlos.

Gracias, vayanse ahora.--dije corriéndolos para dejarme sola--muy bien, Astrid, ahora solo depende de ti.

Me dije a mí misma para lanzar mi hacha hacia el árbol, pero Hiccup salio de la nada así que le grite para advertirle:

¡Cuidado!--pero lo oyó tarde porque se asusto por lo poco que mi hacha lograba darle a él, buen comienzo Astrid.

Hacha, una hacha--lo escuche decir desde lejos, con lentitud me acercaba a él--¿de quién es ésta hacha?.

Cómo Entrenar A Tu Dragón: Elección DecisivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora