Capitulo treinta y tres: Tomandolo con sorpresa

3K 165 67
                                    

Silencio. Ni una palabra. El viento se escuchaba claramente al pasar ya que nadie decía nada al verme.

Las provisiones llegaran cuando cuando culmine el entrenamiento con los dragones o si queremos podemos hacer que venga antes,--informó Camicazi hablando con autoridad--el tratado, aunque ya esta firmado, estará en prueba dependiendo en cómo traten a los dragones si los matan antes del entrenamiento.

¿Y si nos atacan?--pregunta alguien entre la multitud.

No lo harán, los mantendremos vigilados--respondió aun hablando Camicazi.

¿y por qué no nos mandan las provisiones antes? Las necesitamos--volvió a hablar el mismo.

Lo sabemos, pero no haremos nada hasta que se cumpla el tratado--siguió respondiendo Cami. No me atrevía hablar.

Algunas personas protestaban por eso, pero otras no porque le vieron la razón a lo que decía Camicazi.

Ya basta, silencio-- habló Estoico silenciado a las pocas personas que se quejaban sin necesidad de gritar--, sé que necesitamos esos recursos, pero lo más que podemos hacer es darle hospedaje a nuestros visitantes para que podamos comenzar en el entrenamiento para que nos permitan traer esos recursos de alimentos y para trabajar.

Patón se acerco a Estoico y le susurro algo en el oído.

Además, me informan que las demás islas ya empezaron a enviar alimentos, pieles y armas para que dentro de poco nos llegaran--informó formando una sonrisa de alegría, los demás no se hicieron esperar y festejaron por la noticia, sentí un alivio dentro de mí al saber que Tendrán algo porque de verdad me duele ver en este estado a lo que antes solía ser mi hogar.

Chicos, bajen, les daremos un recorrido por el pueblo y luego le decimos donde se quedaran--dijo Bocón para que bajaramos del barco con nuestras cosas--, pero sean delicados al bajar los dragones.

Seré lo más suave posible--dije soltando un rugido de llamado de dragón, todos miraban en todas partes para saber de donde vino sin saber que fui yo quien lo hizo para avisarle a los dragones que salieran poco a poco de su escondite y asomarse para que todos los vieran, pero solo hizo que se alertaran y se pusieran en guardia sin casi ninguna arma--retrocedan un poco para que los dragones puedan pasar.

Algunos me hicieron caso, pero hubo un grupo al cual se negaba a moverse.

Ya oyeron, retrocedan--dijo Astrid de forma segura para que nos dejaran pasar a lo que el grupo retrocedió con desconfianza.

Internamente se lo agradecí ya que no le podía decir nada. Bajamos por fin del barco hasta estar adelante de los dragones esperando a Bocón quien con miedo rodeo a los dragones y llegar a estar con nosotros.

Bien. Jeje comencemos--nos dijo con mucho temor estando desarmado y con seis dragones detrás de él.

Caminamos hasta llegar a la plaza y quedar horrorizado al ver como estaban algunas casas; las casas tenían partes del techo agujereadas o con enormes huecos en gran parte, las puertas en su mayoría parecían ser como si un dragón le hubiera clavado los dientes porque tenían casi la mitad destrozada.

Al menos las paredes se han Conservado bien--dijo Camicazi a lo que acorde estar de acuerdo.

Es porque se han derrumbado, las que ven es que han aguantado--dijo Bocón lamentándose a lo que sentí algo de pena.

Si necesitan esos suministro y materiales--dije en susurro en arrepentimiento por lo que dije al momento de sellar el tratado burlandome diciendo que no les daríamos nada.

Pero ahora veo que lo necesitan de verdad.

¿en dónde nos quedaremos?-- oí como preguntaba Camicazi a Bocón.

Cómo Entrenar A Tu Dragón: Elección DecisivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora