Capítulo ocho: Bog Burglars

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¿Bo-Bog-Burglars?--dije sin creer lo que había escuchado de esta chica Camicazi.

S-s-s-si, hombre idiota--dijo imitando mi tartamudeo con burla, pero sin quitar su expresión de enojo--¿qué haces aquí? ¿y cómo lograste entrar sin ser bañado por una lluvia de flechas de nuestras arqueras?.

Me bañe en una lluvia, pero no de flechas--dije en un susurro que escuchó ella y me golpeó como respuesta--auch!!!.

Deja de decir idioteces hombre, habla ya--dijo con su espada en mi cuello y sonado amenazadora--no intentes buscar tu navaja porque ya la tengo.

Con su mano libre me restregó mi navaja en la cara y por poco me corta con ésta, y claramente se me había olvidado que la tenia.

E-escape de mi hogar--dije la verdad para que al menos alejara su afilada espada de mí.

¿cual hogar? ¿de dónde eres? Habla ya!!!--ordeno ella alejando su espada y ahora amenazando con mi propia navaja.

S-soy de Berk--dije y ella dejo de presionarme contra la pared y su mirada paso de seria a una pérdida--¿d-di-dije algo mal?

Ella, como si estuviera loca, empezó a reírse con fuerza al tal grado de que mostrara todos su dientes, siguió así hasta por unos minutos hasta que se calmo para respirar.

Jajajaja TÚ jajajaja ¿eres de Berk? Jajajaja--se burlo de mí como si hubiera dicho un chiste--no me hagas reír jaja.

Si es cierto--me defendí con algo de seguridad pero aun temeroso por lo que esta chica me haría.

Eso es imposible, porque uno: --dijo con sonrisa y enumerando con Los dedos--Berk esta a varias semanas de aquí en barco, 2:es imposible que tú hayas llegado aquí por ti sólo, solo mira, eres un pequeño y 3: porque los Berkianos son fuertes, rudos e intimidantes y tú eres flacucho, pequeño, inseguro y sobre todo, débil.

Todo eso me decía mientras me tocaba el pecho con su dedo con fuerza.

¿Pues me creerías que soy diferentes a ellos?--dije y ella soltó una risa.

Claro que sí--dijo con una mano a su cadera--¿o acaso quiere que te vuelva a decir que eres ante mis ojos?

No, no, nada de eso--dije sentándome en el piso--es que nunca fui aceptado ahí y es por ser diferente a ellos, no soy el típico estereotipo de vikingo fuerte y todo eso que dijiste.

Aja, ¿y eso tiene que ver el porqué escapaste de Berk?--dijo de brazos cruzados y mirándome desinteresada.

En realidad me exiliaron, pero me escape antes que lo hicieran--dije y ella sólo guardo su espada y se apoyo en la pared en donde estaba.

Así que eres un marginado--dijo fijando su mirada en mi.

Yo ya era un marginado ante sus ojos--dije bajando la mirada apenado.

¿Y por qué te expulsaron? ¿qué hiciste para que te marginaran?--dijo sentándose a mi lado y se quitaba un mechón de pelo de la cara--digo, como eres tú no podías haber sido capas de hacer tal alborotó.

Yo causaba muchos problemas en Berk, sólo quería ayudar en cuando a los dragones, pero las cosas salían mal y me terminaban echando la culpa por querer ser uno de ellos--dije y ella soltó una risilla, al parecer le da Gracia mi mala suerte--pero la razón que porqué me expulsaron fue porque yo....yo entrene un dragón.

QUÉ!?!?--grito ella levantándose de golpe y mirándome--debe ser una broma, los dragones no se entrenan, los matas o ellos te matan.

No, no es cierto, sino él ya me hubiera matado--dije defendiendo la causa que me metió en todo esto--me sentí aceptado por él y los demás dragones cuando mi propia gente se avergonzaba de mí.

Cómo Entrenar A Tu Dragón: Elección DecisivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora