Capítulo catorce: Cómo entrenar a Hiccup

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Narrador

Al ver el estado de Hiccup, todas las Bor-Burglars reaccionaron rápido y lo subieron al dragón de Camicazi para que se la llevara hacia las curanderas de la isla, al principio se negaron de que se fuera en dragón ya que no se podía sujetar bien en ella, pero Camicazi le insistió a su madre y acepto solo para que llegaran rápido y sanarán a Hiccup. Camicazi no se tardo ni media hora en llegar y con eso las curanderas empezaron a trabajar en el joven, otra media hora después llegaron las demás con el dragón de Hiccup y los demás dragones. Solo Bertha, Aera y Elsbeth fueron corriendo a la casa de las curanderas.

¿Cómo está?--preguntó Bertha al momento que vio a su hija sentada--¿hay noticias?.

Si--dijo sin ánimos y sin levantar la mirada--las quemaduras en su pierna era demasiado graves y no tuvieron de otra que amputarle el pie.

Por Odín--dijo Elsbeth sentándose junto a su amiga para consolarla--pero al menos esta vivo.

Sí, eso es cierto--concordó Aera subiendo el animo a la chica--le podre fabricar una prótesis moderna a comparación a los de Berk que solo son un pedazo de palo amarrado a la pierna.

Solo esperemos que este bien--dijo Bertha al momento que una de las curanderas saliera de la habitación--¿cómo esta el joven?.

Se esta recuperando, pero no creemos que despierte por un tiempo--informó la curandera más joven--para evitar que se infectara su pierna se la cortamos, pero se encuentra estable.

Gracias--dijo la jefa para que la Curandera se retirara.

Después de eso le dieron permiso para que se llevaran al cuerpo de Hiccup a la casa de la jefa donde se quedaría por un tiempo, los rumores sobre su estancia y sobre su enfrentamiento contra la Muerte Roja empezaron a llegar a las islas mas cercanas a la isla y solo seria cuestión de tiempo que se extendiera por todo el archipiélago, pero lo único que sabían que era un chico y que mato a la Muerte Roja, solo eso.

Una semana después

Chimuelo estaba al lado de Hiccup en su cama esperando que despertara y al notar las señales que empezaba a despertar, se empezó a emocionar.

Hola Chimuelo--dijo al ver a su dragón frente a él--¿dónde estamos? ¿de quién es esta casa?.

Chimuelo empezó a dar saltos en ésta haciendo un desorden.

¡Ay Chimuelo!. ¡No no Chimuelo!, ay por favor--dijo para hacer que su dragón se detuviera, pero se detuvo al sentir algo o que le faltaba algo.

Poco a poco le fue levantando para quitarse la manta que lo cubría y poner su pie derecho en el suelo y el izquierdo con una prótesis de metal. Hiccup le tomo un segundo procesar todo y a ver como Chimuelo lo miraba con algo de tristeza, el joven intento levantarse por su cuenta, pero por poco se cae si Chimuelo no lo hubiera atrapado.

Gracias, amigo--le agradeció y lo ayudo para caminar hasta la puerta donde podía ver como las mujeres en esta trabajaban con los dragones--lo sabia, estoy muerto.

No, pero estuviste cerca--dijo Bertha apareciendo detrás de él y dar una palmada en su espalda--desde lo que paso en el nido Los dragones han venido aquí y no han a atacado a nadie. ¿Te gusta?

Ammm no tengo palabras--dijo asombrado y como todas las mujeres se acercaban a él al notarlo despierto.

Aceptaron que te quedarás aquí sin negarse por lo que hiciste--dijo Bertha y como se acercaba Aera con una aleta nueva para Chimuelo de color rojo con una calavera en ésta, el dragón lo noto y supo que era y se emociono.

Toma muchacho--dijo la herrera entregándole la aleta a él--le hice una modificaciones a esto para que funcionara con tu pierna de metal que por cierto tienes que darme crédito ya que esa es la primera prótesis que hago y me salio espectacular.

Cómo Entrenar A Tu Dragón: Elección DecisivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora