ANASTASIA II PELIGROSA OBSESION

CAPITULO 87 CONFESIONES

Sarah duerme en los brazos de Andreas, aun no puede creerse que estén casados, que nunca mas volverán a separarse.

El sale de la cama

— Adonde vas-le pregunta ella que ha despertado al verse desprovista de su calor.

— Aprovechare que despertaste para mostrarte algo- le dijo todo misterioso.

Lo ve hurgar en el cajón de su cómoda y trae ahora consigo una caja que al abrirlo delante de ella, puede ver fotos y recortes de periódicos de ella en desfiles y eventos en su paso efímero por el mundo de la moda.

— Siempre estuvimos destinados- declara el conmovido.

Ella ahueca su rostro precioso, de aquel hombre maravilloso y es totalmente cierto siempre estuvieron destinados y lo besa con devoción, recibiendo de inmediato el mismo trato, la misma devoción y adoración.

Se mete en la cama, llenándola de besos pero al cabo de un momento donde ella ha sentido la magnitud su deseo por ella la cual es reciproca, se detiene para puntualizar.

— Debo dejarte recuperarte.

Adora que la cuide en todo momento aun en contra de sus propios deseos.

Ella se acomoda en sus brazos y el besa la coronilla para dar lugar a una noche de confesiones.

— La primera vez que te vi tenias 13 años y eras la niña mas dulce que había visto con estos ojos azules que eclipsan el alma, pasaron los años y supe que habías iniciado una carrera en el mundo de las modas, estuve presente sin que lo supieras en algunos desfiles, yo solo te miraba, porque no podía permitirme mas, porque estaba casado, porque eso era en ese momento un imposible, también porque eras la hermana de David, pero sobre todo porque jamás te hubiera denigrado al papel de amante.

— Estuviste en el desfile de Victoria Secrets, yo lo presentí, te busque con la mirada, desfile esa noche para ti, luego supe que estuviste allí.

— Mi intención era contratarte porque te necesitaba, quería poder conquistarte, pero entendí que primero debía esperar resolver lo de mi divorcio y por eso me fui sin ofrecerte el contrato.

— No me reconociste cuando me presente delante de ti como Emily Valentine-no quería que sonara a cuestionamiento pero dolía, ella jamás lo olvido.

— Me dijeron que Sarah Rochester había muerto y algo se rompió dentro de mi, la esperanza de conocerte un día,-hace una pausa y la mira a los ojos y no puede desprenderse de ellos- la vida aunque se vuelva muy dolorosa sigue, cuando te presentaste ante mi como Emily, ya no eres esa chiquilla de mirada inocente sino una chica que reflejaba tormenta y dolor, tu cabello era diferente, ya eras toda una mujer, tal vez mi mente no asocio todo, porque yo había enterrado mi amor cuando supe que habías muerto, pero mi corazón si te reconoció, desde el primer instante que cruzaste la puerta, algo me jalo a ti de inmediato, ese hilo rojo llamado destino, sin saberlo, porque ya estábamos destinados y tus ojos nuevamente me robaron el alma. Siempre te he amado Sarah o Emily, has sido siempre tú.

— Soy Sarah Emily Rochester- declaro ella regalándole un hermosa sonrisa y el se deleito en abrazarla teniendo la certeza absoluta que ciertamente siempre estuvieron destinados.

— ¿Quieres oír mi historia?- le dice ella ahora.

El asiente esperando que le cuente su infierno, pero es otra historia la que le dirá, y confirmara su teoría de que estaban destinados.

— Tenia 13 años cuando conocí al Rey justo

— ¿Rey justo?-pegunta sabiendo que se refiere a el.