Anastasia esta en shock, no lo puede creer, el hombre que hace poco le había dicho que era la única mujer en su vida, hoy había dormido con otra, y quizás desde siempre y ella era tan tonta que le había creído, que había creído que el era diferente, que era fiel, que la amaba.
Mira su imagen reflejada en el espejo del tocador, es la viva imagen de la desolación, su maquillaje se ha corrido por las la lagrimas que han empezado a fluir libremente.
— Tonta mil veces tonta- se reprocho ella misma
Experimento rabia por haber confiado su corazón a alguien que no merecía y fue tan tonta que hasta rechazo a Ramsés, quien si le había demostrado una amistad y un cariño sincero.
Ahora sintió la necesidad de disculparse con el y eso haría, no importa la hora el jamás la rechazaría.
Se enjugo toda lagrima, se lavo el rostro y maquillo de nuevo, necesitaba aparentar que estaba bien, no quería arruinar la noche feliz de Luciana y de Alethea que finalmente dejaría atrás al idiota de Rubens que al igual que David, le había roto el corazón a su prima.
Regreso a la mesa y alego que debía estar temprano mañana en una sesión d e fotos, por lo cual se iría pero les insistió que ellos se quedaran y les convenció.
Al salir al exterior, nuevamente esa sensación de sentirse observada la agobio pero estaba tan enojada que ignoro sus alarma, puso en neutro su sexto sentido y solo se monto en su auto y se alejo de allí con la intención de ir al único lugar que sentía debía estar en este momento, el lugar y la persona que representaba en este momento lo mas parecido a su hogar y su refugio.
Ramsés quien en ese momento se preparaba para salir, tomo sus llaves y se coloco su sobretodo, y es que esa noche tenia una cita muy importante e inaplazable, una cita posiblemente sin retorno, cuando fue anunciado desde la entrada donde los vigilantes custodiaban la casa que había una persona que pedía hablar con el y no se lo podía creer cuando le dieron la descripción y nombre.
¿Qué hacia ella a tan altas horas de la noche allí? No se daba cuenta del riesgo que corría al entrar en la cueva del lobo, esta noche no era un buen momento, esta noche el estaba lidiando con sus demonios, pero el lazo que lo unía a Anastasia era mas fuerte.
Al oír el timbre fue a abrir y al verla indefensa, pálida, con los ojos enrojecidos donde era obvio que había estado llorando lo desarmaron, hecho a un lado sus demonios para convertirse en ese hombre protector que sucumbía a sus encantos.
El era ese hombre con dos personalidades distintas y totalmente contradictorias, una naturaleza bondadosa que luchaba con una llena de maldad y al final ¿Cuál prevalecería?
La recibió en sus brazos y ella dejo fluir las lágrimas buscando encontrar desahogo a su corazón herido de muerte.
Ramsés volvió con un te que le ofreció a Anastasia y que ella obediente accedió a tomar.
Estaban en el sofá de la sala, ya ella estaba mas calmada, llorar le hizo bien y aunque su corazón dolía demasiado saber que Ramsés la apoyaba era muy importante.
— Que haces aquí Anastasia ¿Qué paso? Para que estés en este estado- le pregunto con empatía.
— Lo siento tanto Ramsés, por evitarte, por dudar de ti, cuando tú has sido quien me ha demostrado un cariño sincero.
— Olvídalo, y es que aunque me eches de tu lado por la razón que sea ten claro que siempre estaré para ti-afirmo con conviccion.
— Ibas saliendo cuando yo llegue - cambio de tema.
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ANASTASIA II PELIGROSA OBSESION
RomansAnastasia esta tranquila explorando el mundo, descubriéndose a ella misma como persona, volviéndose independiente, pero al final sabe que su camino y el de David volverá a cruzarse porque las almas que están destinada siempre encontraran el camino...