CAPITULO 13 SECRETOS Y AMENAZAS

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Anastasia estaba retocándose el maquillaje cuando entro Marie Claireth una modelo francesa que estaba contratada pro Givenci y la noto muy nerviosa.

— Hola Marie

— Hola Anastasia

La modelo entro al cubículo y ella decidió esperar para ver en que podía ayudarla.

Cuando salió la vio lavarse las manos pero estas temblaban

— ¿Sucede algo Marie?

— No – negó con vehemencia pero Anastasia sabia que ocultaba algo

— Estas pálida, estas temblando- insistió- es como si hubieses visto un fantasma

— O al mismo demonio

— Que dices- pregunto sin comprender, sin duda algo muy malo sucedía con ella. Entonces recordó que hace rato la vio discutiendo con su novio y seguramente a el se hacia referencia- Espera, confía en mi

— Nadie puede ayudarme- denegó dirigiéndose a la puerta- solo se que debo irme y desaparecer- se detuvo y volviéndose en sus paso corto distancia hasta Anastasia y metió las manos en su cartera y saco una tarjeta que le extendió - pero si algo me pasa, envía a la policía con esta persona.

Anastasia tomo la nota entre sus manos, con el nombre de Dra. Mira Silvers, y había un teléfono y dirección, lo guardo en su cartera y salió al pasillo esperando poder hablar con Marie de nuevo.

Los nervios empezaron a hacer mella en sus emociones, así que camino tan presurosa cuando se quedo sorprendida al ver a Ramsés recostado contra la pared y parecía esperarla, llamando su atención su mirada oscura y su rostro carente de expresión.

— Ramsés que haces aquí

— Te vigilo-soltó arrastrando cada una de sus palabras y ella se desconcertó.

— ¿Como?

La expresión de el se suavizo y respondió.

— Bueno debí decir que te cuido.

Anastasia suspiro aliviada y dejando a un lado sus nervios por la situación vivida hace poco.

— ¿No son el tipo de lugares que frecuentas o si?

Ramsés alargo una mano para quitar con delicadeza y ternura un cabello de su rostro y despejarla mientras la escaneaba con la mirada

— Aunque lo duden a veces socializo, estoy con unos amigos. Reconozco que suelo ser un ermitaño pero toda regla tiene su excepción.

— Me alegro tanto de verte- puntualizo sintiéndose protegida por el, era casi la misma sensación que sentía con David, con la diferencia que para nada con Ramsés hubiera sentimientos románticos o algo por el estilo. Mas bien un cariño de hermano mayor.

— Sucede algo ¿te noto nerviosa?-le pregunto notando su palidez y el ligero temblor que había en sus manos.

— Viste salir a Marie Clareth-pregunto.

— No-respondió al cabo de una pausa.

— Pero acaba de salir

— ¿Que pasa con ella?-pregunto el ahora

— No lo se estaba muy nerviosa, la vi discutir con su novio y me dijo que si algo le pasaba diera esta tarjeta a la policía.

Ramsés tomo la tarjeta que Anastasia le había tendido y se tenso pero supo disimularlo.

ANASTASIA II PELIGROSA OBSESIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora