CAPITULO 83 ACEPTAS SER MI ESPOSA

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Esa mañana Sarah se prepara a abandonar el hospital y Andreas como el más fiel enamorado ha permanecido con ella.

Despertó en la madrugada y lo vio que se había quedado a hacerle compañía.

Su corazón se lleno de culpa porque ella no merecía un hombre tan bueno como el.

El entro en la habitación justo cuando ya ella estaba lista y camino a ella con esa dulce y hermosa sonrisa dibujada en su rostro, la envolvió en sus brazos y deposito un beso en su cabeza.

— Ya todo esta listo, ya podemos irnos.

— Andreas me siento tan mal- se cuestiona ella llena aun de culpa.

Le acuna su rostro y mirándola con infinito amor le dice:

— Olvídalo, nadie puede juzgarte.

— Nada tenia sentido, vivir o morir, necesitaba perderme en mi dolor, en mi culpa, soy débil

— No-nego con firmeza- has demostrado todos estos años ser muy fuerte

— Volví a hacer lo que hacer lo mismo que cuando entregue a mi hija, en que me convierte eso, en una mala madre, simplemente no sirvo para nada, estoy dañada.

El niega con la cabeza, no ha dejado de sostener su rostro y de mirarla profundo, lleno de amor, de comprensión.

— Deja de culparte Sarah, viviste un infierno, y mírate quien eres ahora, eres una sobreviviente que luchas por ti, por tu hija, ya el pasado quedo atrás.

Ella respira profundo y sin perder el contacto visual indica:

— Quiero que sepas que al entrar en ese lugar donde habían otras personas drogándose me confronto con lo que fui y no quería volver a ser y me arrepentí e iba a irme pero ese hombre Sebastián por órdenes de René Sinclair un antiguo proveedor, me detuvo y me inyecto la droga-desvía la mirada a un punto vacio y luego vuelve a perderse en su mirada para decirle- Solo quería que supieras eso.

— Aunque no hubiera sido de esa manera, yo no soy quien para juzgarlo, Sarah debes saber que para mi nada de lo que viviste o lo que hagas en un momento de debilidad o temor que es valido, eso no te cambia ante mis ojos, no me hace amarte menos, no me hace no desear un futuro contigo.

— Guarda silencio por un momento donde ella sabe que esta igual de emocionado que ella, sus corazones laten al unisonó por este amor grande y verdadero.

Suspira profundo y declara:

— Quiero una vida contigo, con Gianna, con Allegra, ser una familia.

Ella no tuvo respuesta verbal para eso, porque aun habían tantas cosas por decir, pero por ahora se permitió recibir ese beso que le dio esperanza, recibir el amor que por tanto tiempo le fue negado, aceptar el perdón y el que no era un ser infalible, perfecto, pero todo se reducía a aceptar los errores y buscar la redención y reconocer que el amor era siempre la respuesta a toda pregunta hecha con dolor.

Mas tarde iban por la autopista y en ningún momento Andreas le había soltado la mano, y ella estaba tan feliz, con ese hombre tan maravilloso a su lado.

— Quiero ver a Gianna- dijo ella en un momento dado.

Era hora de poner cada cosa en su lugar.

— Bella visitara hoy a Gianna, junto con Allegra- le informo arropándola con su mirada comprensiva- ella esta bien, tu aun debes recuperarte y yo cuidare de ti.

Ella sintió que los ojos se le llenaron de lágrimas.

— Debo ir con David, pedirle perdón- indico ahora y esto si es algo que no quería posponer.

ANASTASIA II PELIGROSA OBSESIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora