CAPITULO 31 RECUERDOS DOLOROSOS

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Había pasado una semana desde que Emily hablara con Luciana y tras ella aceptar ser su cómplice en seguir guardando su secreto desistió de su idea de desaparecer y Mathias siempre estaría allí como una posibilidad para cuando lo necesitara

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Había pasado una semana desde que Emily hablara con Luciana y tras ella aceptar ser su cómplice en seguir guardando su secreto desistió de su idea de desaparecer y Mathias siempre estaría allí como una posibilidad para cuando lo necesitara.

Mathias era alguien especial en su vida, porque era el único que conocía todos sus secretos y aunque su relación se inicio como algo profesional ahora podía considerarlo alguien especial en su vida, sus constante llamadas para sabe de su bienestar le producían seguridad en medio del caos que siempre seria su vida.

Por ende se permitió seguir disfrutando de su amor por Andreas, el cual prácticamente estaba mudado a su casa, y variaba con los fines de semana que ella solía quedarse en su casa e incluso habia compartido con Allegra dandose cuenta que era un padre amoroso y protector.  

Ya Anastasia sabia de su relación y era la única que compartía su felicidad, permitiéndose ser mas abierta.

También solía visitarla en su apartamento  porque ya no temía un encuentro con Luciana.

Pero en su corazón había un sentimiento de inquietud, por alguna razón seguía con esa angustia clavada en su corazón.

Quizás se debía a que la noche anterior se había despertado en medio de una pesadilla donde el llanto de una niña la atormento y lleno de culpa.

Podría en el remoto caso que se atreviera a confesarle aquello a Andreas que el ¿la perdonara?


Esa mañana Andreas pidió que fuera a su oficina y debía reprenderle porque ya de tantas excusas que se inventaba para tenerla cerca estaba despertando las suspicacias de sus compañeros de trabajo y de Georgina quien sin duda estaba enamorada de Andreas.

Tan pronto entro el dejo lo que estaba haciendo en su lapton y fue a su encuentro y darle un beso que la dejo en estado catatónico.

— Andreas, alguien puede entrar-le reprendió tratando de separarse pero el la mantuvo pegada  a su cuerpo con sus fuertes manos como tenazas le aprisionaban la cintura.

— Si lo sabe Dios que lo sepa el mundo- inquirió con total despreocupación.

— Aun no, dijiste que no me presionarías

— Esta bien-concedió sin perder para nada su buena actitud y es solo la presencia de Emily hacia que todo fuera imposible de molestarle. Hasta su familia había notado su excelente humor y había entrado en suspicacia, siendo solo Bella que sabia su secreto.

— Emily vamonos ya que quiero llevarte a un lugar

— ¿Que lugar?

— Es una sopresa.

Andreas volvió a besarla y ella se derritió por completo en sus brazos y ya no pregunto ni pondría objeción, por este hombre iría al fin del mundo, de hecho ya lo hizo, vino a Milán por el.

ANASTASIA II PELIGROSA OBSESIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora