CAPITULO 68 AMOR ETERNO

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Anastasia despierta con unos fuerte brazos ciñéndola por la cintura, maravillada se queda un trato disfrutando de esa hermosa sensación de estar abrazada a el y pensar en su vida ya casada y dormir y despertar cada mañana con este hombre excesivamente guapo y la dulzura personificada.

Se coloca de costado, con la cabeza apoyada sobre su antebrazo y lo observa como loca obsesiva, la perfección de su rostro, con sus ojos cerrados, el pelo alborotado dándole esa apariencia de sobriedad que le encantaba.

Nota que hasta dormido conserva esa expresión apacible, de paz, una sonrisa incluso tierna como si estuviera teniendo un sueño muy grato.

No puede apartar sus ojos de el, escuchando su respiración que en ese momento es un poco agitada. Se pregunta si estará teniendo una pesadilla pero si fuera así, no se le vería tan feliz.

Se mueve con cuidado para no despertarlo, y toca su frente dándose cuenta que la fiebre cedió por completo y aprovecha para acariciar su rostro, su barba rasposa, sus labios pero con cuidado de no despertarlo

David se mueve y emite un gruñido gutural que la desconcierta. Nuevamente le lleva a preguntarse que estará soñando. Aleja rápidamente su mano.

Decide salir de la cama porque le urge ir al baño, aparta la sabana y una vez mas lo contempla completamente hipnotizada, se ha movido, de modo que queda acostado boca arriba y ha quitado la mitad de la sabana dejando al descubierto su cuerpo semi desnudo y a ella se le escapa un suspiro, pero es entonces nota por debajo de la sabana que cubre sus partes nobles, como sobresale esa parte de su anatomía, mira su rostro y es la viva imagen del éxtasis.

¡Por Dios!, ¡Por Dios!, David Rochester sin lugar a dudas había tenido o tenia en ese momento sueños placenteros, esperaba por su bien que hubieses sido con ella.

Por qué si era con otra mujer, iba a matarlo.

Observo que eso tenía un tamaño exagerado, se llevo las manos a la cara avergonzada.

No creía que tuviera el valor de atreverse a preguntarle, ¿o si? sobre sus sueños eróticos.

Pero antes de decidir que hacer corrió al baño a vaciar su vejiga, luego aprovecho para cepillarse y salió para encontrarse con una alarmada Luciana que enseguida la cuestiono señalando a David que seguía dormido como un bebe.

— Anastasia Conti, que fue lo que te advertí antes de irme

— Baja la voz Luciana- le pidió para que no despertara a David- No es lo que tu piensas.

— ¿Y eso?- pregunto señalando aquel detalle de la anatomía de David.

Avergonzada la tomo del brazo y la llevo hasta la puerta de la habitación.

— Anastasia ¿Qué hace Rochester desnudo en tu cama-la increpo Luciana.

— Calma Luciana, el tenia fiebre, no podía dejarlo ir en esas condiciones, llame al medico, lo inyecto, y se quedo profundamente dormido como un angelito.

— Ni tan angelito, porque al parecer aun en medio de sus delirios tuvo sueños muy húmedos-señalo ahora mas relajada y divertida.

— Luciana sal de aquí- le pidió muy mortificada.

— Bueno ya me voy, te había dejado desayuno listo para ti, no contaba con un invitado extra- volvió a ver a David y le sugirió- te sugiero que despiertes a Rochester y le hagas darse un duchazo de agua fría, porque eso duele y te prohíbo a ti Anastasia que empieces a pensar mucho en eso. Tampoco es que lo tenga tan...

Su respuesta fue callada por Anastasia que le tapo la boca y la saco de la habitación, mientras Luciana se moría de la risa.

Vaya que clase de amiga tenia, que le gustaba reírse a sus costillas.

ANASTASIA II PELIGROSA OBSESIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora