CAPITULO 76 HERMANOS

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Anastasia llamo a David para informarle

— David no vengas por mi, ya voy en un taxi camino a mi apartamento

— Iré para allá- respondió aliviado de que Anastasia ya no estuviera en casa de Ramsés.

— No David, necesito estar sola-respondió ella en tono firme.

— Anastasia-protesto David, notando que la actitud de Anastasia volvía a ser hostil. Sabia que debían hablar, ahora la duda que Ramsés pudo violarla se clavo como una espina en su corazón y mas allá sabia que ella no le perdonaría el haber dudado.

— Ya aclare todo con Ramsés- respondió ella para sorpresa y disgusto de David, quien se obligo a detener el auto a un lado de la avenida porque no le estaba gustando el rumbo por el cual iba esta conversación.

— El no fue quien envió las fotos y le creo-dijo ahora Anastasia y una furia irracional se apodero de el- tampoco abuso de mi si es lo que estas imaginando, ni es ese asesino que cree la policía.

— Que bien, te ha lavado el cerebro-escupió con rabia- que pasa Anastasia se clara, ¿estas enamorada de el?-cuestiono

— David mañana hablaremos, ahora necesito estar sola- concluyo cortando la llamada.

Anastasia que estaba en el estudio de Ramsés y de donde había hecho una llamada, respiro profundo tratando de ralentizar sus emociones, deteniéndose un segundo para observar la foto que estaban sobre el escritorio de Ramsés

En una aparecía una pareja mayor, junto con una chica de cabellos rojizos, de aproximadamente 16 años y con una sonrisa hermosa.

Algo que llamo su atención fue el parecido que el hombre mayor tenia con su padre.

Eran los padres adoptivos y hermana de Ramsés, eso le hablaba que el a pesar de querer mostrarse como un hombre sin sentimientos, si los tenia y muy arraigados, solo que se cubría con una mascara,

El sentía amor por su familia, por Sarah y por ella, que no escatimo esfuerzos para encontrarlas al saber de su existencia y el lazo filial que los unía, también tenia sentimientos profundos y bondadosos por Fiorella. Y un aprecio sincero por sus amigos.

Al regresar a la sala Sarah la esperaba expectante mientras Ramsés estaba en el bar sirviéndose una copa

— ¿Cómo lo tomo David?-pregunto Sarah de inmediato.

— Mal, ahora soy yo quien le oculto cosas-reconoció sintiendo culpa- quien guarda secretos, y cuando lo sepa va a odiarme

— Estas mejor sin el- espeto Ramsés restándole importancia al asunto.

— Ramsés que falta de sutileza.- le critico Sarah.

Ramsés acuno el rostro de Anastasia entre sus manos y mirándolo con mucho cariño, ese cariño de hermano indico:

— El no te merece princesa.

No era el momento de discutir ese punto, ella sabía que David era el amor de su vida, que era la persona mas confiable y especial para ella, que ciertamente dolía el que si dudara de ella, pero eso no lo convertía en un rey malvado, lo que si ahora ella entendía con dolor es que ambos eran muy inmaduros en cuanto a su relación, y tal vez este no era el tiempo de estar juntos. Ella quiso obligar al destino, forzar las cosas, pero en el amor así no funcionan las cosas, a veces hay que dejar ir el amor aunque duela entendiendo que si están destinados, si son realmente almas gemelas, no importa el tiempo, la distancia, porque las personas que se aman siempre encontraran el camino de regreso a casa, porque el amor se fortalecen en medio de las pruebas.

ANASTASIA II PELIGROSA OBSESIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora