Un mes había pasado desde el día que actuó cuando como un cobarde al llamar a Alethea para romperle el corazón y de paso hundirse el en el infierno.
Hacia una semana Mikeas lo había confrontado y el actuó como el desgraciado más grande del universo, diciéndole que Alethea solo había sido una diversión que termino por aburrirlo. Con justa razón el le soltó un soberano golpe y el no se defendió, se merecía todo, no continuo golpeándolo porque su padre llego, una de las dos personas que sabia las verdaderas razones por las que había decidido terminar su relación con Alethea.
La otra persona era Dymas, el padre de Alethea que lo visito en su suite en Milán y le hizo comprender que el solo le hacia daño a ella, por eso se alejo, por eso le mintió, por eso termino llamándola por teléfono porque sabia que si la tenia delante de el, si la veía llorar, veía su dolor, podía flaquear y abrazarla y llevarse por amor el mundo por delante, solo que en el esta incluido Alethea y entonces el dolor que provocaría en ella seria eterno, y no solo una desilusión amorosa que con el tiempo podría olvidar y seguir adelante, encontrar de nuevo el amor y ser feliz. A esa esperanza se aferraba, aunque saberla con otro representaría su muerte.
Cuando entendió que la había perdido para siempre la depresión que empezó a manifestarse de manera silenciosa se hizo presente, llevándolo a refugiarse en el alcohol, esperando mitigar su culpa, pero esta solo la acrecentaba mas.
El timbre suena y Rubens se dirige a la puerta ligeramente mareado después de haber ingeridos varias botellas de licor.
Sus aspecto no es el mejor, para recibir visitas, lo sabe, pero es Anabel y ella aunque no sabe toda la verdad ha accedido ayudarle en esta mentira que el ha creado para hacer que Alethea se desilusione de el y jamás desee buscarle ni siquiera para exigir una explicación.
Abre la puerta y ella se queda un momento contemplando al hombre delante de ella, acostumbrada siempre ha verlo impecable, su cabello cortado perfectamente y una expresión serena.
No es el mismo, este hombre desaliñado, con un pantalón pijama puesto, una franelilla, barba de días, pelo desprolijo, semblante pálido y ojos profundamente tristes.
— ¿Qué haces aquí Anabel?-la increpa de malhumor
— Continuar con la farsa que tu armaste, aparentar que seguimos siendo novios -bufa pasando por un lado para penetrar en la habitación- tu familia esta preocupada por ti, yo estoy preocupada.
Rubens cierra la puerta e ignorándola se dirige de nuevo al sofá donde ha estado las últimas dos horas consumiendo alcohol y regodeándose en su miseria.
Anabel lo sigue y ve la mesa ratona una botella casi en el fondo y en su rostro se dibuja un mohín de disgusto como clara muestra de desaprobación.
Lo ve llenar otra copa y de inmediato interviene.
— Deja eso-le quita la copa, toma la botella para luego ir a la cocina y verter el contenido en el resumidero, luego regresa a la sala para increparlo.
— Rubens desde que le hiciste creer a esa niña que habíamos vuelto y seguimos la mentira delante de tu familia para que no sospeche, estas irreconocible, ¿quieres alcoholizarte para no recordarla?, porque mejor no dejas mejor de jugar al superhéroe, al protector y tomas el primer avión con destino a Milán y la buscas.
— No lo hare- negó furioso- Anabel es mejor que te vayas
— No se como me preste a esto, sin que me digas una razón, ¿si la amas porque no puedes estar con ella?, es mas como acepte aun amándote- añade trasluciendo un tinte de dolor.
— Quiere decir que no solo he desgraciado la vida de Alethea sino la tuya, valgo una mierda, déjame solo tu también
— No lo hare, te ayudare a salir de ese hueco en el que te has hundido, tal vez logre que vuelvas a amarme o quizás no, pero no hay peor intento que el no se hace, además el que nos seamos pareja no significa que no te quiera, eres lo mejor que me paso en la vida.
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ANASTASIA II PELIGROSA OBSESION
RomantizmAnastasia esta tranquila explorando el mundo, descubriéndose a ella misma como persona, volviéndose independiente, pero al final sabe que su camino y el de David volverá a cruzarse porque las almas que están destinada siempre encontraran el camino...