ANASTASIA II PELIGROSA OBSESION

CAPITULO 89 INOCENTE

Sarah es llevada de inmediato a la sala de interrogatorio, mientras Andreas le ha advertido a los detectives que no testificara hasta que contacte a sus abogados.

Ha llamado a mejor firma de abogados de Italia y hoy mismo esta seguro se llevara a Sarah a su casa.

Ahora llama a David quien le dice pronto estará allí.

Ahora solo queda esperar y pedirle a Dios que todo este malentendido sea aclarado y Sarah sea exonerada de toda culpa.

Sarah ha guardado silencio y permanece tranquila, porque ella también a realizado una llamada y pronto todo ser aclarado.

Ha llegado el momento de la verdad.

No puede evitar estar nerviosa porque sabe que David y su padre pronto estarán allí y una emoción la invade, espera poder obtener el perdón de ellos.

Los detectives Fiore y Mancini han entrado acompañados de dos abogados, son los que Andreas ha contratado y proceden a realizar el careo donde los agentes informan sobre los cargos de que la acusan, "complicidad en los asesinados de al menos 5 chicas", muestran las pruebas, una foto de esa única vez cuando fue obligada a ir a aquella tienda para interceptar a la chica, pero ella termino advirtiéndole, en las otras fotos que mostraron se ve a una chica con sus mismas características físicas, alta, delgada, cabello rubio y los ojos no puede visualizar el color porque están cubiertos por anteojos oscuros pero ella sabe que son azules así como también sabia de quien se trataba, la verdadera cómplice.

Fue la misma chica que solía estar con su secuestrador, que se obsesiono con el, de manera que empezó a odiarla porque sabia que el tenía predilección por ella, ella se convirtió en su cómplice no sabia si porque estaba igual de enferma que el o porque fue su manera desubicada de ganase el cariño de su captor.

Ella es quien realmente sufrió el síndrome de Estocolmo, eso creía y era la pieza clave para encontrar a su secuestrador que ahora era asociado al asesino serial que por casi una década había operando en diferentes países.

Por eso ella fue contactada, por eso volvía a estar en peligro, al ser de nuevo la carnada para atraparlo y lo haría porque hasta aquí llegaría su imperio de maldad.

Por eso había venido a Milán y estuvo esperando el momento adecuado y ese momento había llegado.

— Abogados ustedes podrán seguir defendiendo judicialmente a su cliente-alegaba Lucas Mancini- pero en estos momentos las pruebas son contundentes y la Srta. Rochester deberá ir a la cárcel, se hará la prueba psicológica que corresponda pero mientras sea demostrado su inocencia o su culpabilidad en el juicio que se abrirá en contra del asesino Serial Ramsés Masseratti y la persona de su cliente como cómplice.

Sarah no se ve afectada con aquella sentencia cuando su mirada esta fija en la puerta que se ha abierto y la persona que esperaba ha llegado para defenderla.

Jianna Fiore vuelve también su mirada a la puerta y ve a su jefe Manuel Canelotti acompañado de un hombre con el que llevaba tiempo posponiendo ese encuentro Renzo Moretti.

— Desde este momento Sarah Rochester queda libre de toda sospecha-informa Renzo Moretti ante la sorpresa de Lucas Mancini, mientras Jianna ha palidecido notablemente.

— Así es- acuerda Canelotti- y le expendemos Srta. Rochester nuestras disculpas por el mal momento que le hemos hecho pasar.

Sarah agradece a Renzo con una sonrisa, a el la une una amistad forjada en tiempos muy difíciles y el le corresponde con el mismo afecto.

Canelotti le ha pedido a los detectives que se reúnan con el para informar las novedades, mientras que los abogados se retiran también y Renzo envuelve a Sarah en sus brazos y deposita un beso en un costado de su cabeza.