No pude resistirme a ir tras ella –aunque tampoco hice uso del autocontrol–. La forma en la que la habían perturbado mis palabras, lo preciosa que se veía cuando mi mirada lograba desestabilizarla y sonrojarla de ese modo, me habían llevado a ir tras ella sin importarme en lo más mínimo el lugar en el que estábamos.Sí, parecía un adolescente con las hormonas alborotadas, pero es que realmente Lara conseguía hacerme enloquecer hasta ese punto.
En cuanto abrí la puerta del baño, me encontré con su perfecta figura reflejada en el espejo. Enseguida mi mirada se vio atraída de un modo magnético e inevitable por la suya. Su rostro seguía colorado –quizás incluso más que antes– y sus labios se veían rojos y húmedos, la fórmula perfecta que hizo que entrase sin pensármelo en el lugar para cerrar la puerta con pestillo detrás de mí.
Algunas gotas de agua hacían brillar su rostro, el mismo que me observaba sorprendido aunque visiblemente excitado a medida que me acercaba a ella. Me sentía tan atraído por ella en ese momento y tenía tantas ganas de sentir mi cuerpo contra el suyo, mi boca devorando la suya y mis manos recorriendo toda su anatomía que no me vi capaz de esperar ni un minuto más.
–Deberíamos irnos –sugirió con la voz temblorosa.
–Sí, sería lo mejor –respondí, pero mi cuerpo hacía todo lo contrario a lo que mis palabras intentaban transmitir en vano.
Vi como observaba mi cuerpo a través del espejo mientras se mordía el labio de ese modo tan sensual que tan loco me volvía siempre. Era tan atractiva, tan sexy tan... perfecta, que seguía sin creerme que pudiese desearme como yo lo hacía; que siguiese a mi lado a pesar de los obstáculos que siempre parecían existir entre nosotros para intentar separarnos.
Seguía sin entender por qué la vida me había obsequiado con el poder conocerla. Cómo aquella noche en la que pensé que me aburriría al asistir a un concierto de rock multitudinario que tan poco llamaba mi atención, conocí a aquella mujer tan intrigante, interesante, divertida y maravillosa que supe enseguida que sería mucho más que un simple encuentro entre la multitud.
Me acerqué a ella hasta quedar a pocos centímetros de su cuerpo, sintiendo como su espalda se movía ligeramente denotando la descontrolada y superficial respiración que se había apoderado de ella del mismo modo que lo había hecho conmigo.
Sin pensármelo dos veces, acerqué mis manos a su cuerpo para agarrar su cintura y acariciarla suavemente, acercándola a mí, sintiendo la forma en la que toda ella se estremecía ante mi contacto. Emprendí camino hacia sus caderas y, cuando llegué a ellas, la agarré con más fuerza para pegar su cuerpo completamente al mío y viera lo duro que conseguía ponerme. Era tal el punto de excitación que alcancé cuando sentí sus firmes glúteos contra mi entrepierna. que incluso dolió. Un dolor palpitante y extrañamente placentero que logró perturbarme.
Estando tan cerca de ella, su dulce aroma invadió mis sentidos y no pude resistirme a llevar mi rostro a su cuello para disfrutar todavía más de aquella sensación, comenzando a dar casi de forma instintiva suaves besos sobre la piel de su cuello. Sabía tan dulce y me hacía sentir tan bien estar cerca de ella –aunque completamente descontrolado– que no quise que ese momento acabase jamás.
Un suspiro se escapó de entre sus labios y ese simple sonido provocó que una corriente de excitación y deseo se propagase por todo mi cuerpo, tensándome por completo y provocando que deseara estar dentro de ella más que nunca.
–Enzo, ¿qué...
Pero no la dejé terminar. La agarré del cuello con toda la delicadeza que me fue posible en ese momento para darle la vuelta y, cuando la tuve frente a mí bien pegada a mi cuerpo, me lancé a sus labios como si fuesen el único sustento que necesitaba para sobrevivir, porque en ese momento eso es lo que parecían ser exactamente.
ESTÁS LEYENDO
Entre la multitud, tú © [En revisión]
RomanceUna ciudad, millones de personas... y ellos. La vida de Lara dará un giro de 180 grados en su último año de Universidad, en el que conocerá a mucha gente nueva. Entre ellas estará Enzo, un joven empresario que llegará a su vida para ponerla patas ar...