El Legado de Rapsodia (Temporada 2) [Eldarya]

Spin-off: Helena, la de los ojos carmesí. Parte I.

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Spin-off: Helena, la de los ojos carmesí.

Parte I.

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"No te molestes en ser mejor que tus contemporáneos o predecesores, intenta ser mejor que tú mismo." Faulkner.

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Pueblo de Riboma, Reino de Gromo - norte de Baerum Silamorta (Hace 1750 años atrás):

Aquella bruja negra retrocedió de un salto alzando su varita, mientras que su grimorio de hechizos liberaba miasma colgando de su cinturón, dando una mirada a su rededor y viendo a sus compañeras derrotadas sobre enormes charcos de sangre, exclamó una maldición y volvió a concentrarse en quién tenía ante ella, en esa sidhe del clan avalariano de armadura negra, cabellos plateados que caía en largas ondas sus hombros y esa mirada altiva que, con el brillo de su espada en alto, no hacía más que aumentar, le hizo hervir la sangre al comprender que aquel día lleno de frutos que con su grupo había esperado regocijarse, se estaba convirtiendo en nada, y frente a eso, mientras aquella mujer se giraba haciendo sonar suavemente los metales de sus protecciones, alzó la mano libre y concentró su poder en su varita recurriendo al más fuerte de sus hechizos asesinos, en su orgullo, incluso si moría, al menos se llevaría a esa hada sin alas al infierno.

La avalariana torció los labios en una tenue sonrisa al comprender las intenciones de aquella hechicera, miró de reojo como los aldeanos permanecían ocultos entre los estrechos callejones o mirando a través de las ventanas y volvió a concentrar sus ojos rojos en su oponente, seguramente si esquivaba aquel ataque todos aquellos faeries serían alcanzados por el impacto, y las muertes que habría evitado al destruir a aquel pequeño aquelarre de dementes habría sido en vano, ¿no le quedaba otra salida que enfrentarlo directamente? Ella suspiró resignada y se puso en guardia, aquella bruja negra ya había acumulado bastante magia oscura y el flujo de poder desde su grimorio era abundante, seguramente iba a usar un ataque de Primer Impacto del tipo fulminante, un hechizo No Canalizado cuyo fin tendría destruir directamente su espíritu, una muerte desde el interior hacia afuera, nada mal, y así, alzando ahora su espada ante ella, ladeó la cabeza invitando a esa mujer a atacar, y la bruja, bufando por la cólera, agitó aquel brazo y arrojó aquel tornado de poder oscuro que rugió como si se tratase de una bestia hambrienta... El impacto cayó sobre ella sin que hiciera nada para bloquearlo, desde lejos los aldeanos gritaron y otros sollozaron al pensar que el alivio que habían sentido al ver aparecer a aquella paladina de Ávalon se desvanecía al verse una vez más bajo la locura de una bruja negra, pero, después de escucharle reír por algunos segundos, viendo su rostro iluminarse por el pensamiento de triunfo, vieron aquellas nubes de miasma disiparse en rededor y ascendiendo por el cráter que había quedado tras el impacto de aquel rayo, y en el centro, rodeada de una película blanca y traslúcida, se encontraba aquella caballero, ilesa, y con aquellos ojos carmesí brillando ardientes. Entonces la bruja chilló, retrocediendo dominada por el horror, giró sobre los talones dispuesta a huir, había gastado todas sus reservas de energía en aquel ataque y ya no podría defenderse... si tan solo pudiera ganar distancia... Pero entonces se detuvo... Pegó un grito visceral y se paralizó al ver a aquella avalariana aparecer ante ella, le vio con sus cabellos agitándose por el viento que su veloz movimiento había causado y, siguiendo la trayectoria de su brazo, comprobó con resignación como aquella larga espada se elevaba sobre ella... Por lo general los caballeros siempre atacaban el grimorio cuando se enfrentaban ante una de las suyas, pero esa mujer no parecía importarle los pasos tradicionales, ya que, blandiendo el arma con una sola mano, le desgarró el pecho arrojándola a tierra... Aquello no la mataría, una bruja negra era inmortal hasta donde su grimorio se mantuviera a salvo, pero viendo que su estado no era causa de la ignorancia sino más bien que de un placer perverso, la bruja retrocedió queriendo huir, no obstante, así como sintió después que sus piernas eran cortadas por la mitad, gritó y lloró mirando suplicante a esa paladina, sin embargo, ella, sin inmutarse, simplemente le dedicó las siguientes palabras: